Cristo el Sumo Sacerdote
12/16/2014
Hebreos 8:1-6
La sustancia o resumen de lo declarado era que los cristianos tenían un Sumo Sacerdote como el que necesitaban. Asumió la naturaleza humana, se manifestó en la tierra y ahí se dio como sacrificio a Dios por los pecados de su pueblo. No nos atrevamos a acercarnos a Dios, o a presentarle nada, sino en Cristo y a través de Él, dependiendo de sus méritos y mediación, porque somos aceptos sólo en el Amado. En toda obediencia y adoración debemos mantenernos cerca de la palabra de Dios que es la norma única y perfecta. Cristo es la sustancia y la finalidad de la ley de la justicia. Pero el pacto aquí aludido fue hecho con Israel como nación, asegurándoles los beneficios temporales. Las promesas de todas las bendiciones espirituales y de la vida eterna, reveladas en el evangelio, y garantizadas por medio de Cristo, son de valor infinitamente mayor. Bendigamos a Dios porque tenemos un Sumo Sacerdote idóneo para nuestra indefensa condición. El autor se aparta de las calificaciones de Cristo como Sumo Sacerdote a su actual obra expiatoria. Esa obra es tan superior al ministerio de los sacerdotes judíos que, por medio de ella, el viejo sistema ha sido reemplazado por el absoluto, eterno y perfecto sacerdocio de Cristo. El ministerio del tabernáculo sólo era figura y símbolo de las realidades consumadas por Cristo. Por tanto, su ministerio sobrepasa el sacerdocio levítico como la sustancia sobrepasa a la sombra de las cosas Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |