Dios cumple sus promesas
7/31/2014
Dios cumple sus promesas
2 Pedro 3:8-11 Aquí se enseña y afirma a los cristianos en la verdad de la venida del Señor. Aunque, según cuentan los hombres, hay una gran diferencia entre un día y mil años, según la cuenta de Dios no hay diferencia. Todas las cosas, pasadas, presentes y futuras, están siempre delante de Él; la tardanza de mil años no puede ser tanto para Él como para nosotros es postergar algo por un día o por una hora. Si los hombres no tienen conocimiento ni fe en el Dios eterno, se inclinan a pensar que Él es como ellos. ¡Qué difícil es formarse la idea de la eternidad! Lo que los hombres cuentan como tardanza, es paciencia, y es a favor de nosotros; es para dar más tiempo a su pueblo para que avance en conocimiento y piedad, y en el ejercicio de la fe y la paciencia, para que abunde en buenas obras, haciendo y sufriendo aquello para lo que son llamados, para que puedan dar gloria a Dios. Por tanto, pongan en sus corazones que ciertamente serán llamados a dar cuenta de todas las cosas hechas en el cuerpo, sean buenas o malas. Que el andar humilde y diligente ante Dios y el juicio frecuente de vosotros mismos muestren vuestra firme fe en el juicio futuro, aunque muchos vivan como si absolutamente nunca tuvieran que rendir cuentas. El día llegará cuando los hombres estén seguros y no tengan la esperanza del día del Señor. Los majestuosos palacios y todas las cosas deseables que buscan los hombres mundanos, y en las cuales ponen su felicidad, serán quemadas; todas las clases de criaturas que Dios ha hecho y todas las obras de los hombres deben pasar por el fuego, que será fuego consumidor para todo lo que el pecado haya traído al mundo, aunque será fuego purificador para las obras de la mano de Dios. ¿Qué será de nosotros si ponemos nuestros afectos en esta tierra y la hacemos nuestra porción, aunque vemos que todas estas cosas serán quemadas? Por tanto, ¡asegurémonos de la felicidad más allá de este mundo visible! Benditos los perfectos de camino
7/30/2014
Benditos los perfectos de camino
Salmos 119:1-8 Este salmo puede considerarse como la declaración de la experiencia del creyente. Hasta donde nuestros puntos de vista, deseos y afectos concuerden con lo que aquí se expresa, vienen de la influencia del Espíritu Santo, y no más. La misericordia de Dios que perdona en Cristo es la única fuente de la felicidad para el pecador. Son más felices los que son preservados más libres de la contaminación del pecado, los que simplemente creen los testimonios de Dios y confían en sus promesas. Malo es si el corazón está dividido entre Él y el mundo, pero los santos evitan cuidadosamente todo pecado; están conscientes de mucho mal que los atasca en los caminos de Dios, pero no de esa iniquidad que los arranca de esos caminos. El tentador quiere que los hombres piensen que tienen la libertad de seguir o no la palabra de Dios, según les plazca. Pero el deseo y la oración del hombre bueno concuerda con la voluntad y el mandamiento de Dios. Si un hombre espera que, por obedecer una cosa, puede adquirir indulgencia para desobedecer en otras, se hará evidente su hipocresía; si no es avergonzado en este mundo, la vergüenza eterna será su porción. El salmista ansiaba aprender las leyes de Dios, dar la gloria a Dios. Y los creyentes ven que si Dios los abandona, el tentador será demasiado duro para ellos. El poder del evangelio
7/29/2014
El poder del evangelio
Romanos 1:16-20 El apóstol expresa en estos versículos el propósito de toda la epístola, en la cual plantea una acusación de pecaminosidad contra toda carne; declara que el único método de liberación de la condena es la fe en la misericordia de Dios por medio de Jesucristo y, luego, edifica sobre ello la pureza del corazón, la obediencia agradecida, y los deseos fervientes de crecer en todas esas gracias y temperamentos cristianos que nada, sino la fe viva en Cristo, puede producir. Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables. Es necesario que tengamos una justicia para comparecer ante Él; tal justicia existe, fue traída por el Mesías, y dada a conocer en el evangelio: el método de aceptación por gracia a pesar de la culpa de nuestros pecados. Es la justicia de Cristo, que es Dios, la que proviene de una satisfacción de valor infinito. La fe es todo en todo, en el comienzo y en la continuación de la vida cristiana. No es de la fe a las obras como si la fe nos pusiera en un estado justificado y, luego, las obras nos mantuvieran allí, pero siempre es de fe en fe: es la fe que sigue adelante ganándole la victoria a la incredulidad. Alegraos, oh justos, en Jehová:
7/28/2014
Alegraos, oh justos, en Jehová
Salmos 33:1-11 El gozo santo es el corazón y el alma de la alabanza, cosa que aquí se pide al justo. La alabanza de agradecimiento es el aliento y el lenguaje del gozo santo. Los cánticos religiosos son la expresión adecuada de la alabanza por gratitud. Todo don debemos usarlo con toda nuestra destreza y fervor al servicio de Dios. Todas sus promesas son sabias y buenas. Recta es su palabra y, por tanto, sólo estamos bien cuando estamos de acuerdo con ella. Toda su obra es hecha con fidelidad. Él es el justo Jehová, por tanto, ama la justicia. ¡Que lástima es que esta tierra, que está tan llena de pruebas y de muestras de la bondad de Dios, esté tan vacía de alabanzas a Él; y que haya tan pocos que vivan para su gloria en las multitudes que viven de su generosidad! Lo que el Señor hace, lo hace a propósito; permanece firme. Pasa por alto todos los consejos de los hombres, y hace que sirvan a sus consejos; nada puede impedir que el consejo eterno de Dios llegue a cumplirse, cosa que para nosotros es de lo más sorprendente. !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
Salmos 139:17-24 Los consejos de Dios acerca de nosotros y de nuestro bienestar son profundos, tanto, que no pueden ser conocidos. No podemos pensar cuántas misericordias hemos recibido de Él. Ayudaría mantenernos en el temor del Señor todo el día si, cuando despertamos en la mañana, nuestros primeros pensamientos fueran de Él; ¡y cuánto admiraremos y bendeciremos a nuestro Dios por su preciosa salvación cuando despertemos en el mundo de la gloria! -Ciertamente no debemos usar nuestros miembros y sentidos, tan curiosamente diseñados, como instrumentos de injusticia para pecar. Pero nuestra alma racional e inmortal es una obra y dádiva aun más noble de parte de Dios. Pero si no fuera por sus preciosos pensamientos de amor para nosotros, nuestra razón y nuestra vida por siempre resultarían ser, por nuestros pecados, la ocasión de nuestra miseria eterna. ¡Entonces, cómo no deleitarnos en meditar en el amor de Dios en Jesucristo hacia los pecadores, la suma de lo cual excede todo conocimiento! -El pecado lo odian y lloran por los pecadores todos los que temen al Señor. Pero mientras los alejamos de nosotros, debemos orar por ellos; con Dios es posible la conversión y la salvación de ellos. Como el Señor nos conoce tan completamente, y nosotros somos extraños para nosotros mismos, debemos desear y orar fervientemente ser escudriñados y probados por su palabra y su Espíritu. Si hay un camino malo en mí, déjame verlo; y tú desarráigalo de mí. El camino de la santidad agrada a Dios, y es provechoso para nosotros; y terminará en la vida eterna. Es el antiguo buen camino. Todos los santos desean mantenerse y ser guiados en este camino para que no perderse, no salirse ni cansarse de él. Oracion Eficaz
7/24/2014
Oracion Eficaz
Santiago 5:13-18 En el día de la aflicción nada es más oportuno que la oración. Entonces el espíritu está más humillado y el corazón, quebrantado y blando. Es necesario ejercer fe y esperanza en las aflicciones; y la oración es el medio establecido para obtener e incrementar esas gracias. Fíjese que la salvación del enfermo no se atribuye a la unción con aceite, sino a la oración. En un momento de enfermedad no es la oración fría y formal la que es efectiva, sino la oración de fe. La gran cosa que debemos rogar de Dios para nosotros y los demás en el tiempo de enfermedad es el perdón de pecado. Que nada se haga para estimular a nadie a tardar, con la equivocada noción de que una confesión, una oración, la absolución y la exhortación de parte de un ministro, o el sacramento, arreglarán todo en el último momento, cuando se han descuidado los deberes de la vida piadosa. La confesión mutua de nuestras faltas ayudará mucho a la paz y al amor fraternal. Mucho sirve cuando una persona justa, un creyente verdadero, justificado en Cristo, y por su gracia, que anda delante de Dios en santa obediencia, presenta una oración ferviente eficaz, puesta en su corazón por el poder del Espíritu Santo, la que produce afectos santos y expectativas de fe, y así guía con fervor a pedir las promesas de Dios en su trono de misericordia. El caso de Elías demuestra el poder de la oración. No debemos mirar al mérito del hombre cuando oramos, sino a la gracia de Dios. No basta decir una oración sino debemos pedir en la oración. Los pensamientos deben quedar fijos, los deseos deben ser firmes y ardientes, y las gracias deben ejercerse. Este caso del poder de la oración da ánimos a todo cristiano para orar eficazmente. Dios nunca dice a nadie de la simiente de Jacob: “Buscad en vano mi rostro”. Donde pueda parecer que no es un gran milagro de Dios al contestar nuestras oraciones, aún hay mucha gracia. No buscar gloria de los hombres
7/23/2014
No buscar gloria de los hombres
Mateo 6:1-5 En seguida, nuestro Señor advirtió contra la hipocresía y la simulación exterior en los deberes religiosos. Lo que hay que hacer, debemos hacerlo a partir de un principio interior de ser aprobados por Dios, no la búsqueda del elogio de los hombres. En estos versículos se nos advierte contra la hipocresía de dar limosna. Atención a esto. Es pecado sutil; y la vanagloria se infiltra en lo que hacemos, antes de darnos cuenta. Pero el deber no es menos necesario ni menos excelente porque los hipócritas abusan de él para servir a su orgullo. La condena que Cristo dicta parece primero una promesa, pero es su recompensa; no es la recompensa que promete Dios a los que hacen el bien, sino la recompensa que los hipócritas se prometen a sí mismos, y pobre recompensa es; ellos lo hicieron para ser vistos por los hombres, y son vistos por los hombres. Cuando menos notamos nuestras buenas obras, Dios las nota más. Él te recompensará; no como amo que da a su siervo lo que se gana, y nada más, sino como Padre que da abundantemente a su hijo lo que le sirve. Jesús no acepta el camino agradable: lo que haces, debe quedar en secreto. Si nadie lo llega a conocer, tú mismo en cierto modo no lo sabes o lo olvidas en seguida («no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha»), entonces tienes seguridad de que tu obra fue hecha por Dios. No te preocupes de que tu obra sea olvidada o no encuentre ningún reconocimiento. Dios también contempla lo oculto; para él no hay ninguna zona inaccesible, conoce los deseos más íntimos de tu corazón. Conoce exactamente tu sentimiento y según él pesa el valor de tus actos. El que busca la alabanza de los hombres, ya ha recibido su recompensa, una recompensa escuálida, terrena, y ya no tiene que esperar ninguna otra. Ya «ha liquidado». Recibe recompensa el que obra el bien por amor de Dios con sencillez y sin ser advertido. Amad y Bendecid
7/22/2014
Amad y Bendecid Lucas 6:27-38 Estas son lecciones duras para carne y sangre, pero si estamos bien fundados en la fe del amor de Cristo, esto hará que sus mandamientos nos sean fáciles. Todo el que va a Él para lavarse en su sangre y conocer la grandeza de la misericordia y del amor que hay en Él, puede decir, veraz y sinceramente: Señor, ¿qué quieres que haga? Entonces sea nuestro propósito ser misericordiosos según la misericordia de nuestro Padre celestial para con nosotros. Cristo usaba a menudo todos estos dichos y era fácil aplicarlos. Debemos ser muy cuidadosos cuando culpamos al prójimo; porque nosotros mismos necesitamos fianza. Si somos de espíritu que da y perdona, cosecharemos el beneficio. Aunque en el otro mundo se paga con medida llena y exacta, no es así en este mundo; no obstante, la Providencia hace lo que ha de estimularnos para hacer el bien. Los que siguen a la gente para hacer el mal, van por el camino ancho que lleva a la perdición. El árbol se conoce por sus frutos; que la palabra de Cristo sea injertada de tal modo en nuestros corazones que podamos ser fructíferos en toda buena palabra y obra. Lo que la boca habla comúnmente concuerda con lo que abunda en el corazón. Hacen un trabajo seguro para sus almas y para la eternidad, y siguen el rumbo que les será de beneficio en el tiempo de prueba, sólo los que piensan, hablan, y actúan conforme a las palabras de Cristo. Quienes se esfuerzan en la religión, hallan su esperanza en Cristo que es la Roca de los siglos, y nadie puede poner otro fundamento. En la muerte y en el juicio ellos están a salvo si son sostenidos por el poder de Cristo, por medio de la fe para salvación, y nunca perecerán. Dios es amor
7/21/2014
Dios es amor
Juan 4:7-13 El Espíritu de Dios es el Espíritu de amor. El que no ama la imagen de Dios en Su pueblo, no tiene conocimiento salvador de Dios. Pues ser bueno y dar felicidad es la naturaleza de Dios. La ley de Dios es amor; y todos serán perfectamente felices si todos la hubiesen obedecido. La provisión del evangelio, para el perdón de pecado, y la salvación de los pecadores, consistente con la gloria y la justicia de Dios, demuestra que Dios es amor. El misterio y las tinieblas aún penden sobre muchas cosas. Dios se ha demostrado siendo amor para que no podamos dejar de alcanzar la felicidad eterna, a menos que sea por la incredulidad y la impenitencia, aunque la justicia estricta nos condenara a la miseria desesperanzada por romper las leyes de nuestro Creador. Ninguna palabra ni pensamiento de nosotros puede hacer justicia al amor gratuito y asombroso del santo Dios para con los pecadores, que no podrían beneficiarse de Él ni dañarle, a los que Él podría aplastar justicieramente en un momento, y a los que, siendo merecedores de Su venganza, Él muestra el método por el cual fueron salvados aunque Él podía haber creado, por Su Palabra todopoderosa, otros mundos con seres más perfectos si lo hubiera considerado bien. ¿Investigamos todo el universo buscando al amor en sus despliegues más gloriosos? Se halla en la persona y la cruz de Cristo. ¿Existe el amor entre Dios y los pecadores? Aquí estaba el origen, no que nosotros amáramos a Dios sino que Él nos amó libremente. Su amor no podía estar concebido para ser infructuoso en nosotros, y cuando su fin y tema apropiados se ganen y produzcan, puede decirse que está perfeccionado. Así es perfeccionada la fe por sus obras. Así se manifestará que Dios habita en nosotros por Su Espíritu que crea de nuevo. El cristiano que ama es el cristiano perfecto; póngalo en cualquier deber bueno y es perfecto para eso, es experto en eso. El amor aceita las ruedas de sus afectos y lo pone en eso que es útil para sus hermanos. El hombre que se ocupa de algo con mala voluntad, siempre lo hace mal. Que Dios habite en nosotros y nosotros en Él, eran palabras demasiado elevadas para que las usaran los mortales si Dios no las hubiera puesto delante de nosotros. Pero, ¿cómo puede saberse si el testimonio de esto procede del Espíritu Santo? Aquellos que están verdaderamente persuadidos de ser los hijos de Dios no pueden sino llamarlo Abba, Padre. Por amor a Él, odian el pecado y todo lo que no concuerde con Su voluntad, y tienen el deseo sano de todo corazón de hacer Su voluntad. Tal testimonio es el testimonio del Espíritu Santo. No juzguéis
7/18/2014
No juzguéis
Lucas 6:37-49 Cristo usaba a menudo todos estos dichos y era fácil aplicarlos. Debemos ser muy cuidadosos cuando culpamos al prójimo; porque nosotros mismos necesitamos fianza. Si somos de espíritu que da y perdona, cosecharemos el beneficio. Aunque en el otro mundo se paga con medida llena y exacta, no es así en este mundo; no obstante, la Providencia hace lo que ha de estimularnos para hacer el bien. Un espíritu perdonador demuestra que una persona ha recibido el perdón de Dios. Jesús usa la figura de medir granos en canasta para asegurarse la cantidad total. Si somos críticos antes que compasivos, también recibiremos crítica en recompensa. Si tratamos a otros con generosidad, con gracia y con compasión, sea como sea, estas cualidades volverán a nosotros en mayor medida. Debemos amar a otros, no juzgarlos. Los que siguen a la gente para hacer el mal, van por el camino ancho que lleva a la perdición. El árbol se conoce por sus frutos; que la palabra de Cristo sea injertada de tal modo en nuestros corazones que podamos ser fructíferos en toda buena palabra y obra. Lo que la boca habla comúnmente concuerda con lo que abunda en el corazón. Hacen un trabajo seguro para sus almas y para la eternidad, y siguen el rumbo que les será de beneficio en el tiempo de prueba, sólo los que piensan, hablan, y actúan conforme a las palabras de Cristo. Quienes se esfuerzan en la religión, hallan su esperanza en Cristo que es la Roca de los siglos, y nadie puede poner otro fundamento. En la muerte y en el juicio ellos están a salvo si son sostenidos por el poder de Cristo, por medio de la fe para salvación, y nunca perecerán. Jesús no decía que obviemos las cosas erróneas, sino que no debemos preocuparnos con los pecados de otros al grado que pasemos por alto los nuestros. A menudo racionalizamos nuestros pecados señalando los mismos errores en otros. ¿Qué paja encontró en el ojo de otro que le es más fácil criticar? Recuerde su viga cuando critique y descubra que no tiene que hablar mucho de otros. No debemos temer la etiqueta de hipócritas que aún mantenemos en nuestra vida cristiana, al grado que ocultamos nuestra fe y no intentamos crecer. Una persona que trata de hacer algo bueno y que a menudo fracasa no es hipócrita. Tampoco lo es quien actúa en contra de sus sentimientos, a menudo hace falta y es bueno echar a un lado nuestros sentimientos y hacer lo que necesitamos. La fe débil no es hipocresía. Un hipócrita es el que enfatiza más la conducta religiosa para ganar atención, aprobación, aceptación o admiración de otros. Jesús nos recuerda que nuestro hablar y acciones revelan nuestra creencia, actitudes y motivaciones verdaderas. Las buenas impresiones que tratamos de dar no duran si nuestros corazones son engañosos. Lo que está en su corazón se reflejará en su vocabulario y conducta. La obediencia a Dios se compara con la construcción de una casa de sólido base que permanece firme en medio de las tormentas. Cuando la vida está en calma, el fundamento no parece importar. Pero cuando las crisis vienen, se prueba nuestro fundamento. Asegúrese de que su vida esté construida sobre la sólida base de conocimiento y confianza en Jesucristo. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |