Cristo imagen de Dios
8/15/2014
creado para Dios
Colosenses 1:15-23 Cristo en su naturaleza humana es la revelación visible del Dios invisible y quien le ha visto a Él ha visto al Padre. Adoremos estos misterios con fe humilde y contemplemos la gloria de Jehová en Cristo Jesús. Nació o fue engendrado antes de toda la creación, antes que fuera hecha la primera criatura; este el modo de la Escritura de representar la eternidad, y por el cual la eternidad de Dios nos es representada. Siendo todas las cosas creadas por Él, fueron creadas para Él; siendo hechas por su poder, fueron hechas conforme a su beneplácito y para alabanza de su gloria. No sólo las creó todas al principio; por la palabra de su poder las sustenta. Cristo como Mediador es la Cabeza del cuerpo, la Iglesia; toda gracia y fuerza son de Él; y la Iglesia es su cuerpo. Toda plenitud habita en Él; la plenitud de mérito y justicia, de fuerza y gracia para nosotros. Dios mostró su justicia al requerir plena satisfacción. Este modo de redimir a la humanidad por la muerte de Cristo fue el más apto. Aquí se presenta ante nuestra visión el método de ser reconciliado. Pese al odio hacia el pecado por parte de Dios, quizo Dios reconciliar consigo al hombre caído. Si estamos convencidos en nuestra mente de que éramos enemigos por las malas obras, y que ahora estamos reconciliados a Dios por el sacrificio y muerte de Cristo según nuestra naturaleza, no intentaremos explicar ni siquiera pensar en comprender plenamente estos misterios, pero veremos la gloria de este plan de redención y nos regocijaremos en la esperanza que nos es puesta por delante. Si el amor de Dios por nosotros es tan grande, ¿ahora qué podemos hacer por Dios? Orar con frecuencia y abundar en los deberes santos y no vivir más para sí mismo, sino para Cristo, el que murió por nosotros. Pero, ¿para qué? ¿para que sigamos viviendo en el pecado? No, sino para que muramos al pecado y vivamos entonces no para nosotros sino para Él. Obedecer
8/14/2014
Deberes sociales de la nueva vida
Colosenses 3:17-25 No sólo no debemos dañar a nadie; debemos hacer todo el bien que podamos a todos. Los que son escogidos de Dios, santos y amados, deben ser humildes y compasivos con todos. Mientras estemos en este mundo, donde hay tanta corrupción en nuestros corazones, a veces surgirán contiendas, pero nuestro deber es perdonarnos unos a otros imitando el perdón por cual somos salvados. Que la paz de Dios reine en vuestros corazones; es su obra en todos los que le pertenecen. La acción de gracias a Dios ayuda a hacernos agradables ante todos los hombres. El evangelio es la palabra de Cristo. Muchos tienen la palabra, pero habita pobremente en ellos; no tiene poder sobre ellos. El alma prospera cuando estamos llenos de las Escrituras y de la gracia de Cristo. Cuando cantamos salmos debemos ser afectados por lo que cantamos. Hagamos todo en el nombre del Señor Jesús, y dependiendo con fe en Él, sea lo que sea en que estemos ocupados. A los que hacen todo en el nombre de Cristo nunca les faltará tema para dar gracias a Dios, al Padre. Hagan todo con diligencia, no con ocio ni pereza; alegremente, no descontentos con la providencia de Dios que los puso en esa relación. Y para estímulo de los siervos, sepan que sirven a Cristo cuando sirven a sus amos conforme al mandamiento de Cristo, y que al final, Él les dará una recompensa gloriosa. Por otro lado, el que hace el mal recibirá el mal que haya hecho. Dios castigará al siervo injusto y premiará al siervo justo; lo mismo si los amos hacen el mal a sus siervos. Porque el Juez justo de la tierra tratará con justicia a amo y siervo. Ambos estarán al mismo nivel en su tribunal. ¡Qué feliz haría al mundo la religión verdadera si prevaleciera por doquier influyendo en todo estado de cosas y toda relación de vida! Pero la profesión de las personas que descuidan los deberes, y que dan causa justa de quejas a quienes se relacionan con ellas, se engañan a sí mismas y también acarrea reproches para el evangelio. Aprende-Enseña
8/13/2014
Deuteronomio 6:4-7
Amor sobre todo Este es el primero y gran mandamiento de la ley de Dios, que le amemos; y que cumplamos cada parte de nuestro deber para con él a partir de un principio de amor: Hijo mío, dame tu corazón. Tenemos que amar a Dios con todo nuestro corazón, y con toda nuestra alma y con toda nuestra fuerza. Este pasaje proporciona el tema central de Deuteronomio. Establece un patrón que nos ayuda a relacionar la Palabra de Dios con nuestra vida diaria. Tenemos que amar a Dios, pensar constantemente en sus mandamientos, enseñar sus mandamientos a nuestros hijos y vivir cada día según los principios de su Palabra. Dios enfatiza la importancia de que los padres enseñen la Biblia a sus hijos. No se puede delegar esta responsabilidad a la iglesia y las escuelas cristianas. La Biblia ofrece tantas oportunidades para obtener lecciones objetivas y prácticas que sería una pena estudiarlas sólo un día a la semana. Las verdades eternas se aprenden de una forma más efectiva en el ambiente amoroso de un hogar donde se teme a Dios. Jesús dijo que amar a Dios con todo nuestro ser es el más grande de los mandamientos (Mat_22:37-39). Esta orden, combinada con la de amar al prójimo (Lev_19:18), condensa todas las demás leyes del Antiguo Testamento. La clave para enseñar a sus hijos a amar a Dios se describe simple y claramente en estos versículos. Si usted quiere que sus hijos sigan a Dios, debe hacer de Dios una parte de sus experiencias diarias. Debe enseñar a sus hijos con diligencia a ver a Dios en todos los aspectos de la vida, no sólo en aquellos que están relacionados con la iglesia. 1. Con un amor sincero , que no sea de palabra ni de lengua, sino interiormente, en verdad. 2. Con un amor fuerte . Él que es nuestro Todo debe tener nuestro todo, y nadie sino Él. 3. Con un amor superlativo ; debemos amar a Dios por sobre toda criatura y no amar sino lo que amamos por Él. 4. Con un amor inteligente . Amarlo con todo el corazón, y con toda la inteligencia requiere que veamos una buena causa para amarlo. 5. Con un amor entero ; Él es UNO, nuestro corazón deben estar unido en este amor. ¡Oh, que este amor de Dios pueda ser derramado en nuestros corazones! El hombre: polvo y como la hierba
8/12/2014
Salmos 103:14-22
Eterna Micericordia..... La Escritura dice mucho de la misericordia de Dios, y todos la hemos experimentado. El padre compadece a sus hijos que son débiles de conocimiento y les enseña; los compadece cuando son perversos y los soporta; los compadece cuando están enfermos y los consuela; los compadece cuando están caídos y les ayuda a levantarse; los compadece cuando han ofendido, y por su sometimiento, los perdona; los compadece cuando les hacen daño y los endereza: así compadece el Señor a quienes le temen. Considera la fragilidad de nuestros cuerpos y la necedad de nuestra alma, cuán poco podemos hacer, cuán poco podemos soportar; en todo eso se manifiesta su compasión. Nosotros somos frágiles, pero el cuidado de Dios es eterno. Demasiado a menudo miramos a Dios como Juez y dador de la ley, La Escritura dice mucho de la misericordia de Dios, y todos la hemos experimentado. El padre compadece a sus hijos que son débiles de conocimiento y les enseña; los compadece cuando son perversos y los soporta; los compadece cuando están enfermos y los consuela; los compadece cuando están caídos y les ayuda a levantarse; los compadece cuando han ofendido, y por su sometimiento, los perdona; los compadece cuando les hacen daño y los endereza: así compadece el Señor a quienes le temen. Véase por qué Él compadece. Considera la fragilidad de nuestros cuerpos y la necedad de nuestra alma, cuán poco podemos hacer, cuán poco podemos soportar; en todo eso se manifiesta su compasión. su compasión y preocupación por nosotros. Cuando Dios examina nuestras vidas, recuerda nuestra condición humana. Nuestras debilidades nunca deberían usarse como justificación para pecar. Su misericordia toma todo en cuenta. Dios le tratará con compasión, confíe en El. ¡Qué corta e incierta es la vida del hombre! La flor del jardín es corrientemente de mejor calidad y durará más por estar amparada por el muro del jardín y al cuidado del jardinero, pero la flor del campo, a la cual se compara aquí la vida, no sólo se marchita sola, sino que está expuesta a los fríos vientos y puede ser pisoteada por las bestias del campo. Así es el hombre. Dios considera esto y lo compadece; que considere esto. la misericordia de Dios es mejor que la vida, porque la sobrevivirá. Su justicia, la verdad de su promesa, serán para los hijos de los hijos que siguen las piadosas huellas de sus antepasados. Entonces les será preservada la misericordia. El que hizo todo, reina sobre todo, y hace ambas cosas por su poderosa palabra. Él dispone de todas las personas y de las cosas para su gloria. Hay un mundo de ángeles santos que están siempre alabándole. Todas sus obras le alaben. Hubieran sido nuestra delicia constante si no fuésemos criaturas caídas. Eso llegarán a ser en una medida si nacemos de Dios. Eso serán por siempre en el cielo; tampoco podemos ser perfectamente felices hasta que tengamos placer inagotable en la obediencia perfecta a la voluntad de nuestro Dios. Y que el sentimiento de cada corazón redimido sea: Bendice, alma mía, a Jehová. Todas las cosas en todo lugar deben alabar al Señor: ¡los ángeles (los poderosos y sus ejércitos celestiales) y sus obras! Alabar a Dios significa recordar todo lo que El ha hecho por nosotros (103.2), temerlo, obedecer sus mandamientos (103.17, 18) y hacer su voluntad (103.21). ¿Es su vida una alabanza al Señor? Los ojos del Señor están sobre ti
8/11/2014
1 Pedro 3:12-13
cuidado con lo que haces!!! 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Por justos se entiende a los que viven «para la justicia» (Mat_2:24) a ejemplo de Cristo que sufre en lugar de otros. Sobre ellos se posan con complacencia los ojos del Señor. A ellos se dirige su mirada gozosa de aprobación, mientras que su rostro airado se vuelve contra los desobedientes obstinados. Aunque los cristianos no siempre estén exactamente en unanimidad pueden, sin embargo, compadecerse unos a otros, y amarse como hermanos. Si un hombre desea vivir cómodamente en la tierra o poseer la vida eterna en el cielo debe frenar su lengua de las palabras malas, abusivas o engañosas. Debe abandonar las malas acciones y abstenerse de ellas, hacer todo el bien que pueda, y buscar la paz con todos los hombres. Porque Dios, omnisciente y presente en todo lugar, vela sobre los justos y se encarga de cuidarlos. Nadie puede ni debe dañar a los que imitan el ejemplo de Cristo que es la bondad perfecta y que hizo el bien a los demás y a sus seguidores. Cuando un cristiano ha descubierto la complacencia de los «ojos de Dios» se inflama de nuevo su deseo de vivir de forma agradable a Dios. Toda la carta podría concebirse también como una carta sobre el gozo que se cifra en hallar gracia a los ojos de Dios. Gran consuelo entraña la convicción de que los ojos de Dios se posan sobre una persona que le teme, como también la seguridad de que Dios ve incluso todo lo bueno que hace tal persona aunque esté oculto a los ojos de los hombres. No te avergüences de Cristo
8/9/2014
No te avergüences de Cristo
