Misericordia y no Sacrificio
1/2/2015
Mateo 9:9-13
Algún tiempo después de su llamado, Mateo procuró llevar a sus antiguos socios a que oyeran a Cristo. Sabía por experiencia lo que podía hacer la gracia de Cristo y no se desesperó al respecto. Los que son eficazmente llevados a Cristo no pueden sino desear que los demás también sean llevados a Él. Aquellos que suponen que sus almas están sin enfermedad no acogerán al Médico espiritual. Este era el caso de los fariseos; ellos despreciaron a Cristo porque se creían íntegros; pero los pobres publicanos y pecadores sentían que les faltaba instrucción y enmienda. Fácil es, y también corriente, poner las peores interpretaciones sobre las mejores palabras y acciones. Puede sospecharse con justicia que los que no tienen la gracia de Dios, no se complacen con que otros la consigan. Aquí se llama misericordia que Cristo converse con los pecadores, porque fomentar la conversión de las almas es el mayor acto de misericordia. El llamado del evangelio es un llamado al arrepentimiento; un llamado para que cambiemos nuestro modo de pensar y cambiemos nuestros caminos. Si los hijos de los hombres no fueran pecadores no hubiera sido necesario que Cristo viniera a ellos. Examinemos si hemos investigado nuestra enfermedad y si hemos aprendido a seguir las órdenes de nuestro gran Médico. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
June 2023
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