Muerto al pecado
1/7/2015
Romanos 6:1-10
El apóstol es muy completo al enfatizar la necesidad de la santidad. No la elimina al exponer la libre gracia del evangelio, antes bien muestra que la conexión entre justificación y santidad es inseparable. Sea aborrecido el pensamiento de seguir en pecado para que abunde la gracia. Los creyentes verdaderos están muertos al pecado, por tanto, no deben seguirlo. Nadie puede estar vivo y muerto al mismo tiempo. Necio es quien, deseando estar muerto al pecado, piensa que puede vivir en él. El bautismo enseña la necesidad de morir al pecado y ser como haber sido sepultado de toda empresa impía e inicua, y resucitar para andar con Dios en una vida nueva. Los profesantes impíos pueden tener la señal externa de una muerte al pecado y de un nuevo nacimiento a la justicia, pero nunca han pasado de la familia de Satanás a la de Dios. La naturaleza corrupta, llamada hombre viejo, porque derivó de Adán nuestro primer padre, en todo creyente verdadero está crucificada con Cristo por la gracia derivada de la cruz. Está debilitada y en estado moribundo, aunque todavía lucha por la vida, y hasta por la victoria. Pero todo el cuerpo de pecado, sea lo que sea que no concuerde con la santa ley de Dios, debe ser desechado para que el creyente no sea más esclavo del pecado, sino que viva para Dios y halle dicha en su servicio. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |