ESPERANZA HASTA EL FINAL
6/1/2023
Hebreos 6:11-20
11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. 15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. La esperanza aquí aludida es esperar con seguridad las cosas buenas prometidas por medio de esas promesas, con amor, deseo y valorándolas. La esperanza tiene sus grados como también los tiene la fe. La promesa de bendición que Dios ha hecho a los creyentes está, desde el eterno propósito de Dios, establecida entre el Padre eterno, el Hijo y el Espíritu Santo eternos. Se puede confiar con toda seguridad de esta promesa de Dios, porque aquí tenemos dos cosas inmutables, el consejo y el voto de Dios, en que es imposible que Dios mienta, porque sería contrario a su naturaleza y a su voluntad. Como no puede mentir, la destrucción del incrédulo y la salvación del creyente son igualmente ciertas. Nótese aquí que tienen derecho por herencia a las promesas aquellos a quienes Dios ha dado seguridad plena de la dicha. Los consuelos de Dios son suficientemente fuertes para sostener a su pueblo cuando está sometido a sus pruebas más pesadas. Aquí hay un refugio para todos los pecadores que huyen a la misericordia de Dios por medio de la redención en Cristo, conforme al pacto de gracia, dejando de lado a todas las demás confianzas. Estamos en este mundo como un barco en el mar, zarandeado de arriba abajo y corriendo el peligro de naufragar. Necesitamos un ancla que nos mantenga seguros y firmes. La esperanza del evangelio es nuestra ancla en las tormentas de este mundo. Es segura y firme, pues, de lo contrario no podría mantenernos así. La gracia gratuita de Dios, los méritos y la mediación de Cristo y las poderosas influencias de Su Espíritu, son las bases de esta esperanza, así que es una esperanza segura. Cristo es el objeto y el fundamento de la esperanza del creyente. Por tanto, depositemos nuestros afectos en las cosas de lo alto y esperemos con paciencia su manifestación, cuando nosotros nos manifestaremos con Él ciertamente en gloria. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |