Gloríese en el Señor
9/11/2014
Deseemos sólo la honra que procede de Dios
2 Corintios 10:12-18 Si nos comparáramos con quienes nos superan, eso sería un buen método para mantenernos humildes. El apóstol se establece una buena regla de conducta, a saber, no jactarse de cosas sin su medida, que fue la medida que Dios le asignó a él. No hay fuente de error más fructífera que juzgar a las personas y las opiniones por nuestros propios prejuicios. ¡Qué común es que las personas juzguen su propio carácter religioso por las opiniones y las máximas del mundo que los rodea! ¡Pero qué diferente es la regla de la palabra de Dios! De todo el halago, el peor es el halago de sí mismo. Por tanto, en vez de alabarnos a nosotros mismos, debemos esforzarnos por ser aprobados por Dios. En una palabra, gloriémonos en el Señor nuestra salvación, y en todas las demás cosas sólo como pruebas de su amor, o como medios de fomentar Su gloria. En lugar de alabarnos nosotros mismos, o de buscar la alabanza de los hombres, deseemos sólo la honra que procede de Dios. Pablo criticó a los falsos maestros que procuraron demostrar su bondad comparándose con otros en vez de hacerlo con las normas Dios. Cuando nos comparamos con otros, podemos sentirnos orgullosos porque pensamos que somos mejores. Pero cuando nos medimos con las normas de Dios, llega a ser obvio que no somos lo suficientemente buenos. No se preocupe por los logros de otros. Al contrario, pregúntese continuamente: ¿Cómo encaja mi vida en lo que Dios quiere? ¿En qué forma se compara mi vida con la de Jesucristo? Cuando hacemos algo bien, queremos decirlo a otros para ser reconocidos. Pero el reconocimiento es peligroso, puede inflar nuestro orgullo. Es mucho mejor buscar la aprobación de Dios antes que la de los hombres. Luego, cuando somos tomados en cuenta somos libres de darle a Dios la honra. ¿Qué cambios debiera hacer en su vida para recibir la aprobación de Dios Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |