Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
6/29/2015
Salmos 51:1-12
La sangre de Cristo rociada sobre la conciencia, borra la transgresión, y, habiéndonos reconciliado con Dios, nos reconcilia con nosotros mismos. El creyente anhela ver borrada toda la deuda de sus pecados, y limpia cada mancha; será lavado completamente de todos sus pecados; pero el hipócrita siempre tiene una reserva secreta, y preferiría que no se le tocara alguna concupiscencia favorita. David tenía un sentido tan profundo de su pecado que estaba pensando continuamente en él, con pesar y vergüenza. Su pecado lo cometió contra Dios, cuya verdad negamos pecando voluntariamente; lo tratamos engañosamente. El penitente verdadero siempre atribuirá las corrientes de pecado actual a la fuente de la depravación original. Confiesa su corrupción original. Esta es esa necedad que está ligada al corazón del joven, esa inclinación al mal, y el rechazo del bien, que es la carga del regenerado y la ruina del inconverso. En su arrepentimiento, se le estimula a esperar que Dios le acepte por gracia. Tú amas la verdad en lo íntimo; Dios mira esto en el pecador que se vuelve a Él. Donde haya verdad Dios dará sabiduría. Quienes sinceramente se proponen cumplir con su deber, serán enseñados lo que corresponde a su deber; pero esperarán el bien sólo de la gracia divina que vence la naturaleza corrupta de ellos. Fiel es el que prometió
6/26/2015
Hebreos 10:19-25
Habiendo terminado la primera parte de la epístola, el apóstol aplica la doctrina a propósitos prácticos. Como los creyentes tenían el camino abierto a la presencia de Dios, entonces les convenía usar este privilegio. El camino y los medios por los cuales los cristianos disfrutan de estos privilegios pasa por la sangre de Jesús, por el mérito de esa sangre que Él ofrendó como sacrificio expiatorio. El acuerdo de la santidad infinita con la misericordia que perdona, no se entendió claramente hasta que la naturaleza humana de Cristo, el Hijo de Dios, fue herida y molida por nuestros pecados. Nuestro camino al cielo pasa por el Salvador crucificado; su muerte es para nosotros el camino de vida y para los que creen esto, Él es precioso. Deben acercarse a Dios; sería despreciar a Cristo seguir de lejos. Sus cuerpos tenían que ser lavados con agua pura, aludiendo a los lavamientos ordenados por la ley: de esta manaera, el uso del agua en el bautismo era para recordar a los cristianos que sus conductas deben ser puras y santas. Como ellos derivan consuelo y gracia de su Padre reconciliado a sus propias almas, adornan la doctrina de Dios su Salvador en todas las cosas. Los creyentes tienen que considerar cómo pueden servirse los unos a los otros, especialmente estimulándose unos a otros al ejercicio más vigoroso y abundante del amor, y a la práctica de las buenas obras. La comunión de los santos es una gran ayuda y privilegio, y un medio de constancia y perseverancia. Debemos observar la llegada de tiempos de prueba, y por ellos ser despertados a una mayor diligencia. Hay un día de prueba que viene para todos los hombres: el día de nuestra muerte. Deuteronomio 8:1-11
Jesús citó este texto en Mat_4:4, cuando confrontó las tentaciones de Satanás en el desierto. El mensaje obvio de este pasaje es que el alma no puede sobrevivir sin la diaria Palabra de Dios. El hecho de que se establezca un paralelo con el maná que sirvió de alimento a Israel en el desierto, pone en evidencia que el creyente debe procurar una porción regular de la Palabra de Dios y alimentarse de ella. Esto no es una cuestión de deber legal, o sea el determinar la salvación personal, sino un asunto de responsabilidad personal que decide nuestra incorporación a la senda del discipulado. Sin embargo, que nadie suponga que se puede sobrevivir espiritualmente sin alimentarse de la Palabra de Dios. En 1Pe_2:2 se declara que la Palabra de Dios es tan esencial para el creyente como la leche para un infante. Pero así como resulta imperativo que aceptemos su Palabra para nuestra supervivencia, también debemos reconocer que Dios la ha provisto de dulzura a fin de que sea fuente de regocijo en nuestras vidas Bendito sea el Señor
6/24/2015
Salmos 68:19-21
La gloria del rey de Sion es ser Salvador y Benefactor de todo su pueblo voluntario, y es fuego consumidor para todos los que persisten en rebelión. Tantos y tan pesados son los dones del tesoro de Dios que, verdaderamente, se puede decir que Él nos colma con ellos. Él no nos dejará con las cosas presentes como porción, sino que será el Dios de nuestra salvación. El Señor Jesús tiene autoridad y poder para rescatar a su pueblo del dominio de la muerte, quitándole el aguijón de ella cuando mueren, y les da la victoria completa sobre la muerte cuando resucitan. La corona de la cabeza, principal orgullo y gloria del enemigo, será derribada; Cristo aplastará la cabeza de la serpiente. Pensamientos de paz, y no de mal
6/19/2015
Jeremias 29:11-14
A todos nos alienta un líder que nos motiva a seguir adelante, alguien que cree que podemos llevar a cabo la tarea que nos ha encomendado y que estará con nosotros a lo largo del camino. Dios es esa clase de líder. Conoce el futuro y sus planes para nosotros son buenos y están llenos de esperanza. Mientras el Dios que conoce el futuro nos proporcione nuestra agenda y vaya con nosotros cuando realizamos su misión, tendremos esperanza ilimitada. Esto no significa que no tendremos dolor, problemas ni sufrimiento, sino que Dios nos ayudará a llegar a un final glorioso. Dios no olvidó a su pueblo, aun cuando estaba cautivo en Babilonia. Planeó darles un nuevo comienzo con un nuevo propósito: convertirlos en nuevas personas. En momentos de profundos problemas, tal vez parezca que Dios se ha olvidado de usted. Pero quizás lo prepara, como lo hizo con el pueblo de Judá, para un nuevo comienzo con El en el centro de su vida. De acuerdo al plan sabio de Dios, su pueblo iba a tener esperanza y futuro. Por consiguiente, podrían clamar a El en confianza. A pesar de que los cautivos se encontraban en un lugar y tiempos difíciles, no debían desesperarse porque tenían la presencia de Dios, el privilegio de la nación y la gracia de Dios. Podemos buscar y encontrar a Dios cuando lo buscamos de todo corazón. Tierras extrañas, tristezas, frustración o problemas físicos, no pueden romper esa comunión. La sabiduría que viene de Dios
6/18/2015
santiago 1:1-11
El cristianismo enseña a los hombres a estar gozosos en las tribulaciones; tales ejercicios vienen del amor de Dios; y las pruebas del camino del deber darán lustre a nuestras virtudes ahora y a nuestra corona al final. En los tiempos de prueba preocupémonos que la paciencia actúe en nosotros, y no la pasión; lo que se diga o haga, sea la paciencia la que lo diga y haga. Todo lo necesario para nuestra carrera y guerra cristiana será otorgada cuando la obra de la paciencia esté completa. No debemos orar pidiendo que la aflicción sea eliminada, tanto como pidiendo sabiduría para usarla correctamente. la promesa es: a todo aquel que pida, le será dado. Una mente que se ocupe en considerar, de manera única y dominante, su interés espiritual eterno, y que se mantiene firme en sus propósitos para Dios, crecerá sabia por las aflicciones, continuará ferviente en sus devociones y se levantará por sobre las pruebas y las oposiciones. Cuando nuestra fe y espíritu se levantan y caen con las causas secundarias, nuestras palabras y acciones serán inestables. Esto no siempre expone a los hombres al desprecio del mundo, pero esos caminos no pueden agradar a Dios. Ninguna situación de la vida es tal que impida regocijarse en Dios. Los de baja condición pueden regocijarse si son exaltados a ser ricos en fe y herederos del reino de Dios; y los ricos pueden regocijarse con las providencias humillantes que los llevan a una disposición mental humilde y modesta. La riqueza mundana es cosa que se agota. Entonces, que el que es rico se regocije en la gracia de Dios que lo hace y mantiene humilde; y en las pruebas y ejercicios que le enseñan a buscar la dicha en Dios y de Él, no en los placeres perecederos. ¿Creéis que puedo hacer esto?
6/17/2015
Mateo 9:27-31
En esa época los judíos esperaban que apareciera el Mesías; estos ciegos supieron y proclamaron en las calles de Capernaum que había venido, y que era Jesús. Los que, por la providencia de Dios, han perdido la vista física, por gracia de Dios, pueden tener plenamente iluminados los ojos de su entendimiento. Sean las que sean nuestras necesidades y cargas, no necesitamos más provisión y apoyo que participar en la misericordia de nuestro Señor Jesús. En Cristo hay suficiente para todos. Ellos lo siguieron gritando en voz alta. Iba a probar su fe, y nos enseñaría a orar siempre y no desmayar, aunque la respuesta no llegue de inmediato. Ellos siguieron a Cristo y lo siguieron clamando, pero la gran pregunta es: ¿Crees tú? La naturaleza puede hacernos fervorosos, pero es sólo la gracia la que puede obrar la fe. Cristo tocó sus ojos. Él da vista a las almas ciegas por el poder de su gracia que va unida a su palabra, e imparte la cura sobre la fe de ellos. Los que apelan a Jesucristo serán tratados, no conforme a sus fantasías ni a su profesión, sino conforme a su fe. A veces Cristo ocultaba sus milagros porque no quería dar pie al engaño que prevalecía entre los judíos de que su Mesías sería un príncipe temporal, y así, dar ocasión a que el pueblo intentara tumultos y sediciones. Jehová peleará por vosotros
6/16/2015
Exodo 14: 10-14
No había camino abierto para Israel, sino hacia arriba y, de ahí, vino la liberación de ellos. Nosotros podemos estar en el camino del deber, siguiendo a Dios, y avanzando hacia el cielo, pero podemos estar rodeados de tribulaciones. Algunos clamaron al Señor; el temor los hizo orar y eso estuvo bien. Dios nos pone en aprietos para ponernos de rodillas. Otros clamaron contra Moisés; el miedo los hizo murmurar como si Dios no fuera aún capaz de hacer milagros. Ellos riñeron con Moisés por haberlos sacado de Egipto y, así, estaban enojados con Dios por la bondad más grande que se les había hecho; así de groseros son los absurdos de la incredulidad. Moisés dice: No temáis. Cuando no podamos salir de los problemas, siempre es nuestro deber e interés, ponernos por sobre nuestros temores; que aviven nuestras oraciones y esfuerzos, pero que no silencien nuestra fe y esperanza. —“Estad firmes”; no penséis en salvaros a vosotros mismos luchando o huyendo; esperad las órdenes de Dios y obedecedlas. Conservad la serenidad, confiados en Dios para que penséis pacíficamente en la gran salvación que Dios está por obrar por vosotros. Si Dios permite que su pueblo esté en aprietos, hallará el camino para sacarlos. Arraigados y fundados en amor
6/15/2015
Efesios 3:13-21
El apóstol parece estar más ansioso por los creyentes, no sea que se desanimen y desfallezcan por sus tribulaciones, que por lo que él mismo tenía que soportar. Pide bendiciones espirituales que son las mejores bendiciones. La fuerza del Espíritu de Dios en el hombre interior; fuerza en el alma; el poder de la fe para servir a Dios y cumplir nuestro deber. Si la ley de Cristo está escrita en nuestros corazones, y el amor de Cristo es derramado por todas partes, entonces Cristo habita en él. Donde habita su Espíritu, ahí habita Él. Desearíamos que los buenos afectos fueran fijados a nosotros. ¡Cuán deseable es tener la sensación firme del amor de Dios en Cristo en nuestras almas! —¡Con cuánta fuerza habla el apóstol del amor de Cristo! La anchura muestra su magnitud a todas las naciones y rangos; la longitud, que va de eternidad a eternidad; la profundidad, la salvación de los sumidos en las profundidades del pecado y la miseria; la altura, su elevación a la dicha y gloria celestiales. Puede decirse que están llenos con la plenitud de Dios los que reciben gracia por gracia de la plenitud de Cristo. ¿No debiera esto satisfacer al hombre? ¿Debe llenarse con mil engaños, jactándose que con esas completa su dicha? Siempre es apropiado terminar las oraciones con alabanza. Esperemos más, y pidamos más, alentados por lo que Cristo ya ha hecho por nuestras almas, estando seguros de que la conversión de los pecadores y el consuelo de los creyentes, será para su gloria por siempre jamás. La preeminencia del amor
6/12/2015
1 Corintios 13:1-10
Algunos de los efectos del amor se estipulan aquí para que sepamos si tenemos esta gracia; y si no la tenemos, no descansemos hasta tenerla. Este amor es una prueba clara de la regeneración y es la piedra de toque de nuestra fe profesada en Cristo. Se quiere mostrar a los corintios con esta bella descripción de la naturaleza y los efectos del amor que, en muchos aspectos, su conducta era un claro contraste con aquel. El amor es el enemigo enconado del egoísmo; no desea ni procura su propia alabanza u honra o provecho o placer. No se trata de que el amor destruya toda consideración de nosotros mismos, ni de que el hombre caritativo deba descuidarse a sí mismo y todos sus intereses. El amor nunca busca lo suyo a expensas del prójimo o descuidando a los demás. Hasta prefiere el bienestar del prójimo antes que su ventaja personal. —¡De qué naturaleza buena y amable es el amor cristiano! ¡Cuán excelente parecería el cristianismo al mundo si los que lo profesan estuvieran más sometidos a este principio divino, y prestaran debida atención al mandamiento en que su bendito Autor pone el énfasis principal! Preguntémonos si este amor divino habita en nuestros corazones. Este principio ¿nos ha llevado a conducirnos como corresponde con todos los hombres? ¿Estamos dispuestos a dejar de lado los objetivos y finalidades egoístas? He aquí un llamado a estar alertas, diligentes y orando. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |