Advertencia contra falsas doctrinas
9/30/2015
1Timoteo 1:1-4
Como todo lo bueno viene de Dios no puede esperarse nada bueno para los pecadores sino de Dios en Cristo. El mejor bien puede esperarse de Dios, como Padre nuestro, por amor de Cristo. Debemos orar no sólo por nosotros mismos, sino también por el prójimo, recordándolo sin cesar. Dondequiera que hay una fe verdadera, obra afectando el corazón y la vida. La fe obra en amor: se demuestra en amor a Dios y amor a nuestro prójimo. Dondequiera que haya una esperanza de vida eterna bien fundada, se verá por el ejercicio de la paciencia; y es señal de sinceridad, cuando en todo lo que hacemos procuramos ser aprobados por Dios. Por esto podemos conocer nuestra elección si no sólo hablamos de las cosas de Dios con nuestros labios, sino sentimos su poder en nuestros corazones, mortificando nuestras concupiscencias, apartándonos del mundo, y elevándonos a las cosas celestiales. A menos que el Espíritu de Dios venga, la palabra de Dios se nos volverá letra muerta. Así la recibieron por el poder del Espíritu Santo. Ellos estaban plenamente convencidos de su verdad como para no ser perturbados en su mente por objeciones y dudas, y estaban dispuestos a dejar todo por Cristo, y a arriesgar sus almas y su estado eterno en la verdad de la revelación del evangelio. El Dios de la restauracion
9/29/2015
Jeremias 33:1-9
Los que esperan recibir consuelo de Dios deben invocarlo. Se dan promesas no de destruir, sino de vivificar y alentar la oración. Estas promesas nos guían al evangelio de Cristo; y en él Dios ha revelado su verdad para dirigirnos, su paz para tranquilizarnos. Todos los que son limpiados de la inmundicia del pecado por la gracia santificadora, por la misericordia perdonadora son liberados de la culpa. los pecadores reciben la justicia, y son lavados y santificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu Santo, son capacitados para andar delante de Dios en paz y pureza. Muchos son llevados a notar la diferencia real entre el pueblo de Dios y el mundo que los rodea, y a temer la ira divina. Se promete que el pueblo que estuvo entristecido por mucho tiempo, de nuevo se llenará de gozo. Donde el Señor da justicia y paz, dará todo lo necesario para las necesidades temporales; y todo lo que tenemos serán consolaciones como santificados por la palabra y la oración. A la final trompeta
9/25/2015
1 Corintios 15:51-58
No todos los santos morirán, pero todos serán cambiados. Muchas verdades del evangelio que estaban ocultas en misterios son dadas a conocer. La muerte nunca aparecerá en las regiones a las cuales nuestro Señor llevará a sus santos resucitados. Por tanto, procuremos la plena seguridad de la fe y la esperanza para que, en medio del dolor, y en la perspectiva de la muerte, podamos pensar con calma en los horrores de la tumba, seguros de que nuestros cuerpos dormirán ahí, y mientras tanto, nuestras almas estarán presentes con el Redentor. El pecado da a la muerte todo su poder nocivo. El aguijón de la muerte es el pecado, pero Cristo, al morir quitó este aguijón; Él hizo expiación por el pecado; Él obtuvo la remisión del pecado. La fuerza del pecado es la ley. Nadie puede responder a sus exigencias, soportar su maldición o terminar sus transgresiones. De ahí, el terror y la angustia. De ahí que la muerte sea terrible para el incrédulo y el impenitente. La muerte puede sorprender al creyente, pero no puede retenerlo en su poder. ¡Cuántos manantiales de gozo para los santos, y de gratitud a Dios, son abiertas por la muerte y la resurrección, los sufrimientos y las conquistas del Redentor! En el versículo 58 tenemos una exhortación a que los creyentes sean constantes, firmes en la fe de ese evangelio que predicó el apóstol y que ellos recibieron. Además, a permanecer inconmovibles en su esperanza y expectativa de este gran privilegio de resucitar incorruptible e inmortal. Para abundar en la obra del Señor, haciendo siempre el servicio del Señor y obedeciendo los mandamientos del Señor. Que Cristo nos dé la fe, y aumente nuestra fe, para que nosotros no sólo estemos a salvo, sino gozosos y triunfantes. ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
9/24/2015
Salmos 139:7-16
