El Dios sobre todos
10/29/2013
El Dios sobre todos
Romanos 9:18-23 Pablo cita Exo_9:16, donde Dios dijo de antemano cómo usaría a Faraón para declarar el poder del Señor. Usa este argumento para demostrar que salvar era tarea de Dios y no del hombre. Dios castigó el pecado de Faraón endureciéndole el corazón, para confirmar su desobediencia, a fin de que las consecuencias de su rebelión fueran su propio castigo. Con esta ilustración, Pablo no dice que algunos somos más valiosos que otros, sino simplemente que el Creador controla todo lo creado. El objeto creado, sin embargo, no tiene el derecho de demandar cosa alguna de su Creador; su existencia depende de El. Al tener en cuenta esta perspectiva, se elimina cualquier tentación de enorgullecernos por logros personales. Pablo se anticipa a esta objeción común a lo que ha enseñado en el versículo anterior. Si Dios escoge tener misericordia de «quien él quiere» y endurecer el corazón a «quien él quiere» (v. 18), y si su decisión se basa en última instancia en su propia voluntad (v. 11), ¿entonces como puede ser considerado justo que Dios juzgue a aquellos que se nieguen a creer? En el NT la palabra se usa con frecuencia para referirse a la gracia de Cristo y como prueba de su benevolencia. La misericordia no es meramente una emoción pasiva, sino un deseo activo por eliminar las causas de la miseria de otros. Cuestionar la moralidad de las acciones de Dios es inadecuado. Las criaturas no tienen derecho a objetar lo que su Creador hace. Sin embargo, tales enseñanzas no deben conducirnos a pensar que los pecadores no pueden creer aunque lo quisieran, porque la Escritura no enseña eso. Ella afirma repetidamente que «todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» (10.13). Esta apelación de la Escritura a los incrédulos se mantiene tanto en el AT como en el NT (véanse Eze_33:11; Joh_6:37). Dios ejerce su soberanía con abundante misericordia, no con estricta justicia. Su sufrida paciencia con Israel prueba su deseo de salvar esa nación, y confirma el hecho de que el fracaso judío no es responsabilidad de Dios La misericordia de Dios también se evidencia en su trato con los gentiles . Como apoyo de la enseñanza que no todos los llamados a convertirse en «vasos de misericordia» (v. 23) pertenecen al pueblo de Israel. Pablo cita a Hos_2:23 y 1.10. En su contexto original, estos versículos se refieren a la restauración de Israel ante Dios. Pablo ve en ellos la inclusión de los gentiles (véase 1Pe_2:10), para indicar que existe un Israel espiritual (la Iglesia), más allá de la nación judía (véase Gal_6:16). Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |