No contristéis al Espíritu Santo de Dios
8/11/2015
Efesios 4:29-32
Las palabras sucias salen de la corrupción del que las dice y corrompen la mente de los que las oyen: los cristianos deben cuidarse de esa manera de hablar. Es deber de los cristianos procurar la bendición de Dios, que las personas piensen seriamente y animar y advertir a los creyentes con lo que digan. Sed amables unos con otros. Esto establece el principio del amor en el corazón y su expresión externa en una conducta cortés y humilde. Nótese cómo el perdón de Dios nos hace perdonar. Dios nos perdonó aunque no teníamos razón para pecar contra Él. Debemos perdonar como Él nos ha perdonado. Toda comunicación mentirosa y corrupta, que estimule los malos deseos y las lujurias, contristan al Espíritu de Dios. Las pasiones corruptas del rencor, ira, rabia, quejas, maledicencia y malicia, contristan al Espíritu Santo. No provoques al santo y bendito Espíritu de Dios a que retire su presencia y su influencia de gracia. El cuerpo será redimido del poder de la tumba el día de la resurrección. Dondequiera que el bendito Espíritu habite como santificador, es la primicia de todo deleite, y las glorias del día de la redención; seríamos deshechos si Dios nos quitara su Espíritu Santo. Linaje Escogido
8/7/2015
1 Pedro 2:1-10
Todos los cristianos verdaderos son linaje escogido; constituyen una familia, un pueblo distinto del mundo: de otro espíritu, principio y costumbre; que nunca podrían ser si no fueran escogidos en Cristo para ser tales y ser santificados por su Espíritu. El primer estado de ellos es de grandes tinieblas, pero son sacados de las tinieblas a un estado de gozo, placer y prosperidad, para que muestren las alabanzas del Señor por la profesión de Su verdad y su buena conducta. —¡Qué enormes son sus obligaciones con Él, que los ha hecho su pueblo, y les ha mostrado misericordia! -Estar sin esta misericordia es un estado espantoso, aunque el hombre tenga todos los placeres mundanales. Nada hay que obre el arrepentimiento tan bien como el pensamientos correcto acerca de la misericordia y el amor de Dios. No nos atrevamos a abusar ni a afrentar la libre gracia de Dios si queremos ser salvados por ella; pero todos los que quieran ser contados entre los que obtienen misericordia anden como su pueblo. Colosenses 3:1-4
Puesto que los cristianos están libres de la ley ceremonial deben andar más cerca de Dios en la obediencia del evangelio. Como el cielo y la tierra son opuestos entre sí, no pueden seguirse al mismo tiempo; y el afecto por uno debilitará y abatirá el afecto por el otro. Los que han nacido de nuevo están muertos al pecado, porque su dominio está roto, su poder paulatinamente vencido por la operación de la gracia, y a la larga, será extinguido por la perfección de la gloria. Entonces, estar muertos significa esto: que quienes tienen el Espíritu Santo, que mortifica en ellos las concupiscencias de la carne, son capaces de despreciar las cosas terrenales y desear las celestiales. En el presente, Cristo es alguien a quien no hemos visto, pero nuestro consuelo es que nuestra vida está a salvo en Él. Las corrientes de esta agua viva fluyen al alma por la influencia del Espíritu Santo por la fe. Cristo vive en el creyente por su Espíritu, y el creyente vive para Él en todo lo que hace. En la segunda venida de Cristo habrá una reunión general de todos los redimidos; y aquellos cuya vida está ahora escondida con Cristo, se manifestarán con Él en su gloria. Esperamos esa dicha, ¿no deberíamos poner nuestros afectos en aquel mundo y vivir por encima de éste? Andad como hijos de luz
8/5/2015
Efesios 5:1-6
Dios nos ha perdonado por amor a Cristo, por tanto , seamos seguidores de Dios, imitadores de Dios. Imitandole en especial en su amor y en su bondad perdonadora, como conviene a los amados de su Padre celestial. En el sacrificio de Cristo triunfa su amor, y nosotros tenemos que considerarlo plenamente. Perdonando, imitáis el amor de Dios y de Cristo (Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos amados: 2 y andad en amor, como Cristo os amó y se entregó él mismo por nosotros como ofrenda a Dios en olor de agradable). Con nuestro perdón podemos imitar a aquel que nos ha perdonado: Dios. Y esto lo hemos de hacer como hijos queridos. Efectivamente, mirar al padre para imitarlo es lo que demuestra la buena calidad de hijo. Sin querer, nos acordamos del punto culminante del sermón de la montaña: «Sed perfectos, como vuestro Padre del cielo es perfecto» (Mat_5:48), y, según Lucas, todavía más cerca de nuestro contexto: «Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro padre» (Luk_6:36). Pero sobre todo esta concepción se expresa en el mandamiento: amad a vuestros enemigos «para que os mostréis verdaderos hijos de vuestro Padre del cielo» (Mat_5:44 s). Esta vida con la mirada puesta en el Padre es también la imitación de Cristo, en un sentido que, por otra parte, practicaba también Jesús como Hijo en una forma singular: «Nada puede hacer el Hijo por sí mismo, como no vea al Padre hacerlo; porque lo que éste hace, eso igualmente hace también el Hijo» (Joh_5:19). Así el hombre Jesús vivía lo más profundo de la «imitación de Dios», aunque en la Sagrada Escritura apenas se habla de «imitación», sino más bien de «obediencia» y de cumplimiento de la voluntad paterna. De la imitación del Dios perdonador se extiende la consideración a toda la anchura de la vida cristiana, que de nuevo se designa con la palabra «amor» y se fundamenta en el modelo de la entrega amorosa de Cristo. Que la expresión «en amor» realmente comprende toda la anchura de la vida cristiana. Dios es amor
8/4/2015
1 Juan 4:7-13
El Espíritu de Dios es el Espíritu de amor. El que no ama la imagen de Dios en Su pueblo, no tiene conocimiento salvador de Dios. Pues ser bueno y dar felicidad es la naturaleza de Dios. La ley de Dios es amor; y todos serán perfectamente felices si todos la hubiesen obedecido. La provisión del evangelio, para el perdón de pecado, y la salvación de los pecadores, consistente con la gloria y la justicia de Dios, demuestra que Dios es amor. El misterio y las tinieblas aún penden sobre muchas cosas. Dios se ha demostrado siendo amor para que no podamos dejar de alcanzar la felicidad eterna, a menos que sea por la incredulidad y la impenitencia, aunque la justicia estricta nos condenara a la miseria desesperanzada por romper las leyes de nuestro Creador. Ninguna palabra ni pensamiento de nosotros puede hacer justicia al amor gratuito y asombroso del santo Dios para con los pecadores, que no podrían beneficiarse de Él ni dañarle, a los que Él podría aplastar justicieramente en un momento, y a los que, siendo merecedores de Su venganza, Él muestra el método por el cual fueron salvados aunque Él podía haber creado, por Su Palabra todopoderosa, otros mundos con seres más perfectos si lo hubiera considerado bien. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |