Lucas 19:28-44
Los fariseos quisieron silenciar las alabanzas a Cristo, pero no pueden puesto que Dios puede levantar hijos para Abraham aun de las piedras, y volver el corazón de piedra hacia Él, para sacar alabanza de las bocas de los niños. ¡Cómo van a ser los sentimientos de los hombres cuando el Señor regrese en gloria a juzgar el mundo! ¿Quién puede contemplar al santo Jesús mirando anticipadamente las miserias que aguardaban a sus asesinos, llorando por la ciudad donde se iba a derramar su sangre preciosa, y no ver que la imagen de Dios en el creyente consiste en gran medida en buena voluntad y compasión? Por cierto no pueden ser buenos los que toman las doctrinas de la verdad en forma tal que se endurecen hacia su prójimo pecador. Cada uno recuerde que, pese a que Jesús lloró por Jerusalén, va a ejecutar una venganza espantosa en ella. Aunque no se goce en la muerte del pecador, con toda seguridad hará que se concreten sus amenazas temibles en los que rechazaron su salvación. El Hijo de Dios no lloró con lágrimas vanas y sin causa, por un asunto liviano ni por sí mismo. Él conoce el valor de las almas, el peso de la culpa y cuánto oprime y hunde a la humanidad. Venga entonces Él y limpie nuestros corazones por Su Espíritu, de todo eso que lo contamina. Que los pecadores en todo lugar presten atención a las palabras de verdad y salvación. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |