DIOS CONOCE TUS OBRAS
5/17/2022
Apocalipsis 3:20
El mensaje a Laodicea14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Cristo aconsejó bien a esta gente pecadora. Dichosos son los que aceptan su consejo, porque todos los que no los aceptan deben perecer en sus pecados. Cristo les deja saber dónde pueden tener verdaderas riquezas y cómo pueden tenerlas. Deben dejar algunas cosas, pero nada de valor; y esto es sólo para dar lugar a recibir riquezas verdaderas. Abandónese el pecado y la confianza en sí mismo, para que pueda ser llenado con su tesoro oculto. Tienen que recibir de Cristo ese ropaje blanco que Él compró y proveyó para ellos: Su propia justicia imputada para justificación, y las vestiduras de la santidad y la santificación. Que ellos se entreguen a su palabra y a su Espíritu, y sus ojos serán abiertos para que vean su camino y su final. Examinémonos por la regla de su palabra y oremos con fervor por la enseñanza de su Espíritu Santo para que quite nuestra soberbia, los prejuicios y las concupiscencias carnales. Los pecadores debieran tomar las reprensiones de la palabra y de la vara de Dios como señales de su amor por sus almas. Cristo quedó afuera; llama por los tratos de su providencia, las advertencias y las enseñanzas de su palabra y la obra de su Espíritu. Cristo, con su palabra y Espíritu, y por gracia, aún sigue viniendo a la puerta del corazón de los pecadores. Los que le abran disfrutarán de su presencia. Si los que encuentre sirven sólo para una pobre fiesta, lo que Él trae la hará rica. Él dará una nueva provisión de gracia y consuelos. En la conclusión se halla la promesa para el creyente vencedor. El mismo Cristo tuvo tentaciones y conflictos; los venció a todos y fue más que vencedor. Los que son como Cristo en sus pruebas, serán hechos como Él en gloria. Todo termina con el pedido de atención general. Estos consejos, aunque aptos para las iglesias a los cuales se dirigieron, son profundamente interesantes para todos los hombres. » Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |