Jehová es mi luz y mi salvación
8/28/2015
Salmos 27:1-6
El Señor, que es la luz del creyente, es la fortaleza de su vida; no sólo por Él quien vive, sino en el cual vive y se mueve. Fortalezcámonos en Dios. La graciosa presencia de Dios, su poder, su promesa, su disposición para oír oraciones, el testimonio de su Espíritu en los corazones de su pueblo; estos son el secreto de su Tabernáculo y en estos los santos encuentran la causa de esa santa seguridad y paz mental en que habitan cómodamente. El salmista ora por la comunión constante con Dios en las santas ordenanzas. Todos los hijos de Dios desean habitar en la casa de su Padre. No una estadía allí, como pasajero que se queda por una noche; ni habitar allí solo por un tiempo, como el sievo que no permanece en la casa para siempre; sino habitar allí todos los días de su vida, como hijos con su padre. ¿Esperamos que la alabanza de Dios sea la bienaventuranza en la eternidad? Seguro entonces que debemos hacerlo asunto importante de nuestro tiempo. Esto tenía en el corazón más que cualquier cosa. Sea lo que fuere el cristiano en esta vida, considera que el favor y el servicio de Dios es la única cosa necesaria. Esto desea, ora y procura, y en ello se regocija. Confiad en Jehová perpetuamente
8/27/2015
Isaias 26:1-4
En aquel día”parece significar cuando la Babilonia del Nuevo Testamento sea derribada al suelo. La promesa y el pacto inmutable del Señor son los muros de la Iglesia de Dios. Las puertas de la ciudad estarán abiertas. Entonces exhortemos a los pecadores a unirse al Señor. Tú los guardarás en paz; en completa paz, paz interior, paz exterior, paz con Dios, paz de conciencia, paz en todos los tiempos, en todas las circunstancias. Confía en el Señor para esa paz, esa porción, que será para siempre. Cualquiera sea la cosa en que confiemos en el mundo, durará sólo un momento, pero los que confían en Dios no sólo hallarán fuerza en Él para llevarlos a esa bendición que es para siempre, sino que la recibirán de Él. Entonces, reconozcámosle en todos nuestros caminos y confiemos en Él en todas las pruebas. Salmos 119:103-112
Nos gusta pensar en lo que amamos. Toda sabiduría verdadera es de Dios. El hombre bueno lleva consigo su Biblia, si no en sus manos, de todos modos en su cabeza y en su corazón. Por meditar los testimonios de Dios entendemos más que nuestros profesores, cuando entendemos nuestros propios corazones. La palabra escrita es una guía más segura al cielo que todos los padres, los profesores y ancianos de la Iglesia. No podemos atender a Dios en los deberes santos, con algún consuelo o franqueza, mientras somos culpables o estamos en cualquier desvío. Fue la gracia divina de su corazón lo que capacitó al salmista para recibir estas instrucciones. El alma tiene sus gustos, como el cuerpo. Nuestro deleite por la palabra de Dios será más grande cuando menos sea el deleite por el mundo y la carne. El camino del pecado es camino malo; y mientras más entendimiento obtengamos de los preceptos de Dios, más arraigado será nuestro odio del pecado; y más preparados estamos en las Escrituras, mejor equipados estamos para responder a la tentación. Mi alma tiene sed de Dios
8/21/2015
Salmos 42:1-11
El camino para olvidar nuestras miserias es recordar al Dios de nuestras misericordias. David vio aflicciones procedentes de la ira de Dios y eso lo desanimó. Pero si un problema sigue al otro, si todo parece combinarse para arruinarnos, recordemos que todos son planificados y gobernados por el Señor. David considera el favor divino como la fuente de todo el bien que él espera. En el nombre del Salvador esperamos y oramos. Una palabra suya calma toda tormenta y vuelve en luz de mediodía las tinieblas de la medianoche, cambia las quejas más amargas en alabanzas de regocijo. Nuestra expectativa de fe en la misericordia debe avivar nuestras oraciones. A la larga, su fe salió vencedora, animándolo a confiar en el nombre del Señor y a permanecer en su Dios. Agrega: Y Dios mío ; este pensamiento le capacitó para triunfar sobre todas sus penas y temores. Nunca pensemos que el Dios de nuestra vida y la Roca de nuestra salvación, se ha olvidado de nosotros si hemos establecido nuestro refugio en su misericordia, verdad y poder. Así, el salmista luchó contra su desencanto; por fin, obtuvieron la victoria su fe y esperanza. Aprendamos a controlar todas las dudas y los temores incrédulos. Apliquemos la promesa primero a nosotros y, luego, pidámosla a Dios. Salmos 16:1-11
El corazón de David estaba contento: había descubierto el secreto del gozo. El verdadero gozo va más allá de la felicidad. Podemos sentirlo a pesar de los problemas más profundos. Podemos identificarnos con los salmos pues expresan nuestros sentimientos. Todos enfrentamos problemas, como los salmistas cientos de años atrás, y con frecuencia reaccionamos como ellos lo hicieron. En el Salmo 3, David le dice a Dios cómo se siente acerca de las probabilidades en su contra. Pero luego de tres versículos, el rey se da cuenta de que la presencia y el cuidado de Dios anulaban las probabilidades. Esta experiencia se ve repetida en varios salmos. Por lo general, la esperanza y la confianza en Dios sobrepasan el temor y el sufrimiento, pero algunas veces no. Aun así, los salmistas derramaban sus pensamientos y emociones delante de Dios. Cuando se sentían abandonados por Dios, se lo decían. Cuando se sentían impacientes porque Dios tomaba mucho tiempo en contestar sus oraciones, se lo decían. Se sentían en libertad de ser hombres y sinceros con su Creador porque reconocían la diferencia entre ellos y Dios. Es por eso que tantos de los salmos sombríos terminan en la luz. ¡Los salmistas empezaban expresando sus sentimientos y terminaban recordando con quién estaban hablando! A pesar de que tenemos mucho en común con los salmistas, somos diferentes en dos sentidos: Puede que no le digamos a Dios lo que pensamos o sentimos y, por lo tanto, ¡tampoco reconocemos, ni siquiera vagamente, quién es el que escucha nuestras oraciones! Cuando lea Salmos, tome en cuenta este esquema y ponga la visión del salmista a prueba. Puede que su apreciación y su conocimiento de Dios crezcan en la medida que usted es sincero con El. El que tiene al Hijo, tiene la vida
8/19/2015
1Juan 5:9-12
Nada puede ser más absurdo que la conducta de los que dudan de la verdad del cristianismo, mientras en los asuntos corrientes de la vida no vacilan en proceder basados en el testimonio humano, y considerarían desquiciado a quien declinara hacerlo así. El cristiano verdadero ha visto su culpa y miseria, y su necesidad de un Salvador así. Ha visto lo adecuado de tal Salvador para todas sus necesidades y circunstancias espirituales. Ha encontrado y sentido el poder de la palabra y la doctrina de Cristo, humillando, sanando, vivificando y consolando su alma. Tiene una nueva disposición y nuevos deleites, y no es el hombre que fue anteriormente. Pero aún halla un conflicto consigo mismo, con el pecado, con la carne, el mundo y las potestades malignas. Pero halla tal fuerza de la fe en Cristo, que puede vencer al mundo y seguir viaje hacia uno mejor. Tal seguridad tiene el creyente del evangelio: tiene un testigo en sí mismo que acaba con toda duda del tema, salvo en las horas de tinieblas o conflicto; pero no pueden sacarlo de su fe en las verdades principales del evangelio. Aquí está lo que hace tan espantoso el pecado del incrédulo: el pecado de la incredulidad. Él trata de mentiroso a Dios; porque no cree el testimonio que Dios dio de su Hijo. En vano es que un hombre alegue que cree el testimonio de Dios en otras cosas, mientras lo rechaza en esto. El que rehúsa confiar y honrar a Cristo como Hijo de Dios, el que desdeña someterse a su enseñanza como Profeta, a confiar en su expiación e intercesión como gran Sumo Sacerdote u obedecerle como Rey, está muerto en pecado, bajo condenación; una moral externa, conocimiento, formas, nociones o confianzas de nada le servirán. Proverbios 1:7-9
Necias son las personas que no tienen sabiduría verdadera y siguen sus propios artilugios, sin considerar la razón ni la reverencia para con Dios. Los niños son criaturas razonables, y cuando les decimos lo que deben hacer, debemos decirles por qué. Pero son corruptos y voluntariosos, por tanto con la instrucción se necesita una ley. Que las verdades y mandamientos divinos sean para nosotros altamente honorables; valorémoslos y entonces lo serán para nosotros. En esta era de información, el conocimiento es abundante, pero hay falta de sabiduría. Sabiduría significa mucho más que simplemente saber mucho. Es una actitud básica que influye en cada aspecto de la vida. El fundamento de la sabiduría es temer a Dios: honrarlo y respetarlo, vivir maravillados por su poder y obedecer su Palabra. La fe en Dios debe ser la base para su comprensión del mundo, sus actitudes y sus acciones. Confíe en Dios y El lo hará profundamente sabio. Nuestras acciones hablan más fuerte que nuestras palabras. Esto es especialmente cierto en casa. Los niños aprenden valores, moral y prioridades al observar todos los días cómo actúan y reaccionan sus padres. Si estos muestran una profunda reverencia y dependencia en Dios, los niños captarán esas actitudes. Permítales que vean su reverencia por Dios. Humillaos, bajo la poderosa mano de Dios
8/17/2015
1Pedro 5:5-9
La humildad preserva la paz y el orden en todas las iglesias y sociedades cristianas; el orgullo la perturba. Cuando Dios da gracia para ser humilde, también da sabiduría, fe y santidad. Ser humilde y someterse a nuestro Dios reconciliado, trae más consuelo al alma que los deleites de la soberbia y la ambición. Pero es a su debido tiempo ; no en el tiempo que tú imaginas, sino en el tiempo que Dios ha establecido sabiamente. Él espera, y ¿no esperarás tú? ¡Cuántas dificultades superará la firme creencia en su sabiduría, poder y bondad! Entonces, humillaos bajo su mano. —“Echad toda vuestra ansiedad”, preocupaciones personales, angustias familiares, ansiedad por el presente, cuidados por el futuro, por vosotros mismos, por otros, por la iglesia, echadlo todo sobre Dios. Son cargas onerosas, y suelen ser muy pecaminosas cuando tienen sus raíces en la desconfianza y la incredulidad, cuando torturan y distraen la mente, nos anulan para el servicio e impiden que nos sintamos contentos en el servicio de Dios. El remedio es echar nuestra solicitud sobre Dios, y dejar todo suceso a disposición de su gracia y su sabiduría. La creencia firme en que la voluntad y los consejos divinos son correctos calma el espíritu del hombre. En verdad el piadoso suele olvidar esto, y se angustia sin necesidad. Remítelo todo a la buena disposición de Dios. Las minas de oro de todas las consolaciones y bienes espirituales son suyas y del Espíritu mismo. Entonces, ¿no nos dará lo que es bueno para nosotros, si humildemente esperamos en Él, y echamos sobre su sabiduría y amor la carga de proveernos? -Todo el plan de Satanás es devorar y destruir almas. Él siempre está maquinando a quien cazar para llevarlo a la ruina eterna. Nuestro deber claro es ser sobrios; esto es, gobernar al hombre exterior y al interior con las reglas de la temperancia. Velad: sospechar del peligro constante de este enemigo espiritual, evitar con atención y diligencia sus designios. Sed firmes, sólidos, por fe. El hombre no puede luchar en un cenagal, donde no hay un punto firme donde apoyar el pie; sólo la fe suministra un apoyo. Eleva el alma al sólido terreno de avanzada de las promesas, y allí se asegura. La consideración de lo que otros sufren es buena para animarnos a soportar nuestra parte en toda aflicción; en cualquier forma o por cualquier medio que Satanás nos ataque, podemos saber que nuestros hermanos han pasado por lo mismo. Bendice, alma mía, a Jehová.
8/12/2015
Salmos 103:15-22
Qué corta e incierta es la vida del hombre! La flor del jardín es corrientemente de mejor calidad y durará más por estar amparada por el muro del jardín y al cuidado del jardinero, pero la flor del campo, a la cual se compara aquí la vida, no sólo se marchita sola, sino que está expuesta a los fríos vientos y puede ser pisoteada por las bestias del campo. Así es el hombre. Dios considera esto y lo compadece; que considere esto. la misericordia de Dios es mejor que la vida, porque la sobrevivirá. Su justicia, la verdad de su promesa, serán para los hijos de los hijos que siguen las piadosas huellas de sus antepasados. Entonces les será preservada la misericordia. El que hizo todo, reina sobre todo, y hace ambas cosas por su poderosa palabra. Él dispone de todas las personas y de las cosas para su gloria. Hay un mundo de ángeles santos que están siempre alabándole. Todas sus obras le alaben. Hubieran sido nuestra delicia constante si no fuésemos criaturas caídas. Eso llegarán a ser en una medida si nacemos de Dios. Eso serán por siempre en el cielo; tampoco podemos ser perfectamente felices hasta que tengamos placer inagotable en la obediencia perfecta a la voluntad de nuestro Dios. Y que el sentimiento de cada corazón redimido sea: Bendice, alma mía, a Jehová. Una buena conciencia
8/11/2015
1 Pedro 3:8-13
Aunque los cristianos no siempre estén exactamente en unanimidad pueden, sin embargo, compadecerse unos a otros, y amarse como hermanos. Si un hombre desea vivir cómodamente en la tierra o poseer la vida eterna en el cielo debe frenar su lengua de las palabras malas, abusivas o engañosas. Debe abandonar las malas acciones y abstenerse de ellas, hacer todo el bien que pueda, y buscar la paz con todos los hombres. Porque Dios, omnisciente y presente en todo lugar, vela sobre los justos y se encarga de cuidarlos. Nadie puede ni debe dañar a los que imitan el ejemplo de Cristo que es la bondad perfecta y que hizo el bien a los demás y a sus seguidores. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |