Invitación a los sedientos
10/5/2013
Invitación a los sedientos Isaias 55:1-10 Son bien acogidos a las bendiciones de la salvación todos los que acogen bien estas bendiciones. En Cristo hay suficiente para todos y para cada uno. Los que están satisfechos con el mundo no ven la necesidad de Cristo y no tienen sed. No están inquietos por sus almas, pero donde Dios da gracia, da la sed; donde Él haya dado sed, dará gracia. Id a Cristo, porque Él es la Fuente abierta, es la Roca golpeada. Id a las santas ordenanzas, a los arroyos que alegran la ciudad de nuestro Dios. Id a las aguas sanadoras, id a las aguas vivas, Apocalipsis 22:17 Nuestro Salvador se refirió a esto, . Venid, comprad; apropiaos de esto aplicándoos la gracia del evangelio a vosotros mismos. Venid y comed; hacedlo aún más vuestro, y disfrutadlo. El mundo no satisface nuestras expectativas; nos prometimos al menos agua y nos desilusionamos, pero Cristo supera nuestras expectativas. Vamos a Él y hallamos vino y leche. Los dones ofrecidos son tales que ningún precio se les puede poner. Las cosas ofrecidas ya están pagadas, porque Cristo las adquirió al precio total de su propia sangre, 1 Pedro 1:19. Nuestras necesidades son incontables y nada tenemos que las satisfaga; si Cristo y el cielo son nuestros, nos veremos por siempre endeudados a la libre gracia. Escuchad con diligencia; que se abata el corazón orgulloso; no sólo vaya, sino acepte la oferta de Dios. Toda la riqueza y el placer del mundo no darán consuelo y contento firmes al alma. No satisfacen ni siquiera los apetitos del cuerpo, porque todo es vanidad y aflicción. Que los desencantos con que nos topamos en el mundo nos ayuden a impulsarnos hacia Cristo y a buscar la satisfacción sólo en Él. Entonces, y no antes, encontraremos reposo para nuestra alma. Oíd y vivirá vuestra alma. ¡Con qué términos claros se nos ofrece la felicidad! -Por misericordias firmes a David tenemos que entender al Mesías. Todas sus misericordias son misericordias del pacto; son compradas por Él, son prometidas en Él y nos son dispensadas de su mano. No sabemos encontrar el camino a las aguas, pero Cristo es dado para ser Líder, Capitán, para mostrarnos qué hacer y capacitarnos para hacerlo. Nuestro negocio es obedecerle y seguirle. Nadie puede ir al Padre sino por Él. Él es el Santo de Israel, fiel a todas sus promesas; Él ha prometido glorificar a Cristo dándole a los gentiles por heredad. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |