Dios guia tus pasos
4/13/2015
Salmos 37:23-31
El Señor nuestro Dios requiere que actuemos con justicia y demos a todos lo debido. Gran pecado es que los que pueden, nieguen el pago de deudas justas; gran miseria es no poder pagarlas. El que es verdaderamente misericordioso siempre será misericordioso. Debemos abandonar nuestros pecados; aprender a hacer el bien y aferrarnos a eso. Esta es la verdadera religión. La bendición de Dios es el manantial, la dulzura, y la seguridad de todos nuestros placeres terrenales. Y si estamos seguros de esto, no estamos seguros de que no nos faltará bien alguno en este mundo. Por su gracia y por el Espíritu Santo, Él dirige los pensamientos, los afectos y los designios de los hombres buenos. Por su providencia Él pasa por encima de los hechos como para hacer sencillo el camino de ellos. No siempre les muestra un tramo extenso de su camino, sino que los guía paso a paso, como se guían los niños. Dios los guardará de ser destruidos por sus caídas, sea en pecado o en problemas, aunque la caída en pecado será sumamente dolorosa. Pocos, si es que hay alguien, han conocido a un creyente coherente, o a sus hijos, reducido a una desesperada y miserable necesidad. Dios no abandona en la aflicción a sus santos; y sólo el justo habitará por siempre en el cielo; esa será su morada eterna. Un hombre bueno puede caer en las manos de un mensajero de Satanás y ser dolorosamente afectado, pero Dios no lo dejará en las manos de su enemigo. El hacer tu voluntad, Dios mío....
4/10/2015
Salmos 40:6-10
El salmista anuncia la maravillosa obra, la redención hecha por nuestro Señor Jesucristo. La sustancia debe llegar, la cual es Cristo, que da gloria a Dios y gracia al hombre que era imposible lograr por medio de los sacrificios. Obsérvese la separación de nuestro Señor Jesús para la obra y el oficio de Mediador. En el rollo del libro estaba escrito de Él. En los rollos sellados de los decretos y consejos divinos, está registrado el pacto de redención. También en todos los libros del Antiguo Testamento había algo escrito de Él. Ahora la compra de nuestra salvación ha sido hecha, ha salido la proclama, llamándonos a ir y aceptarla. Se predicó libre y ampliamente. Quienquiera que emprendiera la predicación del evangelio de Cristo estaría sometido a la gran tentación de ocultarlo; pero Cristo y los que llama a la obra, son llevados adelante en ella. Creamos su testimonio, confiemos en su promesa y sometámonos a su autoridad. Porque Él es nuestra paz
4/9/2015
Efesios 2:11-16
Cristo y su pacto son el fundamento de todas las esperanzas del cristiano. Aquí hay una descripción triste y terrible pero ¿quién es capaz de quitarse de ello? ¿No desearíamos que esto no fuera una descripción verdadera de muchos bautizados en el nombre de Cristo? ¿Quién puede, sin temblar, reflexionar en la miseria de una persona separada por siempre del pueblo de Dios, cortada del cuerpo de Cristo, caída del pacto de la promesa, sin tener esperanza ni Salvador y sin ningún Dios sino un Dios de venganza por toda la eternidad? ¡No tener parte en Cristo! Jesucristo hizo la paz por el sacrificio de sí mismo; en todo sentido Cristo era la Paz de ellos, el autor, el centro y la sustancia de estar ellos en paz con Dios, y de su unión con los creyentes judíos en una iglesia. A través de la persona, el sacrificio y la mediación de Cristo, se permite a los pecadores acercarse a Dios Padre y son llevados con aceptación a su presencia, con su adoración y su servicio, bajo la enseñanza del Espíritu Santo, como uno con el Padre y el Hijo. Cristo compró el permiso para que nosotros vayamos a Dios; y el Espíritu da el corazón para ir, y la fuerza para ir y, luego, la gracia para servir aceptablemente a Dios. Cristo en todo sobre todo
4/8/2015
Colosenses 1:15-23
Cristo en su naturaleza humana es la revelación visible del Dios invisible y quien le ha visto a Él ha visto al Padre. Adoremos estos misterios con fe humilde y contemplemos la gloria de Jehová en Cristo Jesús. Nació o fue engendrado antes de toda la creación, antes que fuera hecha la primera criatura; este el modo de la Escritura de representar la eternidad, y por el cual la eternidad de Dios nos es representada. Siendo todas las cosas creadas por Él, fueron creadas para Él; siendo hechas por su poder, fueron hechas conforme a su beneplácito y para alabanza de su gloria. No sólo las creó todas al principio; por la palabra de su poder las sustenta. Cristo como Mediador es la Cabeza del cuerpo, la Iglesia; toda gracia y fuerza son de Él; y la Iglesia es su cuerpo. Toda plenitud habita en Él; la plenitud de mérito y justicia, de fuerza y gracia para nosotros. Dios mostró su justicia al requerir plena satisfacción. Este modo de redimir a la humanidad por la muerte de Cristo fue el más apto. Aquí se presenta ante nuestra visión el método de ser reconciliado. Pese al odio hacia el pecado por parte de Dios, plugo a Dios reconciliar consigo al hombre caído. Si estamos convencidos en nuestra mente de que éramos enemigos por las malas obras, y que ahora estamos reconciliados a Dios por el sacrificio y muerte de Cristo según nuestra naturaleza, no intentaremos explicar ni siquiera pensar en comprender plenamente estos misterios, pero veremos la gloria de este plan de redención y nos regocijaremos en la esperanza que nos es puesta por delante. Si el amor de Dios por nosotros es tan grande, ¿ahora qué podemos hacer por Dios? Orar con frecuencia y abundar en los deberes santos y no vivir más para sí mismo, sino para Cristo, el que murió por nosotros. Pero, ¿para qué? ¿para que sigamos viviendo en el pecado? No, sino para que muramos al pecado y vivamos entonces no para nosotros sino para Él. Plan Divino
4/6/2015
Exodo 4:18-23
Después que apareció en la zarza, Dios habló frecuentemente con Moisés. El Faraón había endurecido su corazón contra los gemidos y clamores de los israelitas oprimidos; ahora Dios, en el camino de hacer un justo juicio, endurece el corazón de Faraón contra la enseñanza que le dejan los milagros y el terror de las plagas. Pero sea que el Faraón oiga o sea que prohíba, Moisés debe decirle: Así dice el Señor. Debe exigir la liberación de Israel: Deja ir a mi hijo; no sólo a mi siervo a quien no tienes derecho de detener sino a mi hijo. Mi hijo es quien me sirve y, por tanto, debe ser librado, por Él debe rogarse. En caso de rechazo: Yo mataré a tu hijo, tu primogénito. Como los hombres tratan al pueblo de Dios, así deben ser tratados. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |