El Verbo se hizo hombre
11/6/2013
El Verbo se hizo hombre
Juan 1:1-18 Lo que Jesús enseñó y lo que hizo están ligados en forma inseparable con lo que El es. Juan muestra a Jesús como totalmente humano y totalmente divino. A pesar de que Jesús tomó por completo nuestra humanidad y vivió como un hombre, nunca dejó de ser el Dios eterno que siempre existió, el creador y sustentador de todas las cosas, la fuerza que une la creación y la fuente de la vida eterna. Esta es la verdad acerca de Jesús y el fundamento de la verdad. Si no podemos o no creemos esta verdad básica, no tendremos la fe suficiente para confiarle nuestro destino eterno. Por eso Juan escribió su Evangelio: para edificar la fe y la confianza en Jesucristo, al grado que creamos que El en realidad era y es el Hijo de Dios (20.30, 31). Cuando Dios creó, hizo algo de la nada. Debido a que somos seres creados, no hay razón para ser orgullosos. Recuerde que usted existe solo porque Dios lo hizo y tiene dones especiales únicamente porque Dios se los ha dado. Con Dios usted es algo especial; separado de Dios no es nada, y si intenta vivir sin El, abandonará el propósito por el cual fue hecho. Nosotros, como Juan el Bautista, no somos la fuente de la luz de Dios; simplemente reflejamos esa luz. Jesucristo, que es la luz verdadera, nos ayuda a ver nuestro camino a Dios y nos muestra cómo transitar a lo largo de ese camino. Pero Cristo quiere reflejar su luz a través de sus seguidores a un mundo incrédulo, quizás porque los incrédulos no son capaces de soportar la poderosa gloria resplandeciente de su luz pura. La palabra testimonio se refiere a nuestro papel de reflejar la luz de Cristo. Nunca debemos presentarnos ante otros como la luz, sino indicarles que miren a Cristo, la Luz. Todos los que aceptan a Cristo como Señor de sus vidas renacen espiritualmente y reciben nueva vida de Dios. A través de la fe en Cristo, este nuevo nacimiento nos cambia desde adentro, reacondicionando nuestras actitudes, deseos y motivos. El "Verbo fue hecho carne", significa: se convirtió en humano. Cristo vino a ser (1) el Maestro perfecto : en la vida de Jesús vemos cómo Dios piensa y por lo tanto cómo debiéramos pensar (Phi_2:5-11); (2) el ejemplo perfecto: El es el modelo de lo que debemos ser, nos muestra cómo vivir y nos da poder para vivir de esa manera (1Pe_2:21); (3) el sacrificio perfecto: Jesús vino como un sacrificio por todos los pecados y su muerte satisface las demandas de Dios para la cancelación del pecado (Col_1:15-23). El amor y la justicia forman parte de la naturaleza divina que Dios usa para lidiar con nosotros. Moisés enfatizó la justicia y la Ley de Dios, mientras que Cristo vino para resaltar la misericordia, el amor y el perdón de Dios. Moisés solo pudo ser el vehículo de la Ley, mientras que Cristo vino para cumplirla (Mat_5:17). La naturaleza y la voluntad de Dios se revelaron en la Ley; ahora la naturaleza y la voluntad de Dios se revelan en Jesucristo. En lugar de venir en tablas frías de piedra, la revelación de Dios ("su verdad") viene a la vida de la persona. En la medida que conocemos mejor a Cristo, nuestro entendimiento de Dios se incrementa. Dios se comunicó mediante varias personas en el Antiguo Testamento, por lo general profetas que recibían mensajes específicos. Pero nadie vio a Dios. En Cristo, Dios reveló su naturaleza y esencia de una forma que podía verse y tocarse. En Cristo, Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |