El juicio de las naciones
7/9/2015
Mateo 25:31-46
Esta es una descripción del juicio final. Es una explicación de las parábolas anteriores. Hay un juicio venidero en que cada hombre será sentenciado a un estado de dicha o miseria eterna. Cristo vendrá, no sólo en la gloria de su Padre sino en su propia gloria, como Mediador. El impío y el santo habitan aquí juntos en las mismas ciudades, iglesias, familias y no siempre son diferenciados unos de otros; tales son las debilidades de los santos, tales las hipocresías de los pecadores; y la muerte se los lleva a ambos: pero en ese día serán separados para siempre. Jesucristo es el gran Pastor; Él distinguirá dentro de poco tiempo entre los que son suyos y los que no. Todas las demás distinciones serán eliminadas; pero la mayor entre santos y pecadores, santos e impíos, permanecerá para siempre. La dicha que poseerán los santos es muy grande. Es un reino ; la posesión más valiosa en la tierra; pero esto no es sino un pálido parecido del estado bienaventurado de los santos en el cielo. Es un reino preparado. El Padre lo proveyó para ellos en la grandeza de su sabiduría y poder; el Hijo lo compró para ellos; y el Espíritu bendito, al prepararlos a ellos para el reino, está preparándolo para ellos. Está preparado para ellos: en todos los aspectos está adaptado a la nueva naturaleza del alma santificada. Está preparado desde la fundación del mundo. Esta felicidad es para los santos, y ellos para ella, desde toda la eternidad. Vendrán y la heredarán. Lo que heredamos no lo logramos por nosotros mismos. Es Dios que hace los herederos del cielo. Comments are closed.
|
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
September 2023
Categories |