EL ESPIRITU Y CRISTO EN NOSOTROS
8/30/2018
Romanos 8:10-17
Si el Espiritu esta en nosotros, Cristo esta en nosotros. Él habita en el corazón por fe. La gracia en el alma es su nueva naturaleza; el alma está viva para Dios y ha comenzado su santa felicidad que durará para siempre. La justicia imputada de Cristo asegura al alma, la mejor parte, de la muerte. De esto vemos cuán grande es nuestro deber de andar, no en busca de la carne, sino en pos del Espíritu. Si alguien vive habitualmente conforme a las lujurias corruptas, ciertamente perecerá en sus pecados, profese lo que profese. ¿Y puede una vida mundana presente, digna por un momento, ser comparada con el premio noble de nuestro supremo llamamiento? Entonces, por el Espíritu esforcémonos más y más en mortificar la carne. La regeneración por el Espíritu Santo trae al alma una vida nueva y divina, aunque su estado sea débil. Los hijos de Dios tienen al Espíritu para que obre en ellos la disposición de hijos; no tienen el espíritu de servidumbre, bajo el cual estaba la Iglesia del Antiguo Testamento, por la oscuridad de esa dispensación. El Espíritu de adopción no estaba, entonces, plenamente derramado. MENTE CARNAL O ESPIRITUA?
8/29/2018
Romanos 8:5-9
Los creyentes pueden ser castigados por el Señor, pero no serán condenados con el mundo. Por su unión con Cristo por medio de la fe, están seguros. ¿Cuál es el principio de su andar: la carne o el Espíritu, la naturaleza vieja o la nueva, la corrupción o la gracia? ¿Para cuál de estos hacemos provisión, por cuál somos gobernados? La voluntad sin renovar es incapaz de obedecer por completo ningún mandamiento. La ley, además de los deberes externos, requiere obediencia interna. Dios muestra su aborrecimiento del pecado por los sufrimientos de su Hijo en la carne, para que la persona del creyente fuera perdonada y justificada. Así, se satisfizo la justicia divina y se abrió el camino de la salvación para el pecador. El Espíritu escribe la ley del amor en el corazón, y aunque la justicia de la ley no sea cumplida por nosotros, de todos modos, bendito sea Dios, se cumple en nosotros; en todos los creyentes hay quienes responden a la intención de la ley. El favor de Dios, el bienestar del alma, los intereses de la eternidad, son las cosas del Espíritu que importan a quienes son según el Espíritu. ¿Por cuál camino se mueven con más deleite nuestros pensamientos? ¿Por cuál camino van nuestros planes e ingenios? ¿Somos más sabios para el mundo o para nuestras almas? Los que viven en el placer están muertos, 1 Timoteo 5: 6. El alma santificada es un alma viva, y esa vida es paz. La mente carnal no es sólo enemiga de Dios, sino la enemistad misma. El hombre carnal puede, por el poder de la gracia divina, ser sometido a la ley de Dios, pero la mente carnal, nunca; esta debe ser quebrantada y expulsada. Podemos conocer nuestro estado y carácter verdadero cuando nos preguntamos si tenemos o no el Espíritu de Dios y de Cristo, versículo 9. Vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu. Tener el Espíritu de Cristo significa haber cambiado el designio en cierto grado al sentir que había en Cristo Jesús, y eso tiene que notarse en una vida y una conversación que corresponda a sus preceptos y a su ejemplo. SOY LIBRE
8/28/2018
Romanos 8:1-4
"Es inocente; déjenlo en libertad". ¿Qué significan estas palabras para usted si se hallara en la fila de las personas condenadas a muerte? El hecho es que todo el género humano está sentenciado a muerte, condenado con justicia por quebrantar repetidamente la santa ley de Dios. Sin Jesús no tendríamos esperanza alguna. ¡Pero gracias a Dios! Nos declaró inocentes y nos concedió libertad del pecado para hacer su voluntad. Este Espíritu de vida es el Espíritu Santo. Estuvo presente en la creación del mundo y es el que produce el renacimiento de todo cristiano. El Espíritu Santo nos da el poder que necesitamos para disfrutar la vida cristiana. Jesús se dio en sacrificio por nuestros pecados. En los tiempos del Antiguo Testamento, se ofrecían continuamente sacrificios de animales en el templo. Los sacrificios mostraban a los israelitas la seriedad del pecado: la sangre debía esparcirse para que se recibiera el perdón. Pero en verdad la sangre de los animales no podía quitar el pecado. Los sacrificios representaban el sacrificio de Cristo, quien pagó el castigo de todos los pecados. EL CONSOLADOR
8/27/2018
Juan 15:26-27
26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio. Jesús usa dos nombres para referirse al Espíritu Santo: Consolador y Espíritu de verdad. La palabra Consolador trasmite el concepto de la ayuda, aliento y fortalecimiento que recibimos del Espíritu. Espíritu de verdad señala hacia la obra de enseñanza, Iluminación y rememoración. El Espíritu Santo ministra a la mente y al corazón, y ambas dimensiones son importantes. El Espíritu bendito mantendrá la causa de Cristo en el mundo, a pesar de la resistencia que encuentra. Los creyentes enseñados y exhortados por sus influencias deben dar testimonio de Cristo y su salvación. Dios, sé propicio a mí, pecador
8/24/2018
Lucas 18:9-14
Esta parábola era para convencer a algunos que confiaban en sí mismos como justos y despreciaban al prójimo. Dios ve con qué disposición y propósito vamos a Él en las santas ordenanzas. Lo que dijo el fariseo demuestra que él tenía confianza en sí mismo de ser justo. Podemos suponer que estaba exento de pecados groseros y escandalosos. Todo eso era muy bueno. Miserable es la condición de quienes no alcanzan la justicia de ese fariseo, aunque él no fue aceptado, y ¿por qué no? Iba a orar al templo, pero estaba lleno de sí mismo y de su propia bondad; no pensaba que valía la pena pedir el favor y la gracia de Dios. Cuidémonos de presentar oraciones orgullosas al Señor y de despreciar al prójimo. La oración del publicano estaba llena de humildad y de arrepentimiento por el pecado, y deseo de Dios. Su oración fue breve, pero con un objetivo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Bendito sea Dios, que tenemos registrada esta oración corta como oración contestada; y que tenemos la seguridad que aquel que la dijo volvió justificado a casa; así será con nosotros si oramos como él por medio de Jesucristo. Cristo vino a hacernos humildes
8/23/2018
Filipenses 2:3-11
Estas son otras exhortaciones a los deberes cristianos; a la unanimidad, a la humildad, conforme al ejemplo del Señor Jesús. La bondad es la ley del reino de Cristo, la lección de su escuela, el uniforme de su familia. Cristo vino a hacernos humildes para que no haya entre nosotros espíritu de orgullo. Debemos ser severos con nuestras propias faltas, y rápidos para observar nuestros defectos, pero estar dispuestos para favorecer con concesiones al prójimo. Debemos cuidar bondadosamente a los demás, y no meternos en asuntos ajenos. No se puede disfrutar de paz interior ni exterior sin humildad. El ejemplo de nuestro Señor Jesucristo es puesto ante nosotros. Debemos parecernos a Él en su vida, si deseamos el beneficio de su muerte. Fijémonos en las dos naturalezas de Cristo: su naturaleza Divina y la humana. La exaltación fue de la naturaleza humana de Cristo, en unión con la divina. Todos deben rendir homenaje solemne al nombre de Jesús, no al solo sonido de la palabra, sino a la autoridad de Jesús. Confesar que Jesucristo es el Señor es para la gloria de Dios Padre; porque es su voluntad que todos los hombres honren al Hijo como honran al Padre. Colosenses 3:12-17
No sólo no debemos dañar a nadie; debemos hacer todo el bien que podamos a todos. Los que son escogidos de Dios, santos y amados, deben ser humildes y compasivos con todos. Mientras estemos en este mundo, donde hay tanta corrupción en nuestros corazones, a veces surgirán contiendas, pero nuestro deber es perdonarnos unos a otros imitando el perdón por cual somos salvados. Que la paz de Dios reine en vuestros corazones; es su obra en todos los que le pertenecen. La acción de gracias a Dios ayuda a hacernos agradables ante todos los hombres El alma prospera cuando estamos llenos de las Escrituras y de la gracia de Cristo. Cuando cantamos salmos debemos ser afectados por lo que cantamos. Hagamos todo en el nombre del Señor Jesús, y dependiendo con fe en Él, Salmo 25:8-14
Todos somos pecadores; y Cristo vino al mundo a salvar pecadores, a enseñar a los pecadores, a llamar a los pecadores al arrepentimiento. Valoramos una promesa por el carácter de quien la haga; por tanto, confiamos en las promesas de Dios. Todas las sendas del Señor, esto es, todas sus promesas y todas sus providencias, son misericordia y verdad. El pueblo de Dios puede ver todos sus tratos el despliegue de su misericordia y el cumplimiento de su palabra, cualquiera sean las aflicciones por las cuales estén ahora siendo ejercitados. Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad; y así será cuando lleguen al final de su jornada. Quienes son humildes, que desconfían de sí mismos, y desean ser enseñados y seguir la dirección divina, a estos guiará en juicio, esto es, por la regla de la palabra escrita, para hallar el descanso para sus almas en el Salvador. Aun cuando el cuerpo esté enfermo y dolorido, el alma puede estar cómoda en Dios. Juan 13;1-17
A los que Cristo ama, los ama hasta lo sumo. Nada puede separar del amor de Cristo al creyente verdadero. No sabemos cuándo llegará nuestra hora, por eso, lo que tenemos que hacer como preparativo constante para ella, nunca debe quedar sin hacer. Jesús lavó los pies de los discípulos para enseñarnos a pensar que nada nos rebaja si podemos fomentar la gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos. Debemos dirigirnos al deber y dejar de lado todo lo que impida lo que tenemos que hacer. Cristo lavó los pies de los discípulos para representarles el valor del lavado espiritual, y la limpieza del alma de las contaminaciones del pecado. Nuestro Señor Jesús hace muchas cosas cuyo significado ni sus discípulos saben en el presente, pero lo sabrán después. Al final vemos qué era lo bueno de los hechos que parecían peores. No es humildad, sino incredulidad rechazar la oferta del evangelio como si fueran demasiado ricos para que sea para nosotros o noticia demasiado buena para ser cierta. Todos los que son espiritualmente lavados por Cristo tienen parte en Él, y solamente ellos. A todos los que Cristo reconoce y salva, los justifica y santifica. El creyente verdadero es así lavado cuando recibe a Cristo para su salvación. Desde el perdón de ayer debemos ser fortalecidos contra la tentación de este día. Cuando se descubren hipócritas, no debe ser sorpresa ni causa de tropiezo para nosotros. El mismo amor que llevó a Cristo a rescatar y reconciliar a sus discípulos, cuando eran enemigos, aún influye sobre Él. y probadme ahora en esto......
8/17/2018
Malaquias 3:7-12
Los hombres de esa generación se apartaron de Dios y no guardaron sus ordenanzas. Dios les hace un llamado de gracia. Pero ellos dijeron: ¿En qué hemos de volvernos? Dios nota las respuestas que nuestros corazones dan a las llamadas de su palabra. Muestra gran perversidad en pecado cuando los hombres hacen excusas de las aflicciones para pecar, las cuales son enviadas para separar entre ellos y sus pecados. Aquí hay una ferviente exhortación a la reforma. Dios debe ser servido en primer lugar; y debe preferirse el interés de nuestras almas antes que el de nuestros cuerpos. Que ellos confíen en Dios que provee para su consuelo. Dios tiene bendiciones preparadas para nosotros, pero por la debilidad de nuestra fe y la estrechez de nuestros deseos, no tenemos lugar para recibirlas. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
September 2023
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