Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz
10/26/2016
Salmos 116:1-9
Tenemos muchas razones para amar al Señor, pero son más afectadas por su benignidad cuando nos alivia de angustias profundas. Cuando el pobre pecador despierta y toma conciencia de su estado, y teme que pronto deba caer bajo la justa ira de Dios, entonces tiene problemas y pesares. Que los tales invoquen al Señor para que libre sus almas, y hallarán que es bondadoso y fiel a su promesa. La ignorancia o la culpa no obstaculizarán su salvación, cuando depositen su confianza en el Señor. Que todos hablemos de Dios cómo lo hemos hallado, y ¿alguna vez lo hemos hallado de otro modo que no sea justo y bueno? Es por su misericordia que no somos consumidos. Los trabajados y cargados vayan a Él, para que encuentren descanso para sus almas; y si se les quita completamente el reposo, que se apresuren a regresar recordando con cuánta generosidad los ha tratado el Señor. Debemos considerarnos obligados a andar como en su presencia. Gran misericordia es que seamos resguardados de que nos trague el exceso de dolor. Gran misericordia de Dios que nos sostenga con su diestra para que no seamos vencidos ni derrotados por la tentación. Pero cuando entremos en el reposo celestial, se completará la liberación del pecado y de la tristeza; contemplaremos la gloria del Señor y andaremos en su presencia con un deleite que ahora no podemos concebir. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
September 2023
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