La regla de oro
7/22/2015
Lucas 6:27-36
Estas son lecciones duras para carne y sangre, pero si estamos bien fundados en la fe del amor de Cristo, esto hará que sus mandamientos nos sean fáciles. Todo el que va a Él para lavarse en su sangre y conocer la grandeza de la misericordia y del amor que hay en Él, puede decir, veraz y sinceramente: Señor, ¿qué quieres que haga? Entonces sea nuestro propósito ser misericordiosos según la misericordia de nuestro Padre celestial para con nosotros. El amor al prójimo se hace difícil. Nosotros nos rebelamos contra la injusticia, queremos tomar venganza cuando se nos hace alguna injusticia, queremos tener a raya el mal pagando en la misma moneda: Como tú a mí, yo a ti, «ojo por ojo, y diente por diente» . Jesús exige que no se responda al mal con mal, sino que no se oponga resistencia al mal y se venza el mal con el bien. Estos principios se aplican al mal que se nos hace en la persona: al que te pegue en una mejilla..., y también a los perjuicios que se nos ocasionan en los bienes: a quien intenta quitarte el manto... La generosidad del discípulo de Jesús no ha de conocer límites: Dale a todo el que te pida, sin consideración de nacionalidad, de comunidad de creencias, de posición personal, de dignidad: no te canses de dar. Jesús va todavía más lejos: No se ha de reclamar la propiedad que se nos quita con astucia y violencia. Quien sufre tales daños no ha de defenderse, no ha de tratar de recobrar lo propio. ¿Ha de convertirse la injusticia en derecho? Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |