Haz bien a tu siervo
11/16/2016
Salmos 119:17-24
Todos pereceríamos si Dios nos tratara en estricta justicia. Debemos pasar nuestra vida a su servicio; hallaremos la vida verdadera al cumplir su palabra. Quienes miran las maravillas de la ley y del evangelio de Dios, deben pedirle entendimiento por la luz de su Espíritu. Los creyentes se sienten forasteros en la tierra; temen perder su camino y perder consuelo errando de los mandamientos de Dios. Toda alma santificada tiene hambre de la palabra de Dios como alimento sin el cual no hay vida. Hay algo de orgullo en el fondo de cada pecado voluntario. Dios puede silenciar los labios mentirosos; el oprobio y el menosprecio pueden humillarnos y hacernos bien y, entonces, ser apartados. ¿Hallamos que el peso de la cruz está por encima de lo que somos capaces de soportar? El que la soportó por nosotros nos capacitará para soportarla; sostenidos por Él no podemos hundirnos. Triste es cuando los que debieran proteger al inocente son sus traidores. El salmista siguió en su deber y halló consuelo en la palabra de Dios. El consuelo de la palabra de Dios es delicia para el alma bondadosa, cuando se amargan otros consuelos; y los que quieren que los testimonios de Dios sean su delicia, deben ser aconsejados por ellos. Que el Señor nos dirija para ejercer arrepentimiento del pecado y la fe en Cristo. Comments are closed.
|
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
November 2023
Categories |