No podemos ver a Dios, pero Él puede vernos. El salmista no desea irse del Señor. ¿Adónde puedo ir? En los rincones más distantes del mundo, en el cielo o en el infierno, no puedo escapar de tu alcance. Ningún velo puede taparnos de Dios; ni siquiera la oscuridad más densa. Ningún disfraz puede salvar a una persona, o evitar que un hecho sea visto a la verdadera luz por Él. Los acosos secretos del pecado son tan abiertos ante Dios como las villanías más francas. Por otro lado, el creyente no puede ser quitado de la presencia consoladora y sostenedora de su Amigo Omnipotente. Si el perseguidor le quita la vida, su alma ascenderá muy presta al cielo. La tumba no puede separar su cuerpo del amor de su Salvador, que lo levantará como cuerpo glorioso. Ninguna circunstancia externa puede separarlo de su Señor. Mientras esté en la senda del deber, puede estar feliz en cualquier situación por el ejercicio de la fe, la esperanza y la oración. escogido para buena obra
9/23/2015
Colosenses 3:12-17
No sólo no debemos dañar a nadie; debemos hacer todo el bien que podamos a todos. Los que son escogidos de Dios, santos y amados, deben ser humildes y compasivos con todos. Mientras estemos en este mundo, donde hay tanta corrupción en nuestros corazones, a veces surgirán contiendas, pero nuestro deber es perdonarnos unos a otros imitando el perdón por cual somos salvados. Que la paz de Dios reine en vuestros corazones; es su obra en todos los que le pertenecen. La acción de gracias a Dios ayuda a hacernos agradables ante todos los hombres. El evangelio es la palabra de Cristo. Muchos tienen la palabra, pero habita pobremente en ellos; no tiene poder sobre ellos. El alma prospera cuando estamos llenos de las Escrituras y de la gracia de Cristo. Cuando cantamos salmos debemos ser afectados por lo que cantamos. Hagamos todo en el nombre del Señor Jesús, y dependiendo con fe en Él, sea lo que sea en que estemos ocupados. A los que hacen todo en el nombre de Cristo nunca les faltará tema para dar gracias a Dios, al Padre. Integridad sobre todo
9/22/2015
Proverbios 19:1-8
La integridad es más valiosa que la riqueza, pero la mayoría de las personas no actúan como si lo creyeran. Temen tanto no conseguir todo lo que quieren, que están dispuestas a pagar cualquier precio con tal de incrementar su riqueza: hacer trampa en los impuestos, robar en las tiendas o a los empleadores, retener el diezmo, negándose a dar. Pero cuando conocemos y amamos a Dios, nos damos cuenta que un nivel bajo de vida, o incluso la pobreza, es un pequeño precio que hay que pagar por la integridad personal. ¿Muestran sus acciones que sacrifica su integridad para incrementar su riqueza? ¿Qué cambios necesita hacer para corregir sus prioridades? A menudo vamos presurosos a través de la vida, avalanzándonos de cabeza a lo desconocido. Mucha gente se casa sin saber lo que puede esperar de su pareja ni de la vida matrimonial. Otros prueban las relaciones sexuales ilícitas o las drogas sin considerar las consecuencias. Algunos se arrojan a trabajos sin evaluar si tienen la capacidad para realizarlos. No corra hacia lo desconocido. Asegúrese de que comprende las cosas en las que se está metiendo y a dónde quiere ir antes de dar el primer paso. Si aun así parece desconocido, asegúrese de seguir a Dios. ¿Es bueno amarse uno mismo? Sí, ¡cuando está en juego su alma! Este proverbio no se refiere a la persona egoísta que ama y protege sus intereses mezquinos y que hará cualquier cosa para servirles. En vez de eso, alienta a los que en verdad se preocupan de ellos mismos al punto de buscar sabiduría. El poder del evangelio
9/14/2015
Romanos 1:16-17
El apóstol expresa en estos versículos el propósito de toda la epístola, en la cual plantea una acusación de pecaminosidad contra toda carne; declara que el único método de liberación de la condena es la fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo y, luego, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en todos esas gracias y temperamentos cristianos que nada, sino la fe viva en Cristo, puede producir. Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables. Es necesario que tengamos una justicia para comparecer ante Él; tal justicia existe, fue traída por el Mesías, y dada a conocer en el evangelio: el método de aceptación por gracia a pesar de la culpa de nuestros pecados. Es la justicia de Cristo, que es Dios, la que proviene de una satisfacción de valor infinito. La fe es todo en todo, en el comienzo y en la continuación de la vida cristiana. No es de la fe a las obras como si la fe nos pusiera en un estado justificado y, luego, las obras nos mantuvieran allí, pero siempre es de fe en fe: es la fe que sigue adelante ganándole la victoria a la incredulidad. El Dios de esperanza
9/10/2015
Romanos 15:8-13
Cristo cumplió las profecías y las promesas relacionadas con los judíos y los convertidos gentiles no tienen excusa para despreciarlas. Los gentiles, al ser puestos en la Iglesia, son compañeros de paciencia y tribulación. Deben alabar a Dios. El llamado a todas las naciones para que alaben al Señor, indica que ellos tendrán conocimiento de Él. Nunca buscaremos a Cristo mientras no confiemos en Él. Todo el plan de redención está adaptado para que nos reconciliemos unos con otros, y con nuestro bondadoso Dios, de modo que podamos alcanzar la esperanza permanente de la vida eterna por medio del poder santificador y consolador del Espíritu Santo. Nuestro propio poder nunca lograría esto; por tanto, donde esté esta esperanza, y abunde, es el Espíritu bendito quien debe tener toda la gloria. “Todo gozo y paz”; toda clase de verdadero gozo y paz para quitar las dudas y los temores por la obra poderosa del Espíritu Santo. Jehová reina
9/8/2015
Salmos 97:10-12
Los fieles siervos de Dios pueden regocijarse y estar alegres porque Él es glorificado y todo lo que tienda a su honra es placer para su pueblo. Se cuida de la seguridad de ellos. Pero se significa algo más que sus vidas. El Señor preservará del pecado, de la apostasía y de la desesperación las almas de sus santos sometidas a las pruebas más grandes. Los sacará de las manos del maligno y los preservará para su reino celestial. Los que se regocijan en Cristo Jesús y en su exaltación, tienen manantiales de gozo preparados para ellos. Los que siembran con lágrimas cosecharán con gozo. La alegría es segura para el recto de corazón; el gozo del hipócrita no es sino por un momento. Los pecadores tiemblan, pero los santos se regocijan en la santidad de Dios. Como Él odia el pecado, pero ama libremente a la persona del pecador arrepentido que cree en Cristo, hará la separación final entre la persona que Él ama y el pecado que Él aborrece y santificará totalmente a su pueblo en cuerpo, alma y espíritu. Venid a mí y descansad
9/3/2015
Mateo 11:25-30
Corresponde a los hijos ser agradecidos. Cuando vamos a Dios como Padre, debemos recordar que Él es el Señor de cielo y tierra, lo cual nos obliga a ir a Él con reverencia en cuanto es Señor soberano de todo; aunque con confianza como a Quien es capaz de defendernos del mal y proporcionarnos todo bien. Nuestro bendito Señor agregó una declaración notable: que el Padre había puesto en Sus manos todo poder, autoridad y juicio. Estamos endeudados con Cristo por toda la revelación que tenemos de la voluntad y el amor de Dios Padre, aun desde que Adán pecó. Nuestro Salvador ha invitado a todos los que trabajan fuerte y están muy cargados que vayan a Él. En algunos sentidos, todos los hombres están así. Los hombres mundanos se recargan con preocupaciones estériles por la riqueza y los honores; el alegre y sensual se esfuerza en pos de los placeres; el esclavo de Satanás y sus propias lujurias es el siervo más esclavizado de la tierra. Los que trabajan duro por establecer su propia justicia, también trabajan en vano. El pecador convicto está muy cargado de culpa y terror; y el creyente tentado y afligido tiene trabajos duros y cargas. Cristo los invita a todos a que vayan a Él en pos de reposo para sus almas. Él solo da esta invitación: los hombres van a Él cuando, sintiendo su culpa y miseria, y creyendo su amor y poder para socorrer, lo buscan con oración ferviente. Así, pues, es deber e interés de los pecadores trabajados y cargados, ir a Jesucristo. Este es el llamado del evangelio: quienquiera que quiera, venga. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
November 2023
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