En el amor no hay temor
7/21/2015
1 Juan 4:18-21
Debe haber un día de juicio universal. ¡Dichosos aquellos que tendrán osadía santa ante el Juez en aquel día sabiendo que Él es su Amigo y Abogado! Dichosos aquellos que tendrán osadía santa en la perspectiva de aquel día, que miran y esperan por eso y por la manifestación del Juez. El verdadero amor a Dios asegura a los creyentes del amor de Dios por ellos. El amor nos enseña a sufrir por Él y con Él; por tanto, podemos confiar que también seremos glorificados con Él. Debemos distinguir entre el temor de Dios y tenerle miedo; el temor de Dios comprende alta consideración y veneración por Dios. La obediencia y las buenas obras hechas a partir del principio del amor, no son como el esfuerzo servil de uno que trabaja sin voluntad por miedo a la ira del amo. Son como las de un hijo obediente que sirve a un padre amado que beneficia a sus hermanos y las hace voluntariamente. Señal de que nuestro amor dista mucho de ser perfecto si son muchas nuestras dudas, temores y aprensiones de Dios. Que el cielo y la tierra se asombren por Su amor. Él envió Su palabra a invitar a los pecadores a participar de esta gran salvación. Que ellos tengan el consuelo del cambio feliz obrado en ellos mientras le dan a Él la gloria. El amor de Dios en Cristo, en los corazones de los cristianos por el Espíritu de adopción, es la prueba grande de la conversión. Esta debe ser probada por sus efectos en sus temperamentos, y en sus conductas para con sus hermanos. Si un hombre dice amar a Dios y, sin embargo, se permite ira o venganza, o muestra una disposición egoísta, desmiente a su confesión. Pero si es evidente que nuestra enemistad natural está cambiada en afecto y gratitud, bendigamos el nombre de nuestro Dios por este sello y primicia de dicha eterna. Entonces nos diferenciamos de los profesos falsos que pretenden amar a Dios a quien no han visto pero odian a sus hermanos a los que han visto. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |