Dios no busca apariencias externas
9/2/2016
Mateo 23:1-12
Los escribas y los fariseos explicaban la ley de Moisés y obligaban a obedecerla. Son acusados de hipocresía en la religión. Sólo podemos juzgar conforme a las apariencias externas, pero Dios escudriña el corazón. Ellos hacían filacterias que eran rollos de papel o pergamino donde escribían cuatro artículos de la ley, para atarlos a la frente o al brazo izquierdo. Hacían estas filacterias extensas para que se pensara que eran más celosos de la ley que los demás. Dios mandó a los judíos que se pusieran franjas sobre sus vestiduras, para recordarles que son un pueblo peculiar, pero los fariseos las hacían más grandes que lo corriente, como si por eso fueran más religiosos que los demás. El orgullo era el pecado amado reinante en los fariseos, el pecado que más fácilmente los asaltaba, y contra el cual el Señor Jesús habla aprovechando todas las ocasiones. Para aquel que es enseñado en la palabra, es digno de elogio que honre al que enseña; pero para el que enseña es pecaminoso exigir esa honra e hincharse por eso. —¡Cuán contrario al espíritu del cristianismo es esto! Al discípulo coherente de Cristo le es penoso ser puesto en los lugares principales, pero cuando se mira alrededor en la iglesia visible, ¿quién pensara que este es el espíritu requerido? Claro es que alguna medida de este espíritu anticristiano predomina en toda sociedad religiosa y en el corazón de cada uno de nosotros. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |