AMO TU CASA
3/4/2025
Salmos 27
Jehová es mi luz y mi salvación Salmo de David. 27 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. 4 Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. 5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. 6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. 7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme. 8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; 9 No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. 10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. 11 Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos. 12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. 13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. 14 Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. TU CASA HE AMADO. La felicidad del salmista no proviene de la compañía con el mundo sino de estar en "la casa" y en "las congregaciones" del Señor (v. 12), es decir, donde la diviina presencia de Dios se manifiesta entre su pueblo y donde habita su gloria y de estar con sus hermanos en la fe que andan en la verdad de Dios. UNA COSA HE DEMANDADO. Como en el Salmo 26, el salmista busca la presencia de Dios. Lo más apreciado en su vida, y él la pide con un solo propósito. Dios mismo llama a todos los ceentes a ese mismo propósito: "Buscad mi rostro" (v. 8). A los que hacen eso, esforzándose por demanecer en la santidad y la presencia de Dios, se les da la firme garantía de que no importan las pebas que vengan a su vida, el Señor nunca los desamparará No tienen razón alguna eza la desesperanza; la bondad de Dios está reservada para ellos Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |