CONFIANDO EN MI PADRE
5/5/2021
Lucas 11:5-26 Cristo alienta el fervor y la constancia en la oración. Debemos ir por lo que necesitamos. Si Dios no responde rápidamente nuestras oraciones, lo hará a su debido tiempo, si seguimos orando. Debemos pedir el Espíritu Santo, Porque por el poder del Espíritu Santo se nos lleva a conocer a Dios y al arrepentimiento, a creer en Cristo y a amarlo; así somos consolados en este mundo, y destinados para la felicidad en el próximo. Nuestro Padre celestial está listo para otorgar todas estas bendiciones a cada uno que se las pida, más que un padre o madre terrenal está dispuesto a dar comida a un niño hambriento. Esta es la ventaja de la oración de fe: que aquieta y fija el corazón en Dios. La expulsión de demonios que hizo Cristo fue realmente la destrucción del poder de ellos. El corazón de todo pecador inconverso es el palacio del diablo, donde éste habita y donde manda. Hay una especie de paz en el corazón del alma inconversa que el diablo custodia como hombre fuerte armado. El pecador se siente seguro, no tiene dudas de la bondad de su estado, ni temor alguno de los juicios venideros. La conversión del alma a Dios es la victoria de Cristo sobre el diablo y su poder en esa alma, restaurando el alma a su libertad y recuperando su interés en ella y su poder sobre ella. Todos los dones del cuerpo y de la mente son ahora empleados para Cristo. Esta es la condición del hipócrita. La casa es barrida de los pecados corrientes por una confesión forzada, como la del faraón; por una contrición fingida como la de Acab; o por una reforma parcial como la de Herodes. La casa está barrida, pero no lavada; el corazón no está santificado. El barrido saca solamente el polvo suelto mientras el pecado que acosa al pecador está indemne. La casa está adornada con gracias y dones corrientes. No está provista de ninguna gracia verdadera; todo es pintura y barniz, nada duradero ni real. Nunca fue entregada a Cristo ni habitada por el Espíritu. Cuidémonos de no descansar en lo que pueda tener un hombre y así quedarnos sin alcanzar el cielo. Los espíritus malignos entran sin dificultad; son recibidos y viven allí; allí trabajan; allí mandan. Pidamos todos con fervor ser librados de tan horrendo estado. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |