Quiero, sé limpio.
1/8/2014
Quiero, sé limpio
Marcos 1:40-45 Con relación a Levítico 13 y 14 los líderes judíos declararon que la lepra era inmunda. Esto quería decir que a los leprosos se les prohibía participar en toda actividad religiosa o social. Debido a que la Ley decía que cualquier persona se hacía inmunda por el contacto con un inmundo, algunos tiraban piedras a los leprosos para mantenerlos a distancia. Pero Jesús tocó a los leprosos. El verdadero valor de una persona no es externo, sino interno. Aunque una persona esté enferma o deformada, en su interior no es menos valiosa ante Dios. Nadie es tan repugnante como para que El no lo toque. En un sentido, todos somos leprosos porque nos ha deformado la fealdad del pecado. Pero Dios, al enviar a su Hijo Jesús, nos ha tocado para darnos la sanidad. Cuando se sienta rechazado por alguien, deténgase y piense qué siente Dios por esa persona y por usted. Aquí tenemos que Cristo limpia a un leproso. Nos enseña a recurrir al Salvador con gran humildad y con sumisión total a su voluntad, diciendo: “Señor, si quieres”, sin dudar del ánimo pronto de Cristo para socorrer al angustiado. Véase también qué esperar de Cristo: que conforme a nuestra fe será hecho. El pobre leproso dijo: Si quieres. Cristo dispensa prestamente favores a los que prontamente se encomiendan a su voluntad. Cristo no hace nada que haga parecer como que busca la alabanza de la gente. Pero ahora no hay razón para que dudemos en difundir las alabanzas de Cristo. Comments are closed.
|
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |