La Cena del Señor
3/28/2013
La Cena del Señor
Leer Mateo 26:17-29 Es la víspera de la fiesta. La pregunta acerca del lugar emana de los discípulos. Notan la responsabilidad de proveer un recinto donde pueda celebrarse la pascua, según lo que prescribe la ley. Jesús forma con ellos una familia, y es preguntado como jefe de los suyos. Así, pues, Jesús también cenará con ellos, como cualquier padre de familia en Israel cena con su familia y con los criados y doncellas de la casa. Pero es una familia congregada por libre elección. La orden de Jesús es categórica y soberana de una manera parecida como antes de entrar en Jerusalén, cuando mandó ir a buscar cabalgaduras (Mat 21:1-3). Eso aparece con una especial claridad en la breve frase: Mi tiempo está cerca. No el tiempo de la cena pascual, sino su tiempo. La cena pascual reúne en sus casas a todas las familias israelitas. Pero esta cena sólo debe tenerla Jesús y el grupo de los doce, en casa ajena y sin la familia dueña de la misma. Porque «mi tiempo» no siempre está presente, sino solamente ahora. Es el tiempo en que ocurre por primera vez algo que es único en su género. El Padre ha determinado el tiempo, pero Jesús sabe que se acerca. El Mesías de antemano se acomoda a la ley de esta hora. Así se encuentra el lugar y se hacen todos los preparativos, como comprar el cordero, los diferentes manjares y bebidas, preparar las vasijas. La instrucción de los discípulos prosigue hasta el final, si bien en todo momento él es el maestro y señor, a quien todos obedecen. Para los antiguos la participación en la misma mesa expresa la amistad y la paz, es señal de confianza mutua. El que es comensal, también es amigo. Para los antiguos la participación en la misma mesa expresa la amistad y la paz, es señal de confianza mutua. El que es comensal, también es amigo. El grupo de los discípulos constituye una comunidad de comensales que rodea a Jesús. Una especial gravedad del delito consiste en que el traidor está sentado en este grupo íntimo. El traidor moja la mano en la fuente común, de la que cada uno que tomaba salsa con un pedazo de pan. Forma parte de la comunidad de comensales y ya la ha traicionado interiormente. Jesús lo sabe y designa al traidor, que le pregunta cara a cara si es él. Sobre el camino de Jesús impera el decreto del Padre contenido en la Escritura. Pero no se borra la culpa del hombre que se convierte en instrumento del mal. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |