INVITACION ABIERTA
4/22/2021
Juan 12:27-36
El pecado de nuestras almas fue la angustia del alma de Cristo cuando emprendió nuestra redención y salvación, haciendo de su alma la ofrenda por el pecado. Cristo estaba dispuesto a sufrir, pero oró pidiendo que se le salvara de sufrir. La oración pidiendo ser librado de la tribulación puede concordar bien con la paciencia que hay tras ellos, y con el sometimiento a la voluntad de Dios en ellos. Nuestro Señor Jesús decidió satisfacer la honra de Dios injuriado, y lo hizo humillándose a sí mismo. La voz del Padre desde el cielo, que lo había declarado su amado Hijo, en su bautismo y en la transfiguración, se oyó proclamando que había glorificado su nombre que lo volvería a glorificar. Reconciliando el mundo a Dios por el mérito de su muerte, Cristo rompió el poder de la muerte, y echó fuera a Satanás como destructor. Llevando el mundo a Dios por la doctrina de su cruz, Cristo rompió el poder del pecado y echó fuera a Satanás como engañador. El alma que estaba distanciada de Cristo es llevada a amarle y confiar en Él. Ahora Jesús se iba al cielo, y llevaría allá los corazones de los hombres. Hay poder en la muerte de Cristo para atraer las almas a Él. Hemos oído del evangelio lo que enaltece la libre gracia, y también hemos oído lo que llama al deber; debemos aceptar ambos de todo corazón sin separarlos. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
November 2023
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