September 15th, 2013
9/15/2013
LIBRE
Romanos 8:1-5 Los creyentes pueden ser castigados por el Señor, pero no serán condenados con el mundo. Por su unión con Cristo por medio de la fe, están seguros. ¿Cuál es el principio de su andar: la carne o el Espíritu, la naturaleza vieja o la nueva, la corrupción o la gracia? ¿Para cuál de estos hacemos provisión, por cuál somos gobernados? La voluntad sin renovar es incapaz de obedecer por completo ningún mandamiento. La ley, además de los deberes externos, requiere obediencia interna. Dios muestra su aborrecimiento del pecado por los sufrimientos de su Hijo en la carne, para que la persona del creyente fuera perdonada y justificada. Así, se satisfizo la justicia divina y se abrió el camino de la salvación para el pecador. El Espíritu escribe la ley del amor en el corazón, y aunque la justicia de la ley no sea cumplida por nosotros, de todos modos, bendito sea Dios, se cumple en nosotros; en todos los creyentes hay quienes responden a la intención de la ley. El favor de Dios, el bienestar del alma, los intereses de la eternidad, son las cosas del Espíritu que importan a quienes son según el Espíritu. ¿Por cuál camino se mueven con más deleite nuestros pensamientos? ¿Por cuál camino van nuestros planes e ingenios? ¿Somos más sabios para el mundo o para nuestras almas? Los que viven en el placer están muertos, 1 Timoteo v, 6. El alma santificada es un alma viva, y esa vida es paz. La mente carnal no es sólo enemiga de Dios, sino la enemistad misma. El hombre carnal puede, por el poder de la gracia divina, ser sometido a la ley de Dios, pero la mente carnal, nunca; esta debe ser quebrantada y expulsada. Podemos conocer nuestro estado y carácter verdadero cuando nos preguntamos si tenemos o no el Espíritu de Dios y de Cristo, versículo 9. Vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu. Tener el Espíritu de Cristo significa haber cambiado el designio en cierto grado al sentir que había en Cristo Jesús, y eso tiene que notarse en una vida y una conversación que corresponda a sus preceptos y a su ejemplo. September 14th, 2013
9/14/2013
Reino inconmovible.
Hebreos 12:25-29 Como cristianos, somos ciudadanos de la Jerusalén celestial ahora mismo. Como Cristo gobierna nuestra vida ahora, el Espíritu Santo está siempre con nosotros, y experimentaremos un compañerismo cercano con otros creyentes. Al fin el mundo va a tambalear y sólo el reino de Dios permanecerá. Los que siguen a Cristo son parte de ese reino inconmovible y resistirán la sacudida, el zarandeo y el ardor del fuego. Cuando nos sentimos inseguros con relación al futuro, podemos hallar confianza en estos versículos. Sin que importe lo que suceda aquí, nuestro futuro está edificado sobre un fundamento sólido que no puede ser destruido. No ponga su confianza en lo que será destruido; más bien edifique su vida en Cristo y en su reino inconmovible. Dios no está dentro de nuestro control. No podemos forzarlo a hacer nada mediante nuestras oraciones; pero siente profunda compasión. El nos salvó del pecado y nos salvará de la muerte. Pero todo lo que es indigno y pecaminoso será consumido por el fuego de su ira. Sólo permanecerá lo bueno, lo dedicado a Dios y lo recto. Abba, Padre
9/13/2013
Abba, Padre
Marcos 14:36Y dijo: Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; aparta de mí esta copa; pero no sea mi voluntad, sino la tuya. La muerte de Jesús por nosotros en la cruz selló un nuevo pacto entre Dios y la humanidad. El antiguo pacto comprendía perdón de pecados a través de la sangre de un animal sacrificado . Pero, en lugar del cordero sin defecto que se ponía en el altar, Jesús el Cordero de Dios se ofreció en sacrificio para perdonar los pecados de una vez y para siempre. Jesús fue el sacrificio final por los pecados y su sangre selló el nuevo pacto entre Dios y nosotros. Ahora, todos podemos acercarnos a Dios mediante Jesús, con la más absoluta confianza de que El nos oirá y nos salvará de nuestros pecados. ¿Trataba Jesús de evadir su tarea? Jesús expresó su verdadero sentir, pero no se rebeló en contra de la voluntad de Dios. Reafirmó su deseo de hacer todo lo que Dios quería. Su oración destaca el terrible sufrimiento que tenía que enfrentar. Sería una agonía peor que la muerte, porque tenía que cargar los pecados de todo el mundo. Esta "copa" era la separación que Jesús sabía que se produciría entre El y Dios su Padre en la cruz ). El Hijo de Dios que no tenía pecado llevó nuestros pecados y en ese momento quedó separado de Dios para que fuéramos salvos. Mientras oraba, Jesús estaba consciente del costo que incluía hacer la voluntad del Padre. Anticipaba el sufrimiento que experimentaría y no quería sufrir tan horrible experiencia. Pero Cristo oró: "Mas no lo que yo quiero, sino lo que tú". ¿Cuál es el costo que tiene para usted el compromiso que ha hecho con Dios? Todo lo valioso cuesta. Esté dispuesto a pagar el precio para que al final tenga algo de valor. En tiempos de grandes tensiones somos vulnerables a la tentación, aun si tenemos un espíritu dispuesto. Jesús nos dio un ejemplo de cómo resistir: (1) oremos a Dios. (2) busquemos la ayuda de amigos y seres queridos. (3) concentrémonos en el propósito que Dios nos ha dado. Alabado sea Dios
9/12/2013
Alabado sea Dios
Efesios 1:3-14 Pablo escribió esta carta a la iglesia de Efeso y a todos los creyentes, a fin de darles una enseñanza profunda en la manera de nutrir y mantener la unidad de la iglesia "Que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales" significa que en Cristo tenemos todos los beneficios de conocer a Dios: salvación, adopción, perdón, visión, dones del Espíritu, poder para hacer la voluntad de Dios, esperanza de eternidad con Cristo. Por el hecho de vivir en una relación íntima con Cristo, podemos disfrutar de estas bendiciones ahora. Lugares celestiales significa que las bendiciones son eternas, no temporales. Las bendiciones vienen de los lugares celestiales en Cristo. Pablo dice: "nos escogió en El", para enfatizar que la salvación depende por completo de Dios. No somos salvos porque lo merezcamos, sino por la gracia de Dios que se nos da gratuitamente. No influimos en la decisión de Dios para que nos salve, lo hizo de acuerdo a su plan. Por lo tanto, no hay lugar para creer que la salvación dependa de nosotros ni lugar para el orgullo. El misterio de la salvación se originó en la mente eterna de Dios mucho antes de que existiéramos. Es difícil entender cómo Dios pudo aceptarnos, pero gracias a El somos santos e inocentes ante sus ojos. Dios nos escogió y cuando llegamos a pertenecerle por medio de Jesucristo, nos mira como si nunca hubiéramos pecado. Todo lo que podemos hacer es agradecerle por su maravilloso amor. September 11th, 2013
9/11/2013
"¿Qué haremos?" Hechos 2:36-40Después del poderoso y ungido mensaje de Pedro, la gente se conmovió profundamente y preguntó: "¿Qué haremos?" Esta es una pregunta básica que debemos hacernos. No es suficiente sentir tristeza por nuestros pecados, debemos permitir a Dios que los perdone y luego debemos vivir como perdonados. ¿Le ha hablado Dios mediante su Palabra u otros creyentes? Como la audiencia de Pedro, pregúntele a Dios qué debe hacer y luego obedezca. Hubo una apariencia de algo como llamas de fuego, que iluminó a cada uno de ellos, según lo que Juan el Bautista decía de Cristo: Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El Espíritu, como fuego, derrite el corazón, quema la escoria, y enciende afectos piadosos y devotos en el alma, en la cual, como el fuego del altar, se ofrecen los sacrificios espirituales. Fueron llenos del Espíritu Santo más que antes. Fueron llenos de las gracias del Espíritu, y más que antes, puestos bajo su influencia santificadora; más separados de este mundo, y más familiarizados con el otro. Fueron llenos más con las consolaciones del Espíritu, se regocijaron mas que antes en el amor de Cristo y la esperanza del cielo: en eso fueron sorbidos todos sus temores y sus penas. Fueron llenos de los dones del Espíritu Santo; tuvieron poderes milagrosos para el avance del evangelio. Hablaron, no de pensamientos o meditaciones previos, sino como el Espíritu les daba que hablasen. Si quiere seguir a Cristo, Pedro dice lo que se debe hacer: "Arrepentíos, y bautícese cada uno". Arrepentimiento significa cambiar la dirección de la vida del egoísmo y la rebelión que van en contra de las leyes de Dios. Al mismo tiempo debe volverse a Cristo, dependiendo de su perdón, misericordia, dirección y propósito. No podemos salvarnos a nosotros mismos, solo Dios puede hacerlo. El bautismo nos identifica con la obra de Cristo y con la comunidad de creyentes. Es una condición para ser discípulo y un símbolo de nuestra fe. September 10th, 2013
9/10/2013
Llevado desde la cuna Isaias 46:3-4 Isa 46:3 «Escúchame, familia de Jacob, todo el resto de la familia de Israel, a quienes he cargado desde el vientre, y he llevado desde la cuna. Isa 46:4 Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. Los paganos insultaron a los judíos como si sus ídolos Bel y Nebo fuesen demasiado duros para Jehová. Pero sus adoradores no pueden ayudarlos; ambos, ídolos e idólatras van al cautiverio. Que el pueblo de Dios no tenga temor de ellos. Las cosas de las cuales esperan seguridad y felicidad los impíos, serán halladas incapaces de salvarlos de la muerte y del infierno. El Dios verdadero nunca le fallará a sus adoradores. La historia de la vida de cada creyente es una especie de resumen de la historia de Israel. Nuestra vida espiritual es sostenida por su gracia, tan coherentemente como nuestra vida natural por su providencia. Dios nunca los dejará. El Autor es el Consumador del bienestar de ellos cuando, por el deterioro, ellos necesitan ayuda como en la infancia. Esta promesa a Israel, debilitado y envejecido, como nación es aplicable a cada seguidor envejecido de Cristo. Cuando estés acosado por enfermedades, y quizá los que te rodean estén cansados de ti, sin embargo, Yo soy quien he prometido ser, el que tú quisiera que yo fuera. Te soportaré; te llevaré en tu camino, y al final, te llevaré a casa. Si aprendemos a confiar en Él y a amarle, no tenemos que angustiarnos por los días o años que nos restan; todavía proveerá para nosotros y nos cuidará, tanto como criaturas de su poder y nuevas creaciones por su Espíritu. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |