El incomparable Dios de Israel
6/5/2015
Isaias 40:10-15
Toda vida humana es una guerra; la vida cristiana lo es más; pero la lucha no durará siempre. En la gran expiación de la muerte de Cristo, Dios ejerció su misericordia para la gloria de su justicia. En Cristo y en sus sufrimientos, los verdaderos arrepentidos reciben de la mano del Señor el doble por todos sus pecados; porque la satisfacción hecha por Cristo en su muerte fue de valor infinito. Que el Señor prepare nuestros corazones por la enseñanza de su palabra y las convicciones de su Espíritu, para que sean derribados los pensamientos altos y orgullosos, sean plantados buenos deseos, se enderecen y suavicen los temperamentos torcidos y abruptos, y todo impedimento sea removido, para que estemos preparados para su voluntad en la tierra, y preparados para su reino celestial. —¡Qué es todo lo que pertenece al hombre caído o todo lo que hace sino como el pasto y su flor! ¡De qué servirán todos los títulos y posesiones de un pecador moribundo cuando lo dejen sometido a condena! La palabra del Señor puede hacer por nosotros lo que toda la carne no puede. La buena nueva de la venida de Cristo iba a ser enviada hasta los confines de la tierra. Satanás es el hombre fuerte armado, pero nuestro Señor Jesús es más fuerte y Él procederá y hará todo lo que se propone. Cristo es el buen Pastor; Él muestra tierno cuidado por los jóvenes convertidos, por los creyentes débiles y por los de espíritu triste. Por su palabra Él requiere no más servicio, y por su providencia, inflige no más aflicción que aquello para lo cual los fortalecerá. Conozcamos la voz de nuestro Pastor y sigámosle, y demostrémonos como sus ovejas Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |