El vivir es Cristo
11/26/2013
El vivir es Cristo
Filipenses 1:12-24 La prisión puede motivar en muchas personas enojo o abandono, pero Pablo la vio como otra oportunidad para difundir las buenas nuevas de Cristo. Pablo concluyó que las circunstancias presentes no eran tan importantes como lo que hizo con ellas. Al cambiar una mala situación en algo bueno, alcanzó a los soldados romanos del pretorio y animó a los cristianos que temían la persecución. No necesitamos estar en prisión, pero podemos tener muchas oportunidades para desanimarnos: tiempo de indecisión, preocupación financiera, conflictos familiares, problemas en la iglesia o pérdida de nuestro trabajo. La forma como actuemos en dichas situaciones reflejará lo que creemos. Como Pablo, busque oportunidades para demostrar su fe aun en situaciones difíciles. Sea o no que la situación mejore, su fe crecerá más sólida. ¿Cómo terminó Pablo en una prisión romana? Mientras visitaba Jerusalén, algunos judíos lo arrestaron por predicar el evangelio, pero él apeló al César para que oyera su causa (Hechos 21.15-25.12). Fue escoltado por soldados hasta Roma, donde fue puesto bajo arresto domiciliario, mientras esperaba el juicio; no era un juicio por quebrantar una ley civil, sino por proclamar las buenas nuevas de Cristo. En ese entonces, las autoridades romanas no consideraban esta acusación como seria. Pocos años después, sin embargo, Roma optó por un punto de vista diferente en cuanto al cristianismo y se esforzó por desaparecerlo. El arresto domiciliario de Pablo le permitió cierto grado de libertad. Podía recibir visitas, continuar predicando, y escribir cartas como esta. Un relato breve de la permanencia de Pablo en Roma se halla en Act_28:11-31. El "pretorio" se refiere a la guardia del pretorio, un escuadrón élite que se asentaba en el palacio del emperador. Cuando hablamos de Cristo sin temor o somos fieles a El en las situaciones difíciles, animamos a otros a que hagan lo mismo. Anime con la manera en que vive. Pablo tenía una maravillosa actitud generosa. Sabía que algunos predicaban para fundamentar su propia reputación, aprovechándose de la prisión de Pablo para hacerse famosos. El apóstol se alegraba de que el evangelio fuera predicado, pese a las motivaciones de esos predicadores. Algunos cristianos sirven por razones equivocadas. Pablo no los condona ni Dios pasa por alto sus motivos, pero debiéramos alegrarnos si Dios usa su mensaje, sin tomar en cuenta su motivación. Este no fue su último encarcelamiento en Roma, pero él no lo sabía. Le esperaba un juicio, en el que sabía podría ser liberado o ejecutado. Sin embargo, confió que Cristo obraría para su liberación. El ruego de Pablo era que cuando enfrentara el juicio pudiera hablar de Cristo con valor y no fuera tímido ni se avergonzara. Sea que viviera o que muriera, deseaba exaltar a Cristo. Al fin fue liberado de su prisión, pero dos o tres años después volvió a ser arrestado. Solo la fe en Cristo podía sustentar a Pablo en tal adversidad. Para los que no creen en Dios, la vida en la tierra es todo lo que hay, por lo tanto es natural para ellos empeñarse en los valores mundanos: dinero, popularidad, poder, placer y prestigio. Para Pablo, sin embargo, la vida significa desarrollar valores eternos y hablar a otros acerca de Cristo, que es el único que puede ayudarnos a ver la vida desde una perspectiva eterna. Lo máximo en la vida de Pablo era hablar con denuedo en favor de Cristo y ser semejante a El. Por eso Pablo pudo decir con total confianza que morir sería mejor que vivir, porque al morir se libraría de las inquietudes del mundo y vería a Cristo cara a cara (1Jo_3:2-3). Si usted no está listo para morir, tampoco lo está para vivir. Asegúrese de su destino eterno, y será libre para servir, entregado a lo que realmente vale, sin temor a la muerte. Pablo tenía un propósito para vivir cuando servía a los filipenses y a los demás. Nosotros también necesitamos una meta que vaya más allá de nuestras necesidades físicas. ¿Usted, a quién sirve o ayuda? ¿Cuál es el propósito de su vida? Rechazo hacia Dios
11/26/2013
Rechazo hacia Dios
Hebreos 12:14-25 El pecado siempre obstaculiza nuestra visión de Dios; por lo tanto, si queremos ver a Dios, debemos obedecerle y renunciar al pecado (véase Psa_24:3-4). Vivir en santidad armoniza con vivir en paz. Una buena relación con Dios conduce a una buena relación con la comunidad de creyentes. Aunque no siempre vamos a sentir amor por todos los creyentes, debemos buscar la paz a medida que logramos ser más semejantes a Cristo. Así como una raíz pequeña crece hasta convertirse en un gran árbol, la amargura brota en nuestro corazón y eclipsa aun nuestras más profundas relaciones cristianas. Una "raíz de amargura" se apodera de nosotros cuando permitimos que los desacuerdos crezcan hasta volverse resentimiento, o cuando alimentamos rencores por heridas pasadas. La amargura trae consigo celos, disensiones e inmoralidad. Cuando el Espíritu Santo llena nuestra vida, puede sanar la herida que causa la amargura. La historia de Esaú nos muestra que los errores y pecados a veces tienen consecuencias a largo plazo (Gen_25:29-34; Gen_27:36). Ni siquiera el arrepentimiento y el perdón eliminan las consecuencias del pecado. ¿Con qué frecuencia toma decisiones basadas en qué quiere ahora, y no en lo que necesita a largo plazo? Evalúe los efectos a largo plazo de sus decisiones y acciones. ¡Qué contraste entre el pueblo con miedo de acercarse a Dios en el Monte Sinaí y su acercamiento alegre en el Monte de Sion! ¡Qué diferencia la que Cristo hace! Antes que El viniera, Dios se mostraba distante y aterrador. Después que El vino, Dios nos acoge por medio de Cristo en su misma presencia. ¡Acepte su invitación! Como cristianos, somos ciudadanos de la Jerusalén celestial ahora mismo. Como Cristo gobierna nuestra vida ahora, el Espíritu Santo está siempre con nosotros, y experimentaremos un compañerismo cercano con otros creyentes. La recompensa total y final y la realidad de la Jerusalén celestial se describen en Apocalipsis 21. La vida antigua y la nueva
11/22/2013
La vida antigua y la nueva
Colosenses 3:5-15 Puesto que los cristianos están libres de la ley ceremonial deben andar más cerca de Dios en la obediencia del evangelio. Como el cielo y la tierra son opuestos entre sí, no pueden seguirse al mismo tiempo; y el afecto por uno debilitará y abatirá el afecto por el otro. Los que han nacido de nuevo están muertos al pecado, porque su dominio está roto, su poder paulatinamente vencido por la operación de la gracia, y a la larga, será extinguido por la perfección de la gloria. Entonces, estar muertos significa esto: que quienes tienen el Espíritu Santo, que mortifica en ellos las concupiscencias de la carne, son capaces de despreciar las cosas terrenales y desear las celestiales. En el presente, Cristo es alguien a quien no hemos visto, pero nuestro consuelo es que nuestra vida está a salvo en Él. Las corrientes de esta agua viva fluyen al alma por la influencia del Espíritu Santo por la fe. Cristo vive en el creyente por su Espíritu, y el creyente vive para Él en todo lo que hace. En la segunda venida de Cristo habrá una reunión general de todos los redimidos; y aquellos cuya vida está ahora escondida con Cristo, se manifestarán con Él en su gloria. Esperamos esa dicha, ¿no deberíamos poner nuestros afectos en aquel mundo y vivir por encima de éste? Gracias a Dios por su gracia
11/21/2013
Gracias a Dios por su gracia
1 Corintios 1:4-9 Todos los cristianos son dedicados y consagrados a Cristo por el bautismo, y tienen la obligación estricta de ser santos, porque en la Iglesia verdadera de Dios están todos los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, y que le invocan como el Dios manifestado en carne, para todas las bendiciones de la salvación; los cuales le reconocen y obedecen como Señor de ellos, y Señor de todo; no incluye a otras personas. El cristiano se distingue del profano y del ateo, porque no osa vivir sin oración; y se puede distinguir de los judíos y paganos en que invoca el nombre de Cristo. Nótese con cuánta frecuencia repite el apóstol en estos versículos las palabras, nuestro Señor Jesucristo. Temía no mencionarlo con bastante honra y frecuencia. El apóstol da su saludo habitual a todos los que invocan a Cristo, deseando de Dios, para ellos, la misericordia que perdona, la gracia que santifica, y la paz que consuela, a través de Jesucristo. Los pecadores no pueden tener paz de Dios, ni nada de Él, sino por medio de Cristo. Da gracias por la conversión de ellos a la fe de Cristo; esa gracia les fue dada por Jesucristo. Ellos habían sido enriquecidos por Él con todos los dones espirituales. Habla de palabras y conocimiento. Donde Dios ha dado estos dos dones, ha dado gran poder para el servicio. Estos eran dones del Espíritu Santo, por los cuales, Dios daba testimonio de los apóstoles. Los que esperan la venida de nuestro Señor Jesucristo, serán sostenidos por Él hasta el final; éstos serán sin culpa en el día de Cristo, hechos así por la rica y libre gracia. ¡Qué gloriosas son las esperanzas de tal privilegio: estar resguardados por el poder de Cristo del poder de nuestras corrupciones y de las tentaciones de Satanás! Cántico de alabanza y de adoración
11/20/2013
Cántico de alabanza y de adoración
Salmo 95:1-11 Algo importante a la hora de entrar a la presencia de Dios es llegar humildemente con alabanzas. Cada vez que vamos a la presencia de Dios debemos ir con acción de gracias. El Señor debe ser alabado; no nos falta tema, y bueno sería que no nos faltase corazón. ¡Cuán grande es Dios, a quién pertenece toda la tierra y su plenitud, que dirige todo y dispone de todo! -El Señor Jesús a quien aquí se nos enseña a alabar, es Dios grande; el Dios omnipotente es uno de sus títulos, y Dios sobre todo, bendito por siempre. A Él se ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra. Él es nuestro Dios y debemos alabarlo. Él es nuestro Salvador y autor de nuestra bendición. La iglesia del evangelio es su rebaño, Cristo es el gran buen pastor de los creyentes; Él los buscó cuando estaban perdidos y los trajo a su redil. La grata consecuencia de estar en la presencia de Dios en alabanza es el reposo . El descontento, las quejas y la incredulidad destruyen ese reposo. ¿Qué nos impide obtener la bendición principal de Dios (entrar en su "reposo")? Corazones malagradecidos (95.2), no adorar ni someterse a El (95.6), endurecer los corazones (95.8), probar a Dios debido a dudas obstinadas (95.9). En Heb_4:5-11, se nos alienta a que no endurezcamos nuestro corazón, sino que rechacemos el hechizo del pecado y de cualquier cosa que nos aparte de Dios. Que en medio del desastre tu reaccion sea labanza y adoracion a tu creador. Dichoso
11/19/2013
Dichoso
salmo 1:1-6 El escritor comienza su salmo ensalzando el gozo de obedecer a Dios y no escuchar a los que lo desacreditan o ridiculizan. Nuestros amigos o socios pueden tener una influencia profunda en nosotros, a menudo en forma muy sutil. Si insistimos en tener amistad con los que se burlan de lo que Dios considera importante, nos veremos llevados hacia el pecado y nos volveremos indiferentes a la voluntad de Dios. Esta actitud es igual a la burla. ¿Lo edifican en su fe sus amigos o se la destruyen? Los amigos verdaderos deben acercarnos a Dios. Dios no juzga a la gente sobre la base de la raza, sexo o nacionalidad. La juzga sobre la base de su fe en El y la respuesta que dan a su voluntad revelada. Los que con diligencia tratan de obedecer la voluntad de Dios son como árboles sanos que dan fruto y que tienen grandes raíces (Jer_17:5-8) y Dios promete cuidarlos. La sabiduría de Dios guía sus vidas. En contraste, los que no confían en El ni le obedecen tienen vidas sin significado que el viento se lleva como si fuera polvo. Sólo existen dos caminos en la vida: el camino de la obediencia a Dios o el camino de la rebelión y destrucción. Asegúrese de elegir la senda de Dios porque su elección determinará dónde pasará la eternidad Usted puede aprender a seguir a Dios al meditar en su Palabra. Meditar significa pasar tiempo leyendo y pensando en lo que ha leído. Además significa pensar acerca en cómo cambiar para vivir como a Dios le agrada. Conocer y meditar la Palabra de Dios son los primeros pasos para aplicarla a su diario vivir. Si usted quiere seguir a Dios más de cerca, debe conocer lo que El dice. Esta "ley de Jehová" se refiere a toda las Escrituras: los primeros cinco libros de Moisés, los profetas, y los otros escritos. Mientras más conozcamos el punto de vista de la Palabra de Dios, más recursos tendremos para tomar nuestras decisiones diarias. Hay una pizca muy simple de sabiduría en estos dos versículos. Mientras más nos deleitamos en la presencia de Dios, más fructífero seremos. Por otro lado, mientras más permitamos que los que ridiculizan a Dios afecten nuestros pensamientos y actitudes, más nos separamos de la fuente real de alimento espiritual. Debemos tener contacto con los incrédulos si es que queremos hablarles de Dios. Pero no debemos imitar su conducta pecaminosa. Si usted desea desesperarse, pase tiempo con los escarnecedores. Pero si desea felicidad,cultive la amistad de los que aman a Dios y su Palabra. Cuando las Escrituras prometen "y todo lo que hacen, prosperará", no significa que sean inmunes al fracaso o a las dificultades. Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad. Lo que la prosperidad significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de Dios se aplica en nuestras vidas, el fruto (resultados o productos derivados) que produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de Dios. Así como un árbol absorbe el agua y produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de Dios, para producir hechos y actitudes que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra de Dios en nuestro corazón. Meditar en la palabra de Dios es discurrir con nosotros mismos acerca de las grandes cosas en ella contenidas, con una íntima aplicación de la mente y concentración en el pensar. Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día. Con este propósito no hay momento que no sea oportuno. Jehová es la porción de mi herencia
11/18/2013
Jehová es la porción de mi herencia
Salmos 16:5-11 Jehová es el primer nombre adjudicado por los hebreos a la divinidad; Señor es la traducción del segundo de ellos: Adonai De ahí el verso: Dijiste a Jehová : Tú eres mi Señor . Suerte y cuerdas : Referencia poética a la división de la tierra prometida por Josué, la cual hizo realidad las promesas de Dios (Jos_21:43-45). Dios es tan importante para el salmista como esta porción de tierra. Seol : Dominio de los muertos. David no sólo expresa su fe en que la muerte no lo separará de Dios (Rom_8:38-39), sino que proféticamente declara que su santo (Jesús) será resucitado de entre los muertos, físicamente sin corrupción . Este fue el extraordinario anuncio de Pedro el día de Pentecostés (Act_2:25-31) «Declarado Hijo de Dios con poder», LA VENIDA DEL MESíAS. Los apóstoles reconocieron claramente que este versículo predecía la resurrección de Jesús. Pedro lo citó en su sermón del día de Pentecostés (Act_2:27) y Pablo también lo hizo en una de sus primeras predicaciones en Antioquía de Pisidia (Act_13:35). La suficiencia de la obra expiatoria de Cristo se declara en la resurrección (Ro 6; 2Ti_1:10; Heb_2:9-18; Heb_2:1 P 2.18); mediante ella Jesús fue «declarado Hijo de Dios con poder» (Rom_1:4). Al completar la obra que vino a realizar, ascendió a la diestra del Padre. Ahora miramos esperanzados hacia adelante, porque habiendo destruido el poder de la muerte, el Señor ha ofrecido la promesa de vida eterna a todos aquellos que le reciben como Mesías (Joh_6:40). (Isa_53:1-12/Joh_14:1-3) J.H Gran deseo de la Ley de Dios
11/15/2013
Gran deseo de la Ley de Dios
Salmos 119:1-8 Este salmo puede considerarse como la declaración de la experiencia del creyente. Hasta donde nuestros puntos de vista, deseos y afectos concuerden con lo que aquí se expresa, vienen de la influencia del Espíritu Santo, y no más. La misericordia de Dios que perdona en Cristo es la única fuente de la felicidad para el pecador. Son más felices los que son preservados más libres de la contaminación del pecado, los que simplemente creen los testimonios de Dios y confían en sus promesas. Malo es si el corazón está dividido entre Él y el mundo, pero los santos evitan cuidadosamente todo pecado; están conscientes de mucho mal que los atasca en los caminos de Dios, pero no de esa iniquidad que los arranca de esos caminos. El tentador quiere que los hombres piensen que tienen la libertad de seguir o no la palabra de Dios, según les plazca. Pero el deseo y la oración del hombre bueno concuerda con la voluntad y el mandamiento de Dios. Si un hombre espera que, por obedecer una cosa, puede adquirir indulgencia para desobedecer en otras, se hará evidente su hipocresía; si no es avergonzado en este mundo, la vergüenza eterna será su porción. El salmista ansiaba aprender las leyes de Dios, dar la gloria a Dios. Y los creyentes ven que si Dios los abandona, el tentador será demasiado duro para ellos. Justicia/ sufrimiento
11/14/2013
Justicia/ sufrimiento
1 Pedro 3:14-22 En vez de temer a nuestros enemigos, debemos confiar en Dios como el Señor de todo. Debemos creer que de verdad Dios controla todos los acontecimientos. Cuando El gobierna nuestros pensamientos y emociones, no seremos conmovidos por nada que pueda hacer el enemigo. Algunos creyentes consideran que la fe es un asunto personal que debe reservarse para uno mismo. Es verdad que no debemos ser exuberantes ni ofensivos al anunciar nuestra fe, pero debemos siempre estar listos para dar razón, amable y respetuosa, cuando se nos pregunta acerca de nuestra fe, nuestro estilo de vida o nuestra perspectiva cristiana. Tal vez usted no pueda evitar que lo calumnien; pero al menos puede evitar el dar motivos. Al hacer lo bueno, las acusaciones serán vacías y solo avergonzarán a quienes las pronuncien. ¡Mantenga su conducta libre de censura! El significado de predicar "a los espíritus encarcelados" no es totalmente claro y los comentaristas lo han explicado de diversas formas. La interpretación tradicional es que Cristo, entre su muerte y resurrección, anunció la salvación a los seguidores fieles de Dios que esperaban ser salvos durante el período del Antiguo Testamento. Mateo afirma que, cuando Jesús murió, "se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron" (Mat_27:52-53). Pedro dice que la salvación de Noé a través de las aguas simbolizaba el bautismo, una ceremonia que incluye agua. Mediante el bautismo nos identificamos con Jesucristo, el que nos separa de los perdidos y nos da nueva vida. No es la ceremonia en sí la que nos salva, sino la fe en la muerte y resurrección de Cristo. El bautismo es el símbolo de la transformación que tiene lugar en el corazón de los que creen (Rom_6:3-5; Gal_3:27; Col_2:12). Al identificarse con Cristo mediante el bautismo, los lectores de Pedro nunca podrían volver atrás, aun en medio de la presión de la persecución. El bautismo público los protegería de la tentación de renunciar a su fe. Obedecer sobre todo
11/13/2013
Obedecer sobre todo
1 Pedro 2:15-29 Cuando Pedro les dijo a sus lectores que debían respetar a las autoridades civiles, hablaba del Imperio Romano que estaba bajo la autoridad de Nerón, un tirano notoriamente cruel. Es obvio que no les dijo a los creyentes que debían comprometer su conciencia. Pedro le había expresado al sumo sacerdote años antes: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Act_5:29). Pero en diferentes aspectos de su vida cotidiana, era posible y deseable que los cristianos vivieran en armonía con la ley de su país. En la actualidad, algunos cristianos viven en libertad mientras que otros viven bajo gobiernos represivos. A todos se les ordena cooperar con los gobernantes, siempre y cuando la conciencia lo permita. Debemos hacerlo "por causa del Señor", para que se respeten sus buenas nuevas y su pueblo. Si somos perseguidos, debe ser por la causa de Cristo y no por quebrantar leyes morales o civiles. Para mayores detalles relacionados con el cristiano y el gobierno, Somos libres de guardar la ley como un medio para ganar la aprobación de Dios; pero debemos obedecer como expresión de gratitud por la salvación gratuita, las enseñanzas de los diez mandamientos, que son expresión de la voluntad de Dios para nosotros. Muchos cristianos eran criados. Pudo haber sido fácil para ellos someterse a sus amos que eran gentiles y bondadosos, pero Pedro los anima a ser leales y perseverantes aun si llegaran a sufrir un trato injusto. De la misma manera, debemos someternos a nuestros empleadores, ya sean bondadosos o duros. Al hacerlo, podremos ganarlos para Cristo mediante nuestro buen ejemplo. Pablo dio un consejo similar en sus cartas (véanse Eph_6:5-9; Col_3:22-25); de igual modo lo hizo Jesús (Mat_5:46; Luk_6:32-36). Podemos sufrir por muchas razones. Algunos sufrimientos son el resultado directo del pecado en nuestra vida; otros tienen lugar por nuestra necedad y otros son el resultado de vivir en un mundo caído. Pedro se refiere a un sufrimiento que viene como resultado de hacer el bien. Cristo nunca pecó; sin embargo, sufrió a fin de que pudiéramos ser libres. Cuando seguimos el ejemplo de Cristo y vivimos para otros, también podemos llegar a sufrir. Nuestra meta debe ser afrontar el sufrimiento como lo afrontó El: con paciencia, calma y confianza en que Dios tiene el dominio del futuro. Al estar con Jesús, Pedro había aprendido acerca del sufrimiento. Sabía que el sufrimiento de Cristo era parte del plan de Dios (Mat_16:21-23; Luk_24:25-27; Luk_24:44-47) y que su propósito era salvarnos (Mat_20:28; Mat_26:28). También sabía que el que sigue a Cristo debe estar preparado para sufrir (Mar_8:34-35). Pedro aprendió esas verdades de Jesús y nos las transmitió a nosotros. Cristo murió por nuestros pecados, en nuestro lugar, para que no tuviéramos que sufrir el castigo que merecíamos. A esto se le llama sacrificio expiatorio. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |