Deuteronomio 8:1-11
Jesús citó este texto en Mat_4:4, cuando confrontó las tentaciones de Satanás en el desierto. El mensaje obvio de este pasaje es que el alma no puede sobrevivir sin la diaria Palabra de Dios. El hecho de que se establezca un paralelo con el maná que sirvió de alimento a Israel en el desierto, pone en evidencia que el creyente debe procurar una porción regular de la Palabra de Dios y alimentarse de ella. Esto no es una cuestión de deber legal, o sea el determinar la salvación personal, sino un asunto de responsabilidad personal que decide nuestra incorporación a la senda del discipulado. Sin embargo, que nadie suponga que se puede sobrevivir espiritualmente sin alimentarse de la Palabra de Dios. En 1Pe_2:2 se declara que la Palabra de Dios es tan esencial para el creyente como la leche para un infante. Pero así como resulta imperativo que aceptemos su Palabra para nuestra supervivencia, también debemos reconocer que Dios la ha provisto de dulzura a fin de que sea fuente de regocijo en nuestras vidas Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
February 2022
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