Obedecer sobre todo
11/13/2013
Obedecer sobre todo
1 Pedro 2:15-29 Cuando Pedro les dijo a sus lectores que debían respetar a las autoridades civiles, hablaba del Imperio Romano que estaba bajo la autoridad de Nerón, un tirano notoriamente cruel. Es obvio que no les dijo a los creyentes que debían comprometer su conciencia. Pedro le había expresado al sumo sacerdote años antes: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Act_5:29). Pero en diferentes aspectos de su vida cotidiana, era posible y deseable que los cristianos vivieran en armonía con la ley de su país. En la actualidad, algunos cristianos viven en libertad mientras que otros viven bajo gobiernos represivos. A todos se les ordena cooperar con los gobernantes, siempre y cuando la conciencia lo permita. Debemos hacerlo "por causa del Señor", para que se respeten sus buenas nuevas y su pueblo. Si somos perseguidos, debe ser por la causa de Cristo y no por quebrantar leyes morales o civiles. Para mayores detalles relacionados con el cristiano y el gobierno, Somos libres de guardar la ley como un medio para ganar la aprobación de Dios; pero debemos obedecer como expresión de gratitud por la salvación gratuita, las enseñanzas de los diez mandamientos, que son expresión de la voluntad de Dios para nosotros. Muchos cristianos eran criados. Pudo haber sido fácil para ellos someterse a sus amos que eran gentiles y bondadosos, pero Pedro los anima a ser leales y perseverantes aun si llegaran a sufrir un trato injusto. De la misma manera, debemos someternos a nuestros empleadores, ya sean bondadosos o duros. Al hacerlo, podremos ganarlos para Cristo mediante nuestro buen ejemplo. Pablo dio un consejo similar en sus cartas (véanse Eph_6:5-9; Col_3:22-25); de igual modo lo hizo Jesús (Mat_5:46; Luk_6:32-36). Podemos sufrir por muchas razones. Algunos sufrimientos son el resultado directo del pecado en nuestra vida; otros tienen lugar por nuestra necedad y otros son el resultado de vivir en un mundo caído. Pedro se refiere a un sufrimiento que viene como resultado de hacer el bien. Cristo nunca pecó; sin embargo, sufrió a fin de que pudiéramos ser libres. Cuando seguimos el ejemplo de Cristo y vivimos para otros, también podemos llegar a sufrir. Nuestra meta debe ser afrontar el sufrimiento como lo afrontó El: con paciencia, calma y confianza en que Dios tiene el dominio del futuro. Al estar con Jesús, Pedro había aprendido acerca del sufrimiento. Sabía que el sufrimiento de Cristo era parte del plan de Dios (Mat_16:21-23; Luk_24:25-27; Luk_24:44-47) y que su propósito era salvarnos (Mat_20:28; Mat_26:28). También sabía que el que sigue a Cristo debe estar preparado para sufrir (Mar_8:34-35). Pedro aprendió esas verdades de Jesús y nos las transmitió a nosotros. Cristo murió por nuestros pecados, en nuestro lugar, para que no tuviéramos que sufrir el castigo que merecíamos. A esto se le llama sacrificio expiatorio. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |