Jehová es mi luz y mi salvación
8/28/2015
Salmos 27:1-6
El Señor, que es la luz del creyente, es la fortaleza de su vida; no sólo por Él quien vive, sino en el cual vive y se mueve. Fortalezcámonos en Dios. La graciosa presencia de Dios, su poder, su promesa, su disposición para oír oraciones, el testimonio de su Espíritu en los corazones de su pueblo; estos son el secreto de su Tabernáculo y en estos los santos encuentran la causa de esa santa seguridad y paz mental en que habitan cómodamente. El salmista ora por la comunión constante con Dios en las santas ordenanzas. Todos los hijos de Dios desean habitar en la casa de su Padre. No una estadía allí, como pasajero que se queda por una noche; ni habitar allí solo por un tiempo, como el sievo que no permanece en la casa para siempre; sino habitar allí todos los días de su vida, como hijos con su padre. ¿Esperamos que la alabanza de Dios sea la bienaventuranza en la eternidad? Seguro entonces que debemos hacerlo asunto importante de nuestro tiempo. Esto tenía en el corazón más que cualquier cosa. Sea lo que fuere el cristiano en esta vida, considera que el favor y el servicio de Dios es la única cosa necesaria. Esto desea, ora y procura, y en ello se regocija. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
January 2023
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