TENED FE EN DIOS
4/24/2019
Marcos 11:19-26
Los discípulos no podían pensar por qué la higuera se marchitó tan pronto, pero todos los que rechazan a Cristo se marchitan: eso representa el estado de la iglesia judía. No debemos descansar en ninguna religión que no nos haga fértiles en buenas obras. A partir de eso, Cristo les enseñó a orar con fe. Puede aplicarse a la fe poderosa con que son dotados todos los cristianos verdaderos y que hace maravillas en las cosas espirituales. Nos justifica, y así elimina montañas de culpa, que nunca se volverán a levantar en juicio contra nosotros. Purifica el corazón y, así, elimina montañas de corrupción, y las allana ante la gracia de Dios. Una diligencia grande ante el trono de la gracia es orar por el perdón de nuestros pecados; y preocuparse por esto debiera ser nuestro afán diario. orar con fe, sin dudar
4/18/2019
1 Timoteo 2:8-15
En los tiempos del evangelio la oración no debe limitarse a una casa de oración en particular, pero los hombres deben orar en todas partes. Debemos orar en nuestros cuartos, orar en nuestras familias, orar cuando comemos, orar cuando viajamos, y orar en las asambleas solemnes, sean públicas o privadas. Debemos orar con amor; sin ira ni contienda, sin enojo con nadie. Debemos orar con fe, sin dudar y sin debatir. Las mujeres que profesan la religión cristiana deben ser modestas para vestirse, sin demostrar un estilo inadecuadamente elegante u ostentoso o de alto costo. Las buenas obras son el mejor adorno, porque según el criterio de Dios, son de elevado precio. La modestia y la limpieza deben tomarse más en cuenta que la elegancia y la moda en cuanto a la ropa. Sería bueno que las que profesan una piedad seria estén totalmente libres de vanidad para vestirse. Deben gastar más tiempo y dinero en socorrer al pobre y al angustiado que en adornarse ellas mismas y sus hijos. Hacer esto en una forma inadecuada para su rango en la vida, y su profesión de piedad, es pecaminoso. Estas no son fruslerías, sino mandatos divinos. Los mejores adornos para quienes profesan la piedad son las buenas obras. PAZ AL ORAR
4/17/2019
Filipenses 4:2-9
Los creyentes sean unánimes y estén dispuestos a ayudarse mutuamente. Como el apóstol había hallado el beneficio de la asistencia de ellos, sabía cuán consolador sería para sus colaboradores tener la ayuda de otros. Procuremos asegurarnos que nuestros nombres estén escritos en el libro de la vida. El gozo en Dios es de gran importancia en la vida cristiana; es necesario llamar continuamente a ello a los cristianos. El gozo supera ampliamente todas las causas de pesar. Los enemigos deben darse cuenta de lo moderados que eran en cuanto a las cosas externas, y con cuánta moderación sufrían las pérdidas y las dificultades. El día del juicio llegará pronto, con la plena redención de los creyentes y la destrucción de los impíos. Es nuestro deber mostrar cuidadosa diligencia en armonía con una sabia previsión y con la debida preocupación; pero hay un afanarse de temor y desconfianza que es pecado y necedad, y sólo confunde y distrae la mente. Como remedio contra la preocupación que confunde se recomienda la constancia en la oración. No sólo los tiempos establecidos de oración, sino constancia en todo por medio de la oración. Todos nuestros privilegios y la salvación proceden de la misericordia gratuita de Dios, pero el goce de ellos depende de nuestra conducta santa y sincera. Estas son obras de Dios, pertenecientes a Dios, y a Él solo se deben atribuir y a nadie más, ni hombres, ni palabras ni obras. ¿Qué pide Jehová tu Dios de ti?
4/4/2019
Deuteronomio 10:12-22
Aquí se nos enseña nuestro deber para con Dios en nuestros principios y en la práctica. Tenemos que temer al Señor nuestro Dios. Debemos amarle y deleitarnos en la comunión con Él. Debemos andar por los caminos que Él nos ha preparado para caminar. Debemos servirle con todo nuestro corazón y alma. Lo que hagamos en su servicio hemos de hacerlo con gozo y buena voluntad. Hemos de obedecer sus mandamientos. Hay verdadera honra y placer en la obediencia. Debemos rendir honor a Dios; y a Él tenemos que unirnos como alguien a quien amamos, en quien nos deleitamos y confiamos, y en quien tenemos grandes esperanzas. Aquí se nos enseña nuestro deber para con el prójimo. Los dones comunes de Dios para la humanidad nos obligan a honrar a todos los hombres. Los que han pasado por dificultades y hallaron la misericordia de Dios, deben estar dispuestos para mostrar bondad a los que estén en la misma dificultad. OBEDECER POR AMOR
4/3/2019
Juan 14:12-17
Cualquier cosa que pidamos en el nombre de Cristo, que sea para nuestro bien y adecuada para nuestro estado, nos la dará. Pedir en el nombre de Cristo es invocar sus méritos y su intercesión, y depender de estos argumentos. El don del Espíritu es un fruto de la mediación de Cristo, comprado por su mérito y recibido por su intercesión. La palabra aquí empleada significa abogado, consejero, monitor y consolador. Él permanece con los discípulos hasta el fin del tiempo; sus dones y gracias alientan sus corazones. Las expresiones usadas, aquí y en otros pasajes, denotan una persona, y el oficio mismo incluye todas las perfecciones divinas. El don del Espíritu Santo es dado a los discípulos de Cristo, y no al mundo. Este es el favor que Dios da a sus elegidos: como fuente de santidad y dicha, el Espíritu Santo permanecerá con cada creyente para siempre. EL MAS GRANDE MANDAMIENTO
4/2/2019
Mateo 22:36-40
Un intérprete de la ley preguntó algo a nuestro Señor para probar no tanto su conocimiento como su juicio. El amor de Dios es el primer y gran mandamiento, y el resumen de todos los mandamientos de la primera tabla. Nuestro amor por Dios debe ser sincero, no sólo de palabra y lengua. Todo nuestro amor es poco para dárselo, por tanto todos los poderes del alma deben comprometerse con Él y ejecutados para Él. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos es el segundo gran mandamiento. Hay un amor propio que es corrompido y raíz de los pecados más grandes y debe ser dejado y mortificado; pero hay un amor propio que es la regla del deber más grande: hemos de tener el debido interés por el bienestar de nuestra alma y nuestro cuerpo. Debemos amar a nuestro prójimo tan verdadera y sinceramente como nos amamos a nosotros mismos; en muchos casos debemos negarnos a nosotros por el bien del prójimo. Por estos dos mandamientos moldeen, nuestro corazón. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
June 2023
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