Gozo permanente
5/12/2014
Gozo permanente
1Tesalonisenses 5:15-24 Una vida verdaderamente religiosa es una vida de gozo constante. Podemos regocijarnos más si oramos más. La oración ayudará a llevar adelante todo asunto lícito y toda buena obra. Si oramos sin cesar no nos faltará tema para dar gracias en todo. Veremos razones para dar gracias por perdonar y prevenir, por las misericordias comunes y las excepcionales, las pasadas y las presentes, las espirituales y las temporales. No sólo por las cosas prósperas y agradables, sino también por las providencias aflictivas, por los castigos y las correcciones, porque Dios designa todo para nuestro bien, aunque, en la actualidad, no veamos en qué nos ayuda. No apaguéis al Espíritu. Se dice que los cristianos son bautizados con el Espíritu Santo y con fuego. Él obró como fuego, iluminando, avivando y purificando las almas de los hombres. Como el fuego se apaga quitándole el combustible, y se sofoca echándole agua, o poniéndole mucha tierra encima, así debemos tener cuidado de no apagar al Espíritu Santo consintiendo los afectos y concupiscencias carnales, preocupándonos sólo de las cosas terrenales. Los creyentes suelen impedir su crecimiento en la gracia al no darse a los afectos espirituales producidos en sus corazones por el Espíritu Santo. Por profecía entiéndase aquí la predicación de la palabra, la interpretación y la aplicación de las Escrituras. No debemos despreciar la predicación aunque sea simple, y no nos diga más de lo que sabíamos antes. Debemos escudriñar las Escrituras. Si probamos todas las cosas, debemos retener lo que es bueno. Debemos abstenernos de pecar, y de todo lo que tenga apariencia de pecado, que conduzca o se aproxime al pecado. El que no se refrena de las apariencias del pecado, el que no elimina las ocasiones de pecar, y no evita las tentaciones ni el acercamiento al pecado, no se mantendrá por mucho tiempo sin pecar. El apóstol ora que ellos puedan ser santificados con más perfección, porque los mejores están santificados, pero en parte mientras estén en este mundo; por tanto, debemos orar por la santidad completa mientras seguimos adelante hacia ella. Y como vamos a caer si Dios no sigue haciendo su buena obra en el alma, debemos orar a Dios que perfeccione su obra hasta que seamos presentados sin falta ante el trono de su gloria. Debemos orar unos por otros, y los hermanos deben expresar así su amor fraternal. Esta epístola iba a ser leída a todos los hermanos. No sólo se permite a la gente corriente que lea las Escrituras, pero es su deber y se les debe exhortar a que lo hagan. La palabra de Dios no debe mantenerse en idioma desconocido, sino traducirse, puesto que a todos los hombres corresponde conocer las Escrituras, y para que todos los hombres puedan leerlas. Las Escrituras deben ser leídas en todas las congregaciones públicas, especialmente, para el beneficio de los indoctos. No necesitamos más que conocer la gracia de nuestro Señor Jesucristo para hacernos dichosos. Él es una fuente de gracia que siempre fluye y rebasa para suplir todas nuestras carencias. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
September 2023
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