2Timoteo 1:6-14 Dios no nos ha dado espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio para enfrentar dificultades y peligros; el espíritu de amor a Él que nos hará vencer la oposición. El espíritu de una mente sabia, de la tranquilidad mental. El Espíritu Santo no es el autor de una disposición tímida o cobarde ni de temores esclavizantes. Es probable que tengamos que sufrir aflicciones cuando tengamos el poder y la fuerza de Dios que nos capaciten para soportarlas. Como es habitual en Pablo, cuando menciona a Cristo y su redención, se explaya al respecto, tan pleno estaba de lo que es toda nuestra salvación y que debiera ser todo nuestro deseo. El llamamiento del evangelio es un llamado santo, que santifica. La salvación es por la libre gracia. Se dice que esta nos es dada desde antes de la fundación del mundo, esto es, en el propósito de Dios desde toda la eternidad; en Cristo Jesús, porque todos los dones que vienen de Dios para el hombre pecador, vienen en Jesucristo y a través de Él solo. Como hay una perspectiva tan clara de la dicha eterna por la fe en Aquel que es la Resurrección y la Vida, pongamos más diligencia en asegurar su salvación para nuestras almas. Los que echan mano del evangelio no tienen que avergonzarse, la causa los librará, pero los que se oponen a éste serán avergonzados. El apóstol había encomendado su vida, su alma y sus intereses eternos al Señor Jesús. Nadie más podría liberar y asegurar su alma por medio de las pruebas de la vida y de la muerte. Viene el día en que nuestras almas serán interrogadas. A ti se te encargó un alma, ¿cómo la ocupaste? ¿al servicio del pecado o al servicio de Cristo? La esperanza del cristiano verdadero de menor estatura descansa sobre el mismo fundamento que la del gran apóstol. También aprendió el valor y el riesgo de su alma; también creyó en Cristo; el cambio obrado en su alma, convence al creyente que el Señor Jesús le guardará para su reino celestial. Pablo exhorta a Timoteo a que se aferre firme de las Sagradas Escrituras, a la sustancia de la sólida verdad del evangelio en ellas. No basta con asentir a las sabias palabras; hay que amarlas. La doctrina cristiana es un encargo que se nos ha entregado; tiene valor indecible en sí misma y nos será de ventaja indecible. Se nos ha encargado para ser preservado puro y completo, pero no debemos pensar en mantenerlo por nuestra propia fuerza, sino por el poder del Espíritu Santo que habita en nosotros; y no será ganado por los que confían en sus propios corazones y se inclinan a sus propios entendimientos. Sufrir por la verdad
8/8/2014
Sufrir por la verdad
1Pedro 3:14-22 Santificamos a Dios ante los demás cuando nuestra conducta les invita y estimula a glorificarle y honrarle. Seamos capaces de defender nuestra posicion como cristianos con mansedumbre en el temor de Dios. La conciencia es buena cuando hace bien su oficio. El ejemplo de Cristo es un argumento en pro de la paciencia cuando se sufre. En el caso del sufrimiento de nuestro Señor, Él no conoció pecado, pero sufrió en lugar de los que no conocían justicia. La intención y la finalidad bendita de nuestro Señor fue reconciliarnos a Dios y llevarnos a la gloria eterna. Fue llevado a la muerte en su naturaleza humana, pero fue resucitado por el poder del Espíritu Santo. Si Cristo no pudo ser librado de los sufrimientos, En cuanto al mundo antiguo, Cristo envió su Espíritu advirtiendo a Noé. Pero aunque la paciencia de Dios espera por mucho tiempo, cesará al final. Los espíritus de los pecadores desobedientes, tan pronto como están fuera de sus cuerpos, son entregados a la prisión del infierno, donde están ahora los que despreciaron la advertencia de Noé, y desde la cual no hay redención. La salvación de Noé en el arca, flotando sobre el agua, que le llevó sobre el diluvio, logró la salvación de todos los creyentes verdaderos. Esa salvación temporal por el arca fue un tipo de la salvación eterna de los creyentes por el bautismo del Espíritu Santo. Para evitar errores, el apóstol declara qué quiere decir por bautismo que salva; no la ceremonia externa del lavado con agua que, en sí misma, no hace más que quitar la inmundicia de la carne, sino el bautismo del cual el agua bautismal es un signo. No es la ordenanza externa, pero el hombre, por la regeneración del Espíritu, es capacitado para arrepentirse y profesar la fe, y proponerse la vida nueva, rectamente, y como en presencia de Dios. Cuidémonos de no apoyarnos en las formas externas. Aprendamos a mirar espiritualmente las ordenanzas de Dios y a inquirir por el efecto espiritual y la obra de ellos en nuestras conciencias. Nosotros desearíamos que toda la religión se redujera a cosas externas, pero muchos de los que fueron bautizados y participaron constantemente a las ordenanzas, han seguido sin Cristo, murieron en sus pecados y ahora están más allá del rescate. Entonces no descanséis hasta estar limpiados por el Espíritu de Cristo y la sangre de Cristo. Su resurrección de entre los muertos es lo que nos asegura la purificación y de la paz. Sacado de las tinieblas a la luz
8/7/2014
Sacado de las tinieblas a la luz
1Pedro 2:1-10 Hablar mal es señal de maldad y engaño en el corazón y estorba nuestro provecho por la palabra de Dios. La vida nueva necesita un alimento idóneo. Los infantes desean leche y hacen por ella lo mejor que pueden conforme a su capacidad; así deben ser los deseos del cristiano por la palabra de Dios. Nuestro Señor Jesucristo es muy misericordioso con nosotros, miserables pecadores y tiene plenitud de gracia. Pero hasta el mejor de los siervos de Dios en esta vida tiene sólo un anticipo de las consolaciones de Dios. Cristo es llamado Piedra para enseñar a sus siervos que Él es la protección y la seguridad de ellos, el fundamento sobre el cual son edificados. Él es precioso en la excelencia de su naturaleza, la dignidad de su oficio, y la gloria de sus servicios. Todos los creyentes verdaderos son un sacerdocio santo; sagrado para Dios, servicial para los demás, dotados de dones y gracias celestiales. Pero los sacrificios más espirituales de lo mejor en oración y alabanza, no son aceptables sino por medio de Jesucristo. —Él es la piedra del ángulo que une a todo el número de creyentes en un templo eterno, y soporta el peso de toda la construcción. Elegido o escogido para un fundamento que es eterno. Precioso más allá de toda comparación por todo lo que pueda tener valor. Ser edificado en Cristo significa creer en Él; pero en esto se engañan muchos a sí mismos, no consideran lo que es, ni la necesidad de participar de la salvación que Él ha obrado. Aunque la estructura del mundo se estuviera cayendo a pedazos, el hombre que está edificado sobre este fundamento puede oírlo sin temer. Él no será confundido . El alma creyente se apresura a ir a Cristo, pero nunca encuentra causa para apresurarse a huir de Él. Todos los cristianos verdaderos son linaje escogido; constituyen una familia, un pueblo distinto del mundo: de otro espíritu, principio y costumbre; que nunca podrían ser si no fueran escogidos en Cristo para ser tales y ser santificados por su Espíritu. El primer estado de ellos es de grandes tinieblas, pero son sacados de las tinieblas a un estado de gozo, placer y prosperidad, para que muestren las alabanzas del Señor por la profesión de Su verdad y su buena conducta. —¡Qué enormes son sus obligaciones con Él, que los ha hecho su pueblo, y les ha mostrado misericordia! -Estar sin esta misericordia es un estado espantoso, aunque el hombre tenga todos los placeres mundanales. Nada hay que obre el arrepentimiento tan bien como el pensamientos correcto acerca de la misericordia y el amor de Dios. No nos atrevamos a abusar ni a afrentar la libre gracia de Dios si queremos ser salvados por ella; pero todos los que quieran ser contados entre los que obtienen misericordia anden como su pueblo. muertos al pecado y vivos para Dios
8/6/2014
muertos al pecado y vivos para Dios
Colosenses 3:1-4 Puesto que los cristianos están libres de la ley ceremonial deben andar más cerca de Dios en la obediencia del evangelio. Como el cielo y la tierra son opuestos entre sí, no pueden seguirse al mismo tiempo; y el afecto por uno debilitará y abatirá el afecto por el otro. Los que han nacido de nuevo están muertos al pecado, porque su dominio está roto, su poder paulatinamente vencido por la operación de la gracia, y a la larga, será extinguido por la perfección de la gloria. Entonces, estar muertos significa esto: que quienes tienen el Espíritu Santo, que mortifica en ellos las concupiscencias de la carne, son capaces de despreciar las cosas terrenales y desear las celestiales. En el presente, Cristo es alguien a quien no hemos visto, pero nuestro consuelo es que nuestra vida está a salvo en Él. Las corrientes de esta agua viva fluyen al alma por la influencia del Espíritu Santo por la fe. Cristo vive en el creyente por su Espíritu, y el creyente vive para Él en todo lo que hace. En la segunda venida de Cristo habrá una reunión general de todos los redimidos; y aquellos cuya vida está ahora escondida con Cristo, se manifestarán con Él en su gloria. En la primera parte de la carta, Pablo ha desplegado el misterio de Cristo, y evidentemente lo ha hecho en vista de la situación de la comunidad cristiana de Colosas, que está amenazada de una peligrosa herejía. En la segunda parte, da instrucciones prácticas para la vida cristiana de la comunidad, las cuales tienen el rango de normas apostólicas y son importantes para todos los tiempos de la Iglesia. Como muestra ya el primer versículo del capítulo tercero, hay que entender estas normas sobre todo como consecuencias del misterio del bautismo; porque los cristianos, desde el bautismo, tienen que considerar «que están muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús» (Rom_6:11). Soportando las pruebas
8/5/2014
Soportando las pruebas
Santiago 1:12-18 No todo hombre que sufre es el bendecido; pero sí el que con paciencia y constancia va por el camino del deber, a través de todas las dificultades. Las aflicciones no nos pueden hacer miserables si no son por nuestra propia falta. El cristiano probado será un cristiano coronado. La corona de la vida se promete a todos los que tienen el amor de Dios reinando en sus corazones. Toda alma que ama verdaderamente a Dios tendrá sus pruebas de este mundo plenamente recompensadas en ese mundo de lo alto, donde el amor es perfeccionado. Los mandamientos de Dios, y los tratos de su providencia, prueban los corazones de los hombres, y muestran la disposición que prevalece en ellos. Pero nada pecaminoso del corazón y la conducta puede ser atribuido a Dios. Él no es el autor de la escoria, aunque su prueba de fuego la deja al descubierto. Los que culpan del pecado a su constitución o a su situación en el mundo, o pretenden que no lo pueden evitar, dejan mal a Dios como si Él fuese el autor del pecado. Las aflicciones, como enviados de Dios, están concebidas para sacar a relucir nuestras virtudes, pero no nuestras corrupciones. El origen del mal y de las tentaciones está en nuestros propios corazones. Dios no se complace en la muerte de los hombres, como que no tiene mano en el pecado de ellos, pero el pecado y la miseria, se deben a ellos mismos. Lo que el sol es en la naturaleza es Dios en gracia, providencia y gloria, e infinitamente más. Como toda buena dádiva es de Dios, así, en particular, es que hayamos nacido de nuevo, y todas sus consecuencias santas y felices vienen de Él. Un cristiano verdadero llega a ser una persona tan diferente de la que era antes de las influencias renovadoras de la gracia divina, que es como si fuera formado de nuevo. Debemos dedicar todas nuestras facultades al servicio de Dios, para que podamos ser una especie de primicias de sus criaturas. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |