SIEMPRE ORANDO
7/7/2022
1 Timoteo 2:1-15
Instrucciones sobre la oración. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. 11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. Jesucristo es la esperanza del cristiano; todas nuestras esperanzas de vida eterna están edificadas en Él; Cristo es en nosotros la esperanza de gloria. El apóstol parece haber sido el medio para la conversión de Timoteo, que sirvió con él en su ministerio como un hijo cumplido con un padre amante. Lo que suscita interrogantes no es edificante; porque da ocasión a debates dudosos, demuele la iglesia en vez de edificarla. La santidad de corazón y vida puede mantenerse y aumentarse sólo por el ejercicio de la fe en la verdad y las promesas de Dios por medio de Jesucristo. Todo lo que tiende a debilitar el amor a Dios o el amor a los hermanos, tiende a derrotar la finalidad del mandamiento. Se responde a la intencionalidad del evangelio cuando los pecadores, por el arrepentimiento para con Dios y la fe en Jesucristo, son llevados a ejercer el amor cristiano. La ley no está en contra de los creyentes que son personas justas en la forma establecida por Dios. Pero a menos que seamos hechos justos por la fe en Cristo, si no nos arrepentimos realmente y abandonamos el pecado, seguimos aún bajo la maldición de la ley, aun conforme al evangelio del bendito Dios, y somos ineptos para participar de la santa dicha del cielo. El apóstol sabía que hubiese perecido justamente si el Señor hubiera llegado al extremo para señalar lo que estaba mal; y si su gracia y misericordia, cuando estaba muerto en pecado, no hubiesen abundado para él obrando la fe y amor a Cristo en su corazón. Este es un dicho fiel; estas son palabras verdaderas y fieles en las cuales se puede confiar: que el Hijo de Dios vino al mundo, voluntaria e intencionalmente, a salvar pecadores. Nadie, con el ejemplo de Pablo ante sí, puede cuestionar el amor y el poder de Cristo para salvarle, si realmente desea confiarse a Él como Hijo de Dios, que murió una vez en la cruz, y que ahora reina en el trono de gloria, para salvar a todos los que vayan a Dios por medio de Él. Entonces, admiremos y alabemos la gracia de Dios nuestro Salvador; y por todo lo hecho en nosotros, por nosotros, y para nosotros, démosle la gloria al Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas en la unidad de la Deidad. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |