PLANTA MAS SEMILLAS
6/20/2025
2 Corintios 9:6-15
6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! El dinero que se da en caridad puede parecerle a la mente carnal que se tira a la basura, pero cuando se da desde los principios adecuados, es una semilla sembrada, de la que se puede esperar un valioso incremento. Debe darse con cuidado. Las obras de caridad, al igual que las demás obras buenas, deben hacerse con reflexión y diseño. La debida reflexión, en cuanto a nuestras circunstancias, y a los que vamos a aliviar, dirigirá nuestras donaciones para usos caritativos. La ayuda debe darse libremente, sea más o menos; no a regañadientes, sino alegremente. Mientras algunos dispersan, y sin embargo aumentan; otros retienen más de lo que corresponde, y esto tiende a la pobreza. Si tuviéramos más fe y amor, deberíamos malgastar menos en nosotros mismos, y sembrar más con la esperanza de un abundante incremento. ¿Puede un hombre perder haciendo lo que a Dios le agrada? Él es capaz de hacer que toda la gracia abunde hacia nosotros, y que abunde en nosotros; de dar un gran aumento de bienes espirituales y temporales. Puede hacer que tengamos suficiente en todas las cosas y que estemos contentos con lo que tenemos. Dios no sólo nos da lo suficiente para nosotros mismos, sino también aquello con lo que podemos suplir las necesidades de los demás, y esto debe ser como la semilla que se siembra. Debemos mostrar la realidad de nuestra sujeción al Evangelio, con obras de caridad. Esto será para el crédito de nuestra profesión, y para la alabanza y la gloria de Dios. Procuremos imitar el ejemplo de Cristo, siendo incansables en hacer el bien, y considerando más bienaventurado dar que recibir. Bendito sea Dios por el inefable don de su gracia, por el que capacita e inclina a algunos de los suyos a conceder a otros, y a otros a ser agradecidos por ello; y bendito sea su glorioso nombre por toda la eternidad, por Jesucristo, ese inestimable don de su amor, por el que éste y cualquier otro bien, perteneciente a la vida y a la piedad, nos son dados gratuitamente, más allá de toda expresión, medida o límite. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |
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