Dádivas de los filipenses
12/26/2023
Dádivas de los filipenses
Filipenses 4:10-19 10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén Es una buena obra socorrer y ayudar a un buen ministro en problemas. La naturaleza de la verdadera simpatía cristiana, no es sólo sentir preocupación por nuestros amigos en sus problemas, sino hacer lo que podamos para ayudarlos. El apóstol estuvo a menudo en prisiones, encarcelamientos y necesidades; pero en todo ello, aprendió a contentarse, a llevar su mente a su condición, y a sacar lo mejor de ella. El orgullo, la incredulidad, el vano anhelo de algo que no tenemos, y la inconstancia de las cosas presentes, hacen que los hombres estén descontentos incluso en circunstancias favorables. Oremos por la sumisión paciente y la esperanza cuando estemos abatidos; por la humildad y la mente celestial cuando estemos exaltados. Es una gracia especial tener siempre un temperamento igual. Y en un estado bajo no perder nuestro consuelo en Dios, ni desconfiar de su providencia, ni tomar ningún camino equivocado para nuestro propio suministro. En una condición próspera no ser orgullosos, ni seguros, ni mundanos. Esta es una lección más dura que la otra; porque las tentaciones de la plenitud y la prosperidad son más que las de la aflicción y la necesidad. El apóstol no tenía el propósito de instarlos a dar más, sino de alentar una bondad que encontrará una gloriosa recompensa en el futuro. Por medio de Cristo tenemos la gracia de hacer lo que es bueno, y por medio de él debemos esperar la recompensa; y ya que tenemos todas las cosas por él, hagamos todo por él y para su gloria Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |