La vida antigua y la nueva
2/26/2015
Colosenses 3:5-11
Es nuestro deber mortificar nuestros miembros que se inclinan a las cosas de este mundo. Mortificarlos, matarlos, suprimirlos, como malezas o gusanos que se desparraman y destruyen todo a su alrededor. Debemos oponernos continuamente a todas las obras corruptas sin hacer provisión para los placeres carnales. Debemos evitar las ocasiones de pecar: la concupiscencia de la carne, y el amor al mundo; y la codicia que es idolatría; el amor del bien actual y los placeres externos. Es necesario mortificar los pecados porque si no los matamos, ellos nos matarán a nosotros. El evangelio cambia las facultades superiores e inferiores del alma, y sostiene la regla de la recta razón y de la conciencia por sobre el apetito y la pasión. Ahora no hay diferencia de país, de condición o de circunstancia de vida. Es deber de cada uno ser santo, porque Cristo es el Todo del cristiano, su único Señor y Salvador, y toda su esperanza y felicidad. Torre fuerte es el nombre del Señor
2/25/2015
Proverbios 18:10-12
El poder divino dado a conocer en nuestro Señor Jesucristo y por medio de Él, forma una torre fuerte para el creyente que confía en el Señor. ¡Cuán engañosa es la defensa del rico que tiene su porción y tesoro en este mundo! Ciudad fortificada y muro alto es en su propia presunción, porque caerá cuando más lo necesite. Ellos quedarán expuestos a la ira justa de aquel Juez al cual despreciaron como Salvador. Al imaginar que su riqueza es su defensa fuerte, los ricos están lamentablemente equivocados. El dinero no proporcionará seguridad, hay demasiadas formas de perder su poder. Después que el corazón se ha elevado con el orgullo, viene una caída. Pero la honra será la recompensa de la humildad. Tolerancia-aceptacion
2/24/2015
Galatas 6:1-5
Tenemos que sobrellevar las cargas los unos de los otros. Así cumplimos la ley de Cristo. Esto nos obliga a la tolerancia mutua y a la compasión de unos con otros, conforme a su ejemplo. Nos corresponde llevar las cargas de unos y otros como compañeros de viaje. Muy corriente es que el hombre se considere más sabio y mejor que todos los demás hombres, y bueno para mandarlos. Se engaña a sí mismo; pretende lo que no tiene, se engaña a sí mismo, y tarde o temprano, se hallará con lamentables efectos. Este nunca ganará la estima de Dios ni la de los hombres. Se advierte a cada uno que examine su obra. Mientras mejor conozcamos nuestro corazón y nuestros modales, menos despreciaremos a los demás y más dispuestos estaremos para ayudarles cuando tengan enfermedades y aflicciones. Cuán leves les parecen los pecados a los hombres cuando los cometen, pero los hallarán como carga pesada cuando tengan que dar cuenta a Dios de ellos. Nadie puede pagar el rescate por un hermano; y el pecado es una carga para el alma. Es una carga espiritual; y mientras menos la sienta alguien, más causa tiene para sospechar de sí. La mayoría de los hombres están muertos en sus pecados y, por tanto, no ven ni sienten la carga espiritual del pecado. Al sentir el peso y carga de nuestros pecados, debemos procurar ser aliviados por el Salvador, y darnos por advertidos contra todo pecado. Aceptados por Dios
2/20/2015
Isaias 56:3-8
A menudo la incredulidad sugiere cosas para desanimar a los creyentes, contra lo cual Dios advierte expresamente. Las bendiciones en que participamos en la casa de Dios son un consuelo que no se puede amargar. Los que verdaderamente aman al Señor le servirán fielmente, y entonces, sus mandamientos no son gravosos. Se prometen tres cosas. Asistencia: No sólo les daré la bienvenida, sino que los inclinaré a venir. Aceptación y consuelo: aunque vengan lamentándose a la casa de oración se irán con regocijo. Encontrarán alivio echando sus cargas y afanes sobre Dios. Más de un espíritu dolorido ha sido hecho gozoso en la casa de oración. Los gentiles serán un cuerpo con los judíos para que, como dice Cristo, Juan x, 16, haya un rebaño y un Pastor. Gracias a Dios que nadie es separado de Él sino por incredulidad y pecado voluntarios; y si vamos a Él, seremos aceptados por el sacrificio de nuestro gran Sumo Sacerdote. Cristo sufrio por mi pecados
2/19/2015
Marcos 14:32-42
Los sufrimientos de Cristo empezaron con los más dolorosos, los de su alma. Empezó a entristecerse y a angustiarse; Nunca hubo dolor como su dolor hasta ahora. Él fue hecho maldición por nosotros; las maldiciones de la ley fueron echadas sobre Él como nuestra prenda. Ahora Él saboreó la muerte en toda su amargura. Esto era ese miedo del que habla el apóstol, el miedo natural al dolor y la muerte, ante la cual se sobresalta la naturaleza humana. ¿Podremos alguna vez tener pensamientos favorables o siquiera ligeros sobre el pecado, cuando vemos los penosos sufrimientos que el pecado trajo al Señor Jesús, aunque le fueron reconocidos? ¿Será leve para nuestras almas lo que fue tan pesado para la Suya? ¿Estuvo Cristo en tal agonía por nuestros pecados, y nosotros nunca agonizaremos por ellos? ¡Cómo debiéramos mirar a Aquel que traspasamos, y cómo debiera dolernos! Nos corresponde entristecernos excesivamente por el pecado, porque Él lo estuvo. Cristo, como Hombre rogó que si era posible pasaran de Él sus sufrimientos. Como Mediador se sometió a la voluntad de Dios, diciendo: Mas no lo que yo quiero, sino lo que tú; lo acepto. Véase cómo vuelve la pecaminosa debilidad de los discípulos de Cristo y los vence. Prometer y no cumplir
2/18/2015
Eclesiastes 5:1-7
Ve al culto de Dios y dedica tiempo a fin de prepararte para Él. Evita que tus pensamientos divaguen y deambulen; guarda tus afectos para que no corran hacia objetos indebidos. Debemos evitar las repeticiones vanas; aquí no se condenan las oraciones copiosas, sino las que no tienen sentido. ¡Cuán a menudo nuestros pensamientos errabundos prestan atención a las ordenanzas divinas apenas mejor que el sacrificio de los necios! Las muchas palabras, y las presurosas, usadas en la oración, demuestran la necedad del corazón, los bajos pensamientos sobre Dios y los pensamientos desconsiderados de nuestras propias almas. Cuando una persona hace voto apresuradamente, permite que su boca haga pecar su carne. El caso supone a un hombre que va donde el sacerdote pretendiendo que su voto fue hecho precipitadamente, y que sería malo cumplirlo.. Pon a Dios delante de ti; Lampara es a mis pies....
2/17/2015
Salmos 119:97-105
La palabra escrita es una guía más segura al cielo que todos los padres, los profesores y ancianos de la Iglesia. No podemos atender a Dios en los deberes santos, con algún consuelo o franqueza, mientras somos culpables o estamos en cualquier desvío. Fue la gracia divina de su corazón lo que capacitó al salmista para recibir estas instrucciones. El alma tiene sus gustos, como el cuerpo. Nuestro deleite por la palabra de Dios será más grande cuando menos sea el deleite por el mundo y la carne. El camino del pecado es camino malo; y mientras más entendimiento obtengamos de los preceptos de Dios, más arraigado será nuestro odio del pecado; y más preparados estamos en las Escrituras, mejor equipados estamos para responder a la tentación. Es obvio que si caminamos en la noche en medio del bosque necesitaremos una luz que nos impida tropezar con las raíces de algún árbol o caer en algunos hoyos. En esta vida, andamos a través de un bosque oscuro de maldad. No obstante, la Biblia puede ser la luz que nos muestre el camino hacia adelante para así no tropezar al caminar. Nos revela las raíces enredadas de filosofías y falsos valores. Estudie la Biblia para que pueda ver su camino con la suficiente claridad y así permanecer en la senda correcta. pureza, justicia, verdad y bondad
2/12/2015
El apóstol encarga a los efesios, en el nombre y por la autoridad del Señor Jesús, que habiendo profesado el evangelio, no deben ser como los gentiles inconversos que andaban en la vanidad de su mente y en afectos carnales. ¿No andan los hombres en la vanidad de su mente por todos lados? ¿No debemos, entonces, enfatizar la distinción entre los cristianos reales y los nominales? Ellos estaban desprovistos de todo conocimiento salvador; estaban en tinieblas y las amaban más que a la luz. Les disgustaba y aborrecían la vida de santidad, que no sólo es el camino de vida que Dios exige y aprueba, y por el cual vivimos para Él, sino tiene alguna semejanza a Dios mismo en su pureza, justicia, verdad y bondad. La verdad de Cristo se manifiesta en su belleza y poder cuando aparece en Jesús.
La naturaleza corrupta se llama hombre; como el cuerpo humano tiene diversas partes que se apoyan y fortalecen entre sí. Los deseos pecaminosos son concupiscencias engañosas; prometen felicidad a los hombres pero los vuelven más miserables; los llevan a la destrucción, si no se someten y se mortifican. Por tanto, deben quitarse como ropa vieja y sucia; deben ser sometidas y mortificadas. Pero no basta con sacarse los principios corruptos: debemos tener principios de gracia. Por el hombre nuevo se significa la nueva naturaleza, la nueva criatura, dirigida por un principio nuevo, la gracia regeneradora, que capacita al hombre para llevar una vida nueva de justicia y santidad. Esto es creado o producido por el poder omnipotente de Dios. Sacrificio vivo
2/9/2015
Romanos 12:1-3
1-Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. 2 -No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. 3 -Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. Este es un poderoso llamado. Recibimos diariamente del Señor los frutos de su misericordia. Presentémonos; todo lo que somos, todo lo que tenemos, todo lo que hacemos, porque después de todo, ¿qué tanto es en comparación con las grandes riquezas que recibimos? Es aceptable a Dios: un culto racional, por el cual somos capaces y estamos preparados para dar razón, y lo entendemos. La conversión y la santificación son la renovación de la mente; cambio, no de la sustancia, sino de las cualidades del alma. El progreso en la santificación, morir más y más al pecado, y vivir más y más para la justicia, es llevar a cabo esta obra renovadora, hasta que es perfeccionada en la gloria. El gran enemigo de esta renovación es conformarse a este mundo. Cuidaos de formaros planes para la felicidad, como si estuviera en las cosas de este mundo, que pronto pasan. No caigáis en las costumbres de los que andan en las lujurias de la carne, y se preocupan de las cosas terrenales. La obra del Espíritu Santo empieza, primero, en el entendimiento y se efectúa en la voluntad, los afectos y la conversación, hasta que hay un cambio de todo el hombre a la semejanza de Dios, en el conocimiento, la justicia y la santidad de la verdad. Así, pues, ser piadoso es presentarnos a Dios. Comun acuerdo
2/6/2015
Mateo 18:19-20
Aquí propiamente no se habla de la oración en el nombre de Jesús. El peso recae en lo comunitario. Los hermanos deben convenir entre sí y llegar a un acuerdo sobre lo que deben pedir. El número más reducido de la comunidad, o sea dos hermanos solos ya bastan para garantizar la promesa. Entre el cielo y la tierra existe una inmediata acción recíproca. Lo que aquí se resuelve y es sostenido en común delante de Dios, podemos estar seguros de que será escuchado. Con ello no se dice que la oración privada del individuo no tenga esta seguridad, sino solamente que hay una garantía absoluta de que el Padre celestial atiende el ruego común. El que así ruega, conoce y desempeña su papel como «niño». No confía en sí, sino en la inteligencia de los hermanos en la elección de lo que piden, y en la virtud del ruego común, y juntamente con ellos confía en el poder de Dios. No se nombra lo que se pide en la oración. «Cualquier cosa» es una expresión general. Ciertamente se supone que sólo puede pedirse lo que, con espíritu de fe y de solidaridad con Dios y con Jesucristo, se conoce como importante y como digno de ser escuchado. Mediante esta práctica comunitaria resulta mayor la garantía de que se trata de una cosa digna de ser atendida. Las súplicas de la Iglesia por el hermano que se aparta del camino, también forman parte de lo que pide la Iglesia en la oración. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |