La vida y la conducta
4/26/2014
La vida y la conducta
Proverbios 16:1-9 "Mas de Jehová es la respuesta de la lengua" significa que el resultado final de nuestras disposiciones está en las manos de Dios. Si esto es así, ¿para qué decidir? Al hacer la voluntad de Dios, debe haber camaradería entre nuestros esfuerzos y el control de Dios. El quiere que usemos nuestras mentes, que busquemos el consejo de los demás y que tomemos decisiones. Sin embargo, los resultados están en sus manos. Entonces, las disposiciones nos ayudan a hacer las cosas de acuerdo con el propósito de Dios. A medida que viva para El, pídale dirección cuando tome decisiones y luego actúe de acuerdo a ellas confiando en Dios. "Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión". La gente puede buscar explicaciones racionales para todo si no tienen normas para juzgar el bien y el mal. Siempre podemos probar que tenemos razón. Antes de poner en marcha cualquier decisión, pregúntese: (1) ¿Está esta decisión en armonía con la verdad de Dios? (2) ¿Dará resultados bajo las condiciones de la vida real? (3) ¿Agrada a Dios mi actitud? Hay diferentes formas de fracasar al encomendar a Dios cualquier cosa que hagamos. Algunos solo encomiendan su trabajo de manera superficial. Dicen que su proyecto es para Dios, pero en realidad es para ellos mismos. Otros tienden a dar a Dios el control temporal de sus intereses, solo para quitárselo en el momento en que las cosas dejan de marchar de la manera en la que esperaban. Aun así hay otros que encomiendan su tarea por completo a Dios, pero no ponen ningún esfuerzo de su parte. Debemos mantener un balance: confiar en Dios como si todo dependiera de El, mientras que trabajamos como si todo dependiera de nosotros. Piense en un esfuerzo específico en el que esté involucrado ahora. ¿Lo ha encomendado al Señor? Este versículo no quiere decir que Dios creó a algunas personas impías, sino más bien que Dios utiliza incluso las actividades de los impíos para llevar a cabo sus buenos propósitos. Dios es infinito y nosotros somos finitos. No importa cuán maravillosos sean nuestros intelectos, nunca comprenderemos del todo a Dios. Pero podemos aceptar por fe que El es todopoderoso, todo amoroso y perfectamente bueno. Podemos creer que El no es la causa del mal (Jam_1:13, Jam_1:17). Y podemos confiar en que no hay cabos sueltos en su sistema de juicio. El mal es una condición temporal en el universo. Un día Dios lo destruirá. Mientras tanto, utiliza las intenciones malvadas para sus buenos propósitos (véase Gen_50:20). La altivez es la voz interna que susurra: "Mi manera es la mejor". Eso es resistir al liderazgo de Dios y creer que se es capaz de vivir sin su ayuda. Cuando se vea queriendo hacer algo a su manera y menospreciando a otras personas, la altivez tira de usted. Solo cuando elimina la altivez, Dios puede ayudarlo a convertirse en lo que El quiso que usted fuera. (Véase el cuadro del capítulo 18.) Queremos agradar a otras personas y en ocasiones haremos casi cualquier cosa para ganar su aprobación. Sin embargo, Dios nos dice que es mejor depositar nuestra energía en tratar de agradarle a El. Nuestro esfuerzo pacificador, por lo general, nos hará más atractivos a quienes nos rodean, incluso a los enemigos. Pero aun si esto no sucediera, no hemos perdido nada. Seguimos complaciendo a Dios, el único que en verdad importa. Si los hombres hacen de la gloria de Dios su fin, y de su voluntad su regla, Él dirigirá sus pasos por su Espíritu y su gracia. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |