Creer =Vida eterna
5/30/2014
Creer =Vida eterna
Juan 3:16-21 Muchas personas rechazan la idea de vivir para siempre porque viven vidas tristes. Pero la vida eterna no es la extensión de la miserable vida mortal del hombre; vida eterna es la vida de Dios encarnada en Cristo que se da a todos los que creen como garantía de que vivirán para siempre. En esa vida no hay muerte, enfermedad, enemigo, demonios ni pecado. Cuando no conocemos a Cristo, tomamos decisiones pensando que esta vida es todo lo que tenemos. En realidad, esta vida es solo el comienzo de la eternidad. Empiece, por lo tanto, a evaluar todo lo que le sucede desde una perspectiva eterna. "Creer" es más que una reflexión intelectual de que Jesús es Dios. Significa depositar nuestra confianza en El, que es el único que nos puede salvar. Es poner a Cristo al frente de nuestros planes presentes y nuestro destino eterno. Creer es confiar en su palabra y depender de El para cambiar. Si nunca ha confiado en Cristo, haga suya esta promesa de vida eterna y crea. Cristo nos es propuesto claramente en el evangelio. Aquel a quien ofendimos es nuestra Paz, y la manera de solicitar la curación es creer. Si alguien hasta ahora toma livianamente la enfermedad del pecado o el método de curación de Cristo, y no recibe a Cristo en las condiciones que Él pone, su ruina pende sobre su cabeza. Él dijo: Mirad y sed salvos, mirad y vivid; alzad los ojos de la fe a Cristo crucificado. Mientras no tengamos la gracia para hacer esto, no seremos curados, sino seguiremos heridos por los aguijones de Satanás, y en estado moribundo. Jesucristo vino a salvarnos perdonándonos, para que no muriéramos por la sentencia de la ley. He aquí el evangelio, la verdadera, la buena nueva. He aquí al amor de Dios al dar a su Hijo por el mundo. Tanto amó Dios al mundo, tan verdaderamente, tan ricamente. ¡Mirad y maravillaos, que el gran Dios ame a un mundo tan indigno! -Aquí, también, está el gran deber del evangelio: creer en Jesucristo. Habiéndolo dado Dios para que fuera nuestro Profeta, Sacerdote y Rey, nosotros debemos darnos para ser gobernados y enseñados, y salvados por Él. He aquí el gran beneficio del evangelio, que quienquiera que crea en Cristo no perecerá mas tendrá vida eterna. Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, y de ese modo, lo salvaba. No podía ser salvado sino por medio de Él; en ningún otro hay salvación. De todo esto se muestra la dicha del creyente verdadero: el que cree en Cristo no es condenado. Aunque ha sido un gran pecador, no se le trata según lo que merecen sus pecados. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |