Hebreos 13:16-21
Conforme a lo que podamos, tenemos que dar para las necesidades de las almas y de los cuerpos de los hombres: Dios aceptará estas ofrendas con agrado, y aceptará y bendecirá a los que ofrendan por medio de Cristo. El apóstol expresa en seguida cual es el deber de ellos para con los ministros vivos: obedecerles y someterse a ellos en la medida que sea conforme a la idea y voluntad de Dios dadas a conocer en su palabra. Los cristianos no deben pensar que saben demasiado, que son demasiado buenos o demasiado grandes para aprender. El pueblo debe escudriñar las Escrituras, y en la medida que los ministros enseñen conforme a esa regla, deben recibir sus instrucciones como palabra de Dios que obra en los que creen. Interesa a los oyentes que la cuenta que sus ministros den de sí mismos sea con gozo y no con tristeza. Los ministros fieles entregarán sus propias almas, porque la ruina de un pueblo infiel y estéril recaerá sobre sus propias cabezas. Mientras el pueblo ore con más fervor por sus ministros, más beneficio pueden esperar de su ministerio. La buena conciencia respeta todos los mandamientos de Dios y todo nuestro deber. Los que tienen esta buena conciencia necesitan, sin embargo, las oraciones de los demás. Cuando los ministros van a un pueblo que ora por ellos, van con mayor satisfacción para sí y éxito para el pueblo. Debemos procurar con oración todas nuestras misericordias. Dios es el Dios de paz, completamente reconciliado a los creyentes; Él ha abierto camino a la paz y la reconciliación de sí con los pecadores, y que ama la paz en la tierra, especialmente en sus iglesias. Él es el Autor de la paz espiritual en los corazones y las conciencias de su pueblo. —¡Qué pacto más firme es aquel que tiene su fundamento en la sangre del Hijo de Dios! El perfeccionamiento de los santos en toda buena obra es la gran cosa deseada por y para ellos; y que ellos puedan ser, en el largo plazo, equipados para el empleo y la dicha del cielo. No hay cosa buena obrada en nosotros que no sea la obra de Dios. Nada bueno obra Dios en nosotros sino por medio de Cristo por amor a Él y a su Espíritu. Poder y gloria de Jehová
5/2/2016
Salmos 29:1-11
Una voz que pudiera derribar los cedros del Líbano tenía que ser una voz verdaderamente poderosa: la voz de Dios. Sirión es el monte Hermón. Todo aquello que impresionaba a la gente estaba bajo el completo control de Dios. A lo largo de la historia, Dios ha revelado su poder por medio de milagros majestuosos sobre la naturaleza, tales como el gran diluvio (Génesis 6-9). Dios promete continuar revelando su poder. Pablo nos exhorta a que comprendamos cuán grande es el poder de Dios (Eph_1:18-23). El mismo poder que levantó a Cristo de los muertos está disponible para ayudarnos en nuestros problemas diarios. Cuando se sienta débil y limitado, no se desespere. Recuerde que Dios puede darle fuerza. El poder que controla la creación y que levanta a los muertos está a su disposición. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |