¿Quién me ha tocado?
11/15/2016
Marcos 5:21-34
Un evangelio despreciado irá hacia donde sea mejor recibido. Uno de los dirigentes de una sinagoga buscó fervorosamente a Cristo porque una hijita, de unos doce años, se estaba muriendo. En el camino hizo otra sanidad. Debemos hacer el bien no sólo cuando estamos en casa, sino cuando vamos por el camino. Común es que la gente no recurra a Cristo, sino cuando ya han probado en vano todas las demás ayudas y hallaron, como ciertamente suele ocurrir, que eran médicos sin valor. Algunos corren en dirección a las diversiones y las compañías alegres; otros se zambullen en los negocios y hasta la embriaguez; otros se dedican a establecer su propia justicia o se atormentan con vanas supersticiones. Muchos perecen en tales caminos, pero nadie encontrará jamás reposo para el alma con tales métodos; mientras aquellos a quienes Cristo cura de la enfermedad del pecado, hallan en sí mismos un cambio total para mejor. Como los actos secretos de pecado, así los actos secretos de fe son conocidos por el Señor Jesús. La mujer dijo toda la verdad. Es la voluntad de Cristo que su pueblo sea consolado y Él tiene el poder para mandar consuelo a los espíritus turbados. Mientras más claramente dependamos de Él, y esperemos grandes cosas de Él, más encontraremos en nosotros mismos que Él ha llegado a ser nuestra salvación. Quienes por fe son sanados de sus enfermedades espirituales tienen razón para ir en paz. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |