UNA VEZ Y PARA SIEMPRE
6/21/2023
Hebreos 9:23-28
El sacrificio de Cristo quita el pecado. 23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Evidente es que los sacrificios de Cristo son infinitamente mejores que los de la ley, que no podían procurar el perdón por el pecado ni impartir poder contra el pecado que hubiera seguido sobre nosotros, y hubiera tenido dominio de nosotros, pero Jesucristo, por un sacrificio, destruyó las obras del diablo, para que los creyentes fuesen hechos justos, santos y felices. Como ninguna sabiduría, conocimiento, virtud, riqueza o poder puede impedir que muera uno de la raza humana, así nada puede librar a un pecador de ser condenado en el día del juicio, salvo el sacrificio expiatorio de Cristo; ni tampoco será salvado del castigo eterno aquel que desprecie o rechace esta gran salvación. El creyente sabe que su Redentor vive y que lo verá. Aquí está la fe y la paciencia de la Iglesia, de todos los creyentes sinceros. De ahí, pues, su oración continua como fruto y expresión de la fe de ellos. Amén, así sea, ven, Señor Jesús. MI FORTALEZA Y REFUGIO
6/14/2023
Salmo 59: 9-17
9 A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa. 10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo. 11 No los mates, para que mi pueblo no olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, Oh Jehová, escudo nuestro. 12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren. 13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; Y sépase que Dios gobierna en Jacob Hasta los fines de la tierra. Selah Selah 14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros, Y rodeen la ciudad. 15 Anden ellos errantes para hallar qué comer; Y si no se sacian, pasen la noche quejándose. 16 Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. 17 Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. Es sabiduría y deber nuestro esperar en Dios en los momentos de peligro y dificultad, porque Él es nuestra defensa, en quien estaremos a salvo. Para nosotros es muy consolador, cuando oramos, mirar a Dios como el Dios de nuestra misericordia, autor de todo lo bueno en nosotros y el dador de todo lo bueno para nosotros. El impío nunca está satisfecho, lo cual es la miseria más grande en situación de pobreza. Si el hombre contento no tiene lo que quisiera tener, no pelea con la Providencia, ni se afana interiormente. No es la pobreza, sino el descontento lo que hace infeliz al hombre. David alaba a Dios porque muchas veces, y siempre, ha hallado su refugio en Él en el día de la angustia. Quien es todo esto para nosotros, ciertamente es digno de nuestros mejores afectos, alabanzas y servicios. Las pruebas de su pueblo terminarán en gozo y alabanza. Cuando se acabe la noche de la aflicción, en la mañana cantarán del poder y misericordia del Señor. Alábenle ahora los creyentes, en fe y esperanza segura, por las misericordias por las cuales se gozarán y le alabarán por siempre. ATENTO PARA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS
6/13/2023
Habacuc 2:2-4
Jehová responde a Habacuc 1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. 2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. 3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. 4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá. Debemos estar en guardia contra las tentaciones de ser impacientes cuando estamos inquietos y confundidos con dudas sobre los métodos de la providencia. Cuando hemos derramado quejas y peticiones ante Dios, debemos observar las respuestas que Dios da por su palabra, su Espíritu, y providencia, lo que el Señor dirá a nuestro caso. Dios no desilusionará las expectativas de fe de los que esperan oír lo que Él les dirá. Todos son aludidos en las verdades de la palabra de Dios. Aunque el favor prometido sea largamente postergado, al final llegará y nos recompensará abundantemente por esperar. El pecador humilde, de corazón quebrantado y arrepentido, solo busca obtener un interés en esta salvación. Descansará su alma en la promesa y en Cristo, en quien y por medio del cual le es dada. Así, pues, anda, trabaja, y vive por fe, persevera hasta el fin y es exaltado a la gloria; en cambio, los que desconfían de, o desprecian la absoluta suficiencia de Dios, no andarán rectamente con Él. El justo vivirá por la fe en estas preciosas promesas mientras se difiera su cumplimiento. Sólo los que son hechos justos por la fe, vivirán, serán felices aquí y para siempre. EL PACTO DE DIOS
6/12/2023
Génesis 17:1-10
La circuncisión, señal del pacto 17 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. 3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. 5 Y no se llamará más tu nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b] porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. 8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. 9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. 10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Dios Todopoderoso es una traducción de la palabra hebrea El Shadai, cuya raíz indica la suficiencia de Dios ante la fragilidad humana. En Génesis se usa particularmente en situaciones cuando la gente se halla muy presionada y necesita hallar seguridad. Los cambios de nombre corresponden, o a un cambio de carácter, o a un llamado especial de Dios. El nombre de Abram es cambiado de «padre eminente» al de «padre de una multitud». A pesar de su nuevo nombre, Abraham todavía no había recibido el hijo prometido por medio de Sarai, quien ya casi tenía 90 años de edad. Las palabras que hablamos, confesión de fe. Una de las enseñanzas explícitas de la Biblia se refiere a la importancia de las palabras que utilizamos. En este texto Dios cambia el nombre de Abram a Abraham y le promete que llegará a ser el padre de muchas naciones. «Abram» significa «Patriarca» o «Padre supremo». «Abraham» significa «Padre de una multitud». De esta manera Dios se aseguraba que cada vez que Abraham escuchara o pronunciara su nombre se acordara de la promesa divina. El principio: Permite que las palabras divinas, que revelaron su voluntad y su promesa para tu vida, lleguen a fijarse en tu mente y gobiernen tu conversación, así como el cambio de nombre de Abraham moldeó su concepto de sí mismo. No te des un «nombre» por debajo de lo que Dios quiere de ti. En heredad perpetua : La tierra fue dada al pueblo escogido por medio de esta promesa. Dios estableció un pacto incondicional, válido, fuese o no fiel la descendencia de Abraham. La tierra pertenecía a Dios, y Dios la entregaba a sus elegidos. Un pacto, alianza, tratado, acuerdo, compromiso, fianza. Esta es una de las palabras de mayor importancia teológica en la Biblia. Aparece más de 250 veces en el Antiguo Testamento. Aquí el compromiso irrevocable de Dios consiste en que el Señor será Dios de Abraham y sus descendientes para siempre Esta es la mayor provisión del pacto con Abraham, es la piedra angular de la relación eterna de Israel con Dios, una verdad confirmada por David (2Sa 7:24), por el Señor mismo (Jer 33:24-26), y por Pablo (Rom 9:4; Rom 11:2, Rom 11:29). 17 . 11. CUMPLIDOR DE PROMESAS
6/2/2023
Dios se aparece a Jacob en Bet-el
Genesis 28:10-15 10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. 11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. 12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. 13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. 16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. 17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo. 18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella. 19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. El tiempo de Dios para visitar a su gente con sus consolaciones es cuando están completamente privados de otros consuelos y de otros consoladores. Jacob vio una escalera que iba de la tierra al cielo, los ángeles subiendo y bajando por ella y al mismo Dios en lo alto de ella. Esto representa: 1. La providencia de Dios, por la cual se mantiene un intercambio constante entre el cielo y la tierra. Esto hace saber a Jacob que él tenía a la vez un buen guía y guardián. 2. La mediación de Cristo. Él es esta escalera; el pie en la tierra es su naturaleza humana; lo alto en el cielo es su naturaleza divina. Cristo es el Camino; todos los favores de Dios vienen a nosotros y todos nuestros servicios van a Él por Cristo, Juan 1:51. Por este camino los pecadores se acercan al trono de la gracia con aceptación. Por fe vemos este camino y, en oración, nos acercamos a él. En respuesta a la oración recibimos todas las necesarias bendiciones de la providencia y la gracia. No tenemos camino para llegar al cielo sino por Cristo. Cuando el alma, por fe, puede ver estas cosas, entonces, todo lugar se volverá agradable y toda perspectiva, gozosa. Él nunca nos dejará hasta que su última promesa sea cumplida para nuestra felicidad eterna. Dios habló ahora consoladoramente a Jacob. Le habló desde lo alto de la escalera. Todas las felices nuevas que recibimos del cielo vienen por medio de Jesucristo. El Mesías debía venir de Jacob. Cristo es la gran bendición del mundo. Todos los que son bendecidos, son bendecidos en Él, y nadie, de ninguna familia queda fuera de la bendición en Él sino aquellos que se excluyen a sí mismos. Jacob tenía que temer el peligro de su hermano Esaú, pero Dios promete guardarle. Él tenía un largo viaje por delante a un país desconocido pero, “He aquí, yo estoy contigo”y Dios promete traerlo de vuelta a esta tierra. Parecía abandonado por todos sus amigos, pero Dios le dio esta seguridad, Yo no te dejaré. Dios nunca abandona al que ama. ESPERANZA HASTA EL FINAL
6/1/2023
Hebreos 6:11-20
11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. 15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. La esperanza aquí aludida es esperar con seguridad las cosas buenas prometidas por medio de esas promesas, con amor, deseo y valorándolas. La esperanza tiene sus grados como también los tiene la fe. La promesa de bendición que Dios ha hecho a los creyentes está, desde el eterno propósito de Dios, establecida entre el Padre eterno, el Hijo y el Espíritu Santo eternos. Se puede confiar con toda seguridad de esta promesa de Dios, porque aquí tenemos dos cosas inmutables, el consejo y el voto de Dios, en que es imposible que Dios mienta, porque sería contrario a su naturaleza y a su voluntad. Como no puede mentir, la destrucción del incrédulo y la salvación del creyente son igualmente ciertas. Nótese aquí que tienen derecho por herencia a las promesas aquellos a quienes Dios ha dado seguridad plena de la dicha. Los consuelos de Dios son suficientemente fuertes para sostener a su pueblo cuando está sometido a sus pruebas más pesadas. Aquí hay un refugio para todos los pecadores que huyen a la misericordia de Dios por medio de la redención en Cristo, conforme al pacto de gracia, dejando de lado a todas las demás confianzas. Estamos en este mundo como un barco en el mar, zarandeado de arriba abajo y corriendo el peligro de naufragar. Necesitamos un ancla que nos mantenga seguros y firmes. La esperanza del evangelio es nuestra ancla en las tormentas de este mundo. Es segura y firme, pues, de lo contrario no podría mantenernos así. La gracia gratuita de Dios, los méritos y la mediación de Cristo y las poderosas influencias de Su Espíritu, son las bases de esta esperanza, así que es una esperanza segura. Cristo es el objeto y el fundamento de la esperanza del creyente. Por tanto, depositemos nuestros afectos en las cosas de lo alto y esperemos con paciencia su manifestación, cuando nosotros nos manifestaremos con Él ciertamente en gloria. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |