LIBERTAD/OBEDIENCIA
8/12/2019
1 Corintios 6:12-20
Algunos de los corintios parecen haber estado prontos para decir: “Todas las cosas me son lícitas”. Pablo se opone a este peligroso engaño. Hay una libertad con que Cristo nos ha hecho libres, en la cual debemos afirmarnos, pero con toda seguridad, El cuerpo es para el Señor; debe ser instrumento de justicia para santidad, por tanto, no debe ser instrumento de pecado. Honra para el cuerpo es que Jesucristo fuera levantado de entre los muertos; y será honra para nuestros cuerpos que sean resucitados. La esperanza de la resurrección en gloria debe guardar a los cristianos de deshonrar sus cuerpos con lujurias carnales. Si el alma se une a Cristo por fe, todo el hombre es hecho miembro de su cuerpo espiritual. Otros vicios pueden derrotarse con lucha ; pero contra el que aquí se nos advierte, sólo es con huida. Enormes multitudes son cortadas por estos vicios en sus formas y consecuencias variadas. Sus efectos no sólo caen directamente sobre el cuerpo, sino con frecuencia en la mente. Nuestros cuerpos fueron redimidos de la merecida condenación y de la mísera esclavitud por el sacrificio expiatorio de Cristo. Tenemos que ser limpios, como vasos dignos para el uso de nuestro Maestro. Estando unidos a Cristo como un solo espíritu, y comprados a precio de indecible valor, el creyente debe considerarse como totalmente del Señor, por los lazos más fuertes. Que glorificar a Dios sea nuestra actividad hasta el último día y hora de nuestra vida, con nuestros cuerpos y con nuestros espíritus, que son de Él. NADA OCULTO
8/9/2019
Lucas 12:1-12
Una firme creencia en la doctrina de la providencia universal de Dios y su magnitud debiera bastarnos cuando estamos en peligros, y estimularnos a confiar en Dios en el camino del deber. La providencia se fija en las criaturas más bajas, hasta de los gorriones, y en consecuencia en las preocupaciones menores de los discípulos de Cristo. Quienes ahora confiesen a Cristo serán reconocidos por Él en el día grande, ante los ángeles de Dios. Para disuadirnos de negar a Cristo, y desertar de sus verdades y caminos, aquí se nos asegura que los que niegan a Cristo, aunque puedan así salvar la vida misma, y aunque puedan ganar un reino, serán los grandes perdedores al final; porque Cristo no los conocerá, no los reconocerá, ni les mostrará favor. Pero que ningún descarriado penitente y tembloroso dude que obtendrá el perdón. Esto es muy diferente de la enemistad franca que es blasfemia contra el Espíritu Santo, la cual no será perdonada jamás porque de ella nunca habrá arrepentimiento. plenitud de Dios
8/7/2019
Efesios 3:17-21
Con toda sabiduría y conocimiento que el hombre pueda poseer si no tiene el amor de Dios en su corazón nada puede lograr. Cuando el amor de Cristo reina en nosotros somos capaces de entender la voluntad de Dios en nosotros aunque muchas veces no entendemos los planes que Dios tiene para nosotros, pero la diferencia esta cuando estamos dispuestos a que esos planes se cumplan en nuestras vida. Como dice la Biblia dice en Jeremías 29:11 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Esos planes de bien son los que nos darán el éxito que estamos esperando tener, (y tal vez mayor de lo que esperamos). Solo en Dios estamos completos. Salmos 119:153-160
Mientras más nos aferremos a la palabra de Dios, como nuestra regla y nuestro apoyo, más seguridad tenemos de liberación. Cristo es el Abogado de su pueblo, su Redentor. Los que fueron vivificados por su Espíritu y su gracia, cuando estaban muertos en sus delitos y pecados, necesitan frecuentemente que la obra de gracia sea revivida en ellos, conforme a la palabra de la promesa. El impío no sólo no cumple los estatutos de Dios; ni siquiera los buscan. Se halagan a sí mismos con que van al cielo, pero mientras más tiempo persistan en el pecado, más se aleja de ellos el cielo. Las misericordias de Dios son tiernas; son fuente que nunca puede ser agotada. El salmista ruega la gracia vivificante de Dios que revive. El hombre constante en el camino de su deber no tiene que temer a nadie, aunque tenga muchos enemigos. Los que en verdad odian el pecado, lo odian como pecado, como transgresión de la ley de Dios y quebrantamiento de su palabra. Nuestra obediencia complace a Dios, y a nosotros, únicamente cuando proviene de un principio de amor. Todos los que reciben, en toda edad, la palabra de Dios con fe y amor, encuentran que es fiel todo lo que dice en ella. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |