Hijo mío, está atento a mis palabras
6/4/2015
Proverbios 4:20-27
El camino de los hombres malos parece agradable y el camino más cercano para conseguir alguna finalidad; pero es un camino malo y terminará mal; si amas a tu Dios y a tu alma, evítalo. El camino del justo es luz: Cristo es su Camino y Él es la Luz. Los santos no serán perfectos hasta que lleguen al cielo, pero ahí brillarán como el sol en su fuerza. El camino del pecado es tinieblas. El camino del impío es tenebroso, por tanto, peligroso; ellos caen en pecado, pero no saben cómo evitarlo. Se meten en problemas, pero nunca tratan de saber si Dios contiende con ellos, ni cuál será el fin de ello. Este el camino que se nos insta a evitar. Oír atentamente la palabra de Dios es buena señal de la obra de gracia empezada en el corazón y un buen medio de seguir realizándola. En la palabra de Dios hay un remedio apropiado para todas las enfermedades del alma. Guarda tu corazón con toda diligencia. Debemos poner estricta vigilancia a nuestras almas; impedir que nuestros corazones infieran dolor y sean heridos. Se da una buena razón: porque de ahí surgen los asuntos de la vida. Por sobre todo, debemos buscar del Señor Jesús el agua viva, el Espíritu santificador, que brota para vida eterna. Así seremos capacitados para eliminar una boca perversa y labios pervertidos; nuestros ojos serán vueltos de contemplar la vanidad, mirando derecho adelante y andando por la regla de la palabra de Dios, yendo en los pasos de nuestro Señor y Amo. Señor, perdona el pasado y capacítamos para seguirte más de cerca durante el tiempo venidero. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |