!Gracias a Dios por su don inefable!
11/23/2015
2 Corintios 9:6-15
Si tuviésemos más fe y amor desperdiciaríamos menos en nosotros mismos, y sembraríamos más con la esperanza de un crecimiento abundante. —¿Puede un hombre perder haciendo aquello con que Dios se agrada? Él puede hacer que toda la gracia abunde para con nosotros, y que abunde en nosotros; puede dar un gran crecimiento de las buenas cosas espirituales y de las temporales. Puede hacer que tengamos suficiente en todas las cosas y que nos contentemos con lo que tenemos. Dios no sólo nos da bastante para nosotros mismos, sino además para que podamos suplir con ello las necesidades del prójimo, y esto debe ser como semilla para sembrar. Debemos mostrar la realidad de nuestra sujeción al evangelio por las obras de caridad. Esto será para mérito de nuestra confesión y para la alabanza y la gloria de Dios. Propongámonos imitar el ejemplo de Cristo, sin cansarnos de hacer el bien, y considerando que es más bienaventurado dar que recibir. Bendito sea Dios por el don inefable de su gracia, por la cual capacita e inclina a algunos de su pueblo a dar a los demás, y a otros a estar agradecidos por ello; y bendito sea para toda la eternidad su glorioso nombre por Jesucristo, el don de valor inapreciable de su amor, por medio del cual estas y todas las otras cosas, que pertenecen a la vida y la piedad, nos son dadas gratuitamente, más allá de toda expresión, medida o límite. Temprano yo te buscare
11/20/2015
Salmos 63:1-11
Temprano yo te buscaré. El cristiano verdadero dedica a Dios la hora más temprana. Abre los ojos de su entendimiento con los de su cuerpo, y cada mañana se despierta a la justicia. Se levanta con la sed de las consolaciones que el mundo no puede dar, y tiene el recurso inmediato de la Fuente del agua de vida por medio de la oración. El creyente verdadero está convencido de que nada de este mundo pecador puede satisfacer las necesidades y los deseos de su alma inmortal; él espera su felicidad de Dios, como porción suya. Cuando la fe y la esperanza se ejercen más, el mundo parece un desierto agotado y el creyente anhela los goces del cielo, de los cuales tiene algunos anticipos en las ordenanzas de Dios sobre la tierra. Aun en la aflicción no nos tiene que faltar motivo de alabanza. Cuando este es su estado de ánimo habitual, el creyente valora la benignidad de Dios más que la vida. La benignidad de Dios es nuestra vida espiritual, y es mejor que la vida temporal. Debemos alabar a Dios con labios de gozo; debemos dedicarnos a los deberes de la religión con alegría, y decir alabanzas a Dios desde un principio de gozo santo. Los labios que alaban deben ser labios de gozo. David estuvo en peligro continuo; la preocupación y el temor mantenían en vela sus ojos y le daban noches agobiadoras, pero se consolaba pensando en Dios. Las misericordias de Dios, cuando se evocan en las vigilias nocturnas, sostienen al alma, y dan gozo en la oscuridad. ¡Cuán dichosa será la última mañana en que el creyente, despertándose a la semejanza divina, sea satisfecho con toda la plenitud de Dios, y le alabe con labios de gozo, donde no hay noche y donde huyen la tristeza y el suspiro! Jehová será refugio al oprimido
11/19/2015
Salmos 9:7-14
Si queremos alabar a Dios aceptablemente, debemos alabarle con sinceridad, con todo nuestro corazón. Cuando damos gracias por alguna misericordia en particular, debemos recordar sus misericordias anteriores. No debemos regocijarnos en la dádiva tanto como en el Dador. Los triunfos del Redentor deben ser los triunfos del redimido. La omnipotencia de Dios es tal que Sus enemigos más fuertes y empecinados no pueden resistir. Estamos seguros que el juicio de Dios es según verdad y que en Él no hay injusticia. Por fe su pueblo puede acudir a Él como Refugio de ellos, y puede confiar en su poder y en su promesa y descansar en Él. Quienes saben que Él es el Padre eterno, le confiarán sus almas como cuidado principal, y confiarán en Él en todo tiempo, aun en el final, y por el cuidado constante procurarán ser aprobados por Él en todo el curso de sus vidas. ¿Quién es el que no busca a Aquel que nunca ha abandonado a quienes le buscan? Vv. 11-20. Quienes creen que Dios es para ser grandemente alabado, no sólo desean alabarle mejor; también desean que otros se unan a ellos. Vendrá el día en que se verá que Él no ha olvidado el clamor del humilde, tampoco el grito de la sangre de ellos ni el clamor de sus oraciones. November 18th, 2015
11/18/2015
Salmos 119:113-120
Aquí hay estremecimiento por la aparición del pecado, y de sus primeros comienzos. Mientras más amemos la ley de Dios, más alertas estaremos, no sea que los pensamientos vanos nos arrastren lejos de lo que amamos. Si queremos progresar en la obediencia de los mandamientos de Dios, debemos separarnos de los malhechores. El creyente no puede vivir sin la gracia de Dios, pero sostenido por su mano, será mantenida su vida espiritual. Nuestra santa seguridad se funda en el apoyo divino. Todo alejamiento de los estatutos de Dios es un error, y resultará fatal. La astucia de ellos es falsedad. Viene el día en que los impíos serán arrojados al fuego eterno, el lugar apropiado para la escoria. Véase lo que resulta del pecado. Ciertamente debemos temer los que reducimos mucho los afectos devotos, no sea que quedándonos aún la promesa de entrar al reposo celestial, alguno de nosotros no lo alcance, Hebreos iv, 1. Vivifícame, oh Jehová,
11/17/2015
Salms119:105-112
La palabra de Dios nos dirige en nuestra obra y camino, y el mundo sería indudablemente un lugar tenebroso sin ella. El mandamiento es lámpara que se mantiene encendida con el aceite del Espíritu, como luz que nos dirige al elegir nuestro camino y los pasos que damos en ese camino. Aquí se alude a la obediencia a los mandamientos de Dios por parte del pecador sometido a una dispensación de misericordia, la obediencia del creyente partícipe del pacto de gracia. El salmista es frecuentemente afligido pero con el anhelo de llegar a ser más santo; diariamente eleva oraciones pidiendo gracia vivificante. Nada podemos ofrecer a Dios que Él acepte, sino lo que a Él le plazca enseñarnos a hacer. Tener nuestra alma o vida continuamente en nuestras manos presupone el peligro constante de la vida; sin embargo, él no olvidaba las promesas ni los preceptos de Dios. Innumerables son las trampas puestas por los impíos; y dichoso es el siervo de Dios a quien ellos no han hecho errar de los preceptos de su Señor. Los tesoros celestiales son herencia eterna; todos los santos los aceptan como tales, por tanto pueden contentarse con poco de este mundo. Debemos buscar consuelo sólo en el camino del deber y ese deber debe cumplirse. Por gracia de Dios el hombre bueno pone su corazón en su obra que, entonces, se cumple bien. Soportando las pruebas
11/13/2015
Santiago 1:12-15
La tentación viene de nuestros malos deseos, no de parte de Dios. Empieza con malos pensamientos y se vuelve pecado cuando le damos lugar y permitimos que se convierta en acción. Así como la bola de nieve que baja rodando de una colina, la acción destructiva del pecado crece cuando lo dejamos actuar. El momento más apropiado para detener la bola de nieve es antes que sea demasiado grande o que haya adquirido tal velocidad que no podamos controlarla. Para mayores detalles sobre cómo escapar de la tentación. A menudo las personas que viven para Dios se preguntan por qué todavía tienen que soportar las tentaciones. ¿Las tienta Dios? Dios prueba a las personas pero no las tienta para conducirlas al pecado. Permite que Satanás las tiente a fin de refinar su fe y ayudarlas a que crezcan en su dependencia de Cristo. Podemos soportar la tentación del pecado si le pedimos a Dios fortaleza y decidimos actuar en obediencia a su Palabra. Es muy fácil condenar a otros y excusarnos por los malos pensamientos y por la conducta equivocada. Algunas excusas pueden ser: (1) es la culpa de la otra persona; (2) no lo pude resistir; 3) todos lo hacen; (4) fue solo un error; (5) nadie es perfecto; (6) el diablo me obligó a hacerlo; (7) fui presionado; (8) no sabía que era malo; (9) Dios me estaba tentando. Una persona que presenta excusas procura pasar su culpa a algo o a alguien. Un cristiano, sin embargo, acepta su responsabilidad por sus errores, los confiesa y pide el perdón de Dios. Tuyo, oh Jehová, es el reino
11/12/2015
1 Cronicas 29:10-19
No podemos formarnos una idea correcta de la magnificencia del templo y de los edificios que lo rodeaban, en los cuales se usaron tales cantidades de oro y plata. Pero las inescrutables riquezas de Cristo exceden el esplendor del templo, infinitamente más de lo que aquel superaba a la choza más pobre de la tierra. En lugar de jactarse de óbolos tan grandes, David agradeció solemnemente a Dios. Todo lo que ellos dieron para el templo del Señor, era de Él; si ellos intentaban retenerlo, la muerte los hubiera quitado prontamente de eso. El único uso que podían hacer de eso para su beneficio real, era consagrarlo al servicio de Aquel que lo dio. Una esperanza viva
11/11/2015
1 Pedro 1:1-9
La esperanza en el vocabulario mundano se refiere sólo a un bien incierto, porque todas las esperanzas mundanas son inestables, edificadas sobre arena, y las esperanzas del cielo que tiene el mundano son conjeturas ciegas y sin fundamento. Pero la esperanza de los hijos del Dios vivo es una esperanza viva; no sólo acerca de su objeto, sino también en su efecto. Vivifica y consuela en todas las angustias, capacita para enfrentar y superar todas las dificultades. La misericordia es la fuente de todo esto; sí, gran misericordia y misericordia múltiple. Esta bien cimentada esperanza de salvación es un principio activo y vivo de obediencia en el alma del creyente. El tema del gozo cristiano es la memoria de la felicidad puesta por delante. Es incorruptible no puede acabarse; es una fortuna que no se puede gastar. También es incontaminada lo que significa su pureza y perfección. Inmarcesible porque no es más o menos placentera a veces, sino siempre la misma, no cambia. Todas las posesiones de aquí están manchadas con defectos y fallas; aún falta algo: casas lindas que tienen preocupaciones tristes revoloteando en torno a sus techos dorados y bien pintados; camas blandas y mesas llenas, a menudo con cuerpos enfermos y estómagos revueltos. Todas las posesiones están manchadas de pecado, sea al obtenerlas o al usarlas. ¡Cuán prontos estamos para hacer de las cosas que tenemos ocasión e instrumento de pecado, y pensar que no hay libertad ni deleite en su uso, sin abusar de ellas! Las posesiones mundanas son inciertas y pronto pasan como las flores y las plantas del campo. Eso debe ser del más alto valor, ya que se pone en el lugar mejor y más elevado: el cielo. Dichosos aquellos cuyos corazones pone el Espíritu Santo en esta herencia. Dios no sólo da gracia a su pueblo, pero lo preserva para gloria. Humillación y exaltación de Cristo
11/9/2015
Filipenses 2:1-4
Estas son otras exhortaciones a los deberes cristianos; a la unanimidad, a la humildad, conforme al ejemplo del Señor Jesús. La bondad es la ley del reino de Cristo, la lección de su escuela, el uniforme de su familia. Se mencionan diversos motivos para el amor fraternal. Si esperáis o experimentáis el beneficio de las compasiones de Dios para sí mismo, sed compasivos unos con otros. Es el gozo de los ministros ver la unanimidad de su gente. Cristo vino a hacernos humildes para que no haya entre nosotros espíritu de orgullo. Debemos ser severos con nuestras propias faltas, y rápidos para observar nuestros defectos, pero estar dispuestos para favorecer con concesiones al prójimo. Debemos cuidar bondadosamente a los demás, y no meternos en asuntos ajenos. No se puede disfrutar de paz interior ni exterior sin humildad. Proverbios 15:28-33
El justo piensa sus respuestas antes de hablar. El impío no espera para hablar porque no le importan los efectos que provoquen sus palabras. Es importante tener algo que decir, pero es también importante pensar antes lo que vamos a decir. ¿Mide con cuidado sus palabras o lanza sus pensamientos sin preocuparse del impacto que tendrán? El hombre bueno resulta ser hombre sabio por esto: gobierna bien su lengua. El temor del Señor nos dispondrá a escudriñar las Escrituras con reverencia; y nos hará seguir la dirección del Espíritu Santo. Cuando depositamos humildemente toda nuestra dependencia en la gracia de Dios, somos exaltados en la justicia de Cristo. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |