November 01st, 2013
11/1/2013
Herencia en el Cielo
Efesios 1:3-10 Pablo escribió esta carta a la iglesia de Efeso y a todos los creyentes, a fin de darles una enseñanza profunda en la manera de nutrir y mantener la unidad de la iglesia. Quiso que circulara esta información importante en forma escrita porque él se hallaba en prisión y no podía visitar las iglesias personalmente. Las palabras "en Efeso" no aparecen en algunos de los manuscritos más antiguos. Por lo tanto, esto se parece mucho a una carta circular a las iglesias locales de la región. Pablo no hace referencia a algún problema en particular ni a una situación local, tampoco incluye saludos personales. "Fieles en Cristo Jesús" ¡Qué reputación más sobresaliente! Tal título sería muy honroso para cualquier creyente. ¿Qué falta para que otros le den ese calificativo? Practique el ayuno, obedezca con fidelidad a Dios aun en los detalles de la vida y, como en el caso de los efesios, será conocido como una persona fiel al Señor. "Que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales" significa que en Cristo tenemos todos los beneficios de conocer a Dios: salvación, adopción, perdón, visión, dones del Espíritu, poder para hacer la voluntad de Dios, esperanza de eternidad con Cristo. Por el hecho de vivir en una relación íntima con Cristo, podemos disfrutar de estas bendiciones ahora. Lugares celestiales significa que las bendiciones son eternas, no temporales. Las bendiciones vienen de los lugares celestiales en Cristo, no del reino terrenal de la diosa Diana. Otras referencias a los lugares celestiales en esta carta incluye 1.20; 2.6; 3.10. Estos pasajes muestran a Cristo en su papel victorioso y exaltado como soberano sobre todo. Pablo dice: "nos escogió en El", para enfatizar que la salvación depende por completo de Dios. No somos salvos porque lo merezcamos, sino por la gracia de Dios que se nos da gratuitamente. No influimos en la decisión de Dios para que nos salve, lo hizo de acuerdo a su plan. Por lo tanto, no hay lugar para creer que la salvación dependa de nosotros ni lugar para el orgullo. El misterio de la salvación se originó en la mente eterna de Dios mucho antes de que existiéramos. Es difícil entender cómo Dios pudo aceptarnos, pero gracias a El somos santos e inocentes ante sus ojos. Dios nos escogió y cuando llegamos a pertenecerle por medio de Jesucristo, nos mira como si nunca hubiéramos pecado. Todo lo que podemos hacer es agradecerle por su maravilloso amor. "Predestinado" significa darnos un destino de antemano. Esta es otra manera de decir que la salvación es obra de Dios y no lo que nosotros podamos hacer en su infinito amor. Dios nos ha adoptado como sus hijos. Mediante el sacrificio de Jesús, nos ha hecho parte de su familia y nos ha hecho suyos junto con Jesús (Rom_8:17). En la ley romana, los hijos adoptivos tenían los mismos derechos y privilegios que los naturales, incluso si fueron esclavos. Pablo usa esta figura para mostrarnos cuán sólida es nuestra relación con Dios. ¿Ha entrado en esta relación amorosa con Dios? Si desea más información acerca del significado de adopción, busque Gal_4:5-7. "Con la cual nos hizo aceptos en el Amado" significa que Dios nos aceptó por gracia (a pesar de que no lo merecíamos) y ahora pertenecemos a su querido y amoroso Hijo. En el primer siglo referirse a la sangre de Jesús era una forma importante de hablar sobre la muerte de Cristo. Su muerte señala dos verdades maravillosas: redención y perdón. Redención era el precio pagado para obtener la libertad de un esclavo (Lev_25:47-54). A través de su muerte, Jesús pagó el precio para liberarnos de nuestra esclavitud al pecado. El perdón se garantizaba en los tiempos del Antiguo Testamento en base a la sangre vertida de animales (Lev_17:11). Ahora recibimos perdón en base al derramamiento de la sangre de Jesús, porque murió y fue el sacrificio perfecto y verdadero. (Véanse también Rom_5:9; Eph_2:13; Col_1:20; Heb_9:22; 1Pe_1:19.) La gracia es el favor voluntario y amoroso que da Dios a los que salva. No lo podemos ganar, no lo merecemos. Ningún esfuerzo moral ni religioso lo puede ganar, viene solo por la misericordia y el amor de Dios. Sin la gracia de Dios, nadie puede salvarse. Para recibirlo debemos reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, que solo Dios puede hacerlo y que solo hay un camino, el amoroso favor es a través de la fe en Cristo. Dios no escondía a propósito un secreto ("el misterio de su voluntad"), pero su plan para el mundo no se comprendería por completo hasta que Cristo resucitara. El misterio de su propósito para enviar a Cristo fue unir a judíos y a gentiles en un solo cuerpo, teniendo a Cristo como cabeza. Mucha gente aún no entiende el plan de Dios, pero en el momento oportuno ("la dispensación del cumplimiento de los tiempos"), permitirá que estemos con El para siempre y entonces todos lo entenderán. En ese día, todos se inclinarán ante Jesús como Señor, sea porque lo aman o porque temen su poder. El propósito de Dios es ofrecer la salvación al mundo, tal como lo planeó mucho tiempo atrás. Dios es soberano, El tiene el control. Cuando su vida parezca caótica, descanse en esta verdad: Jesucristo es el Señor y Dios tiene el control. Su propósito para salvarlo no puede frustrarse, no importa lo que Satanás pretenda hacer. